Pau Gasol es mundial

Le da lo mismo Ir¨¢n, Egipto o Brasil, que se le pongan delante Nene, Splitter o Varejao. Pau Gasol se ha afinado hasta tal extremo que, a sus 34 a?os, parece haberse reinventado en su terco intento de completar la doble misi¨®n que estuvo a punto de cumplir en Londres hace dos a?os: ganar el oro y conseguirlo ante la selecci¨®n de Estados Unidos. Y donde dice Pau Gasol, l¨¦ase la espl¨¦ndida selecci¨®n espa?ola que lidera.

El mayor de los Gasol tom¨® la bandera del equipo para salvar con una holgura asombrosa el primer envite de envergadura al que hizo frente la selecci¨®n espa?ola en la Copa del Mundo. Pau no tuvo necesidad de hacer un derroche, ni demandar m¨¢s papel de la cuenta. Se impuso como si nada, con una naturalidad pasmosa y gracias, sin duda, a la excelente escolta que le acompa?a. Con su hermano Marc formando una pareja devastadora. Con Ibaka espl¨¦ndido al quite, Felipe presto a las ayudas, Sergio Rodr¨ªguez listo para aportar su docena de puntos.

Todo el equipo funcion¨® de maravilla, con un reparto definido, asumido. Pero no dej¨® de abrumar la magnificencia de Pau, que se adorn¨® incluso con tres triples, como si se tratara de un consumado tirador exterior y cerr¨® con 26 puntos, nueve rebotes y tres tapones su antol¨®gico partido.

Espa?a aplic¨® la ecuaci¨®n m¨¢s elemental, a m¨¢s rival, mejor rendimiento. Se le plant¨® un Brasil desafiante desde su listado nominal. Bastaron unas cuantas idas y vueltas por la cancha de los quintetos de gala para que Navarro y Pau Gasol hicieran manifiesta su voracidad y su tremebunda capacidad anotadora. Uno por fuera, el otro por dentro. Brasil no supo por d¨®nde cogerlos. Su defensa se descuajering¨®, bamboleada por la rapidez de Ricky, los acelerones de Rudy y Navarro, la imponencia y capacidad resolutiva de los hermanos Gasol en ambos extremos de la cancha.

Despu¨¦s de los destensados partidos ante rivales como Ir¨¢n y Egipto, el equipo espa?ol necesitaba una horma, un partido con tralla, confrontarse a un rival con destellos deslumbrantes, con un tr¨ªo interior de nbas, con talento y f¨ªsico que sobre el papel parec¨ªan bastar para que presentara la batalla ante la bater¨ªa de p¨ªvots espa?oles. No fue el caso.

El p¨ªvot de los Bulls sum¨® tres triples y cerr¨® con 26 puntos, nueve rebotes y tres tapones

Marcelinho carg¨® el juego sobre Splitter y Nene. El desaf¨ªo del poderoso juego interior brasile?o fue desaforado. Pero ni el flamante campe¨®n de la NBA con los Spurs ni el de los Wizards pudieron en el uno contra uno ni en el dos contra dos frente a la pareja de Sant Boi. Sin ox¨ªgeno dentro y extraviada la traza de los exteriores, el base del Barcelona no encontr¨® m¨¢s recurso que tirar por la calle de en medio y concluir ¨¦l mismo varias acciones. Un recurso a la desesperada porque dejaba a Brasil en la miseria t¨¢ctica.

Para entonces Espa?a ya hab¨ªa puesto la directa. Navarro hab¨ªa anotado siete puntos, los dos Gasol se hab¨ªan colgado ya del aro de tan zarandeada y expuesta que quedaba la defensa brasile?a. Apenas hab¨ªan transcurrido nueve minutos y Pau ya hab¨ªa sumado una docena de puntos. El varapalo para Brasil era enorme: 12-30.

Con su hermano Marc forma una pareja devastadora. E Ibaka, espl¨¦ndido, al quite

Los relevos cambiaron la t¨®nica del juego. Magnano, el seleccionador argentino de Brasil, opt¨® por un equipo de 'bajitos' con Neto, Taylor y Barbosa operando por fuera. Orenga aline¨® a tres bases juntos en la cancha. El problema fue que el equipo espa?ol not¨® que coincidiera el descanso de Pau y Navarro. Los brasile?os encontraron alg¨²n tiro lejano y Espa?a se encasquill¨® durante cuatro minutos en los que solo anot¨® tres puntos (23-33).

Un triple de Calder¨®n desatasc¨® la situaci¨®n, pero se produjo un problema adicional: la tercera falta de Marc. Ibaka y Llull se encargaron de reanimar el juego y Sergio Rodr¨ªguez, especialmente en el ¨²ltimo cuarto mantuvo el tono del juego espa?ol ante el que Brasil no tuvo apenas nada que decir. El triunfo reforz¨® el papel de algunos jugadores que no se hab¨ªan mostrado hasta ahora excesivamente finos como Llull, Calder¨®n y Sergio Rodr¨ªguez. Funcion¨® el juego exterior de Espa?a, aunque todo qued¨® a la sombra de la extraordinaria demostraci¨®n de un Pau Gasol realmente mundial.