Nairo Quintana no puede con el destino
El colombiano se cae a los 20 kil¨®metros y ser¨¢ operado ma?ana de la esc¨¢pula Fabio Aru, promesa italiana, gana la und¨¦cima etapa
Todo lo que no mejora empeora, dice el dicho. Nairo Quintana, en el hotel andaba con cuidado, sin posar el pie, como si acabara de salir de un hospital en el que le hubieran recomendado reposo. A su lado, pas¨® Valverde y m¨¢s que andar pareciera que volara. Incre¨ªble pensar que Nairo Quintana pudiera salir a correr una etapa de m¨¢s de 150 kil¨®metros y encima con llegada en alto. "En la bici es distinto, el sufrimiento es menor para el pie", dicen que dec¨ªa. Y es que en el pie, Nairo sufr¨ªa un esguince y le dol¨ªa adem¨¢s la cadera. Todo fruto de su monumental ca¨ªda en la contrarreloj de Borja. Y Nairo sali¨®, confiando en que la carrera le fuera resucitando poco a poco, redimi¨¦ndole la pena. Los ciclistas, ya se sabe... Y Nairo sali¨® fiado m¨¢s en el pedal que en el suelo. Quiz¨¢s all¨ª, a 10 cent¨ªmetros del suelo, se sintiera m¨¢s protegido en espera de tiempos mejores.
Clasificaciones
ETAPA
1. Fabio Aru (ITA/Astana), los 153,4 km en 3h 41m 03s
2. Alejandro Valverde (Movistar) a 6s
3. Purito Rodr¨ªguez (Katusha) m. t.
4. Alberto Contador (Tinkoff) m. t.
5. Chris Froome (GBR/Sky) m. t.
GENERAL
1. Alberto Contador (Tinkoff), en 40h 26m 56s
2. Alejandro Valverde (Movistar) a 20s
3. Rigoberto Ur¨¢n (COL/Omega) a 1m 08s
4. Chris Froome (GBR/Sky) a 1m 20s
5. Purito Rodr¨ªguez (Katusha) a 1m 35s
La alegr¨ªa le dur¨® 20 kil¨®metros. A¨²n sin llegar a sudar, le lleg¨® la montonera. Algo pas¨® y muchos se fueron de bruces al asfalto, entre ellos Nairo, el dolorido, el ecce homo (no el de Borja, el de la realidad). Y al terrapl¨¦n que se fue. All¨ª sentado, Nairo sonri¨®. Hay veces en los que la mueca del dolor se confunde con la del remordimiento. Y lleg¨® la ambulancia con sus luces y su aparato para llevarse a Nairo a la Cl¨ªnica Universitaria, all¨ª muy cerquita de su casa en Espa?a junto a Pamplona, para que le hicieran una anal¨ªtica completa. Conclusi¨®n: "Fractura desplazada de esc¨¢pula, un hueso entre el h¨²mero y la clav¨ªcula". El ecce homo (el de verdad, no el de Borja) ya no pod¨ªa m¨¢s. Y era cierto que no pod¨ªa: ma?ana jueves ser¨¢ operado en Pamplona porque las heroicidades en el ciclismo tienen sus l¨ªmites. Al final, son hombres con sus fuerzas, sus gui?os y sus circunstancias.
Lo cierto es que en el kil¨®metro 20 cambi¨® la Vuelta. Sin Nairo, el sol sale m¨¢s tarde. Cierto que hab¨ªa un rep¨®ker de ases, que estaban casi todos los tah¨²res del ciclismo, pero el duelo estaba previsto entre Contador y Quintana y el colombiano tir¨® dos veces las cartas al suelo. A la segunda, se fue al hospital y ma?ana al quir¨®fano. S¨ª, todo lo que no mejora, empeora.
Pero la Vuelta segu¨ªa. Y segu¨ªa con al aire hippie de una carrera sin su hippie favorito, Horner, que se fue sin salir, entre visillos. Y conocida la ausencia de Quintana, el mundo dio una Vuelta. Por ejemplo, Valverde y Contador compitieron en el espr¨ªn intermedio de Tafalla para rascar las bonificaciones. Todo un s¨ªntoma. El murciano obtuvo tres segundos y el pinte?o, dos. La calculadora comenz¨® a funcionar como pron¨®stico de una carrera que se antoja milim¨¦trica.
Pero en asuntos de hipismo, el Sky se doctora. Cazado Kiryienka, que andaba a pecho descubierto (que para eso vive en Navarra), el equipo brit¨¢nico hizo su pel¨ªcula de autor: subiendo al santuario de Aralar tiraba de forma enfermiza Cataldo, mientras Froome sufr¨ªa en la cola del pelot¨®n. En esta vuelta, Froome, de haber sido espa?ol, habr¨ªa sido gomero: venga a estirar y estirar la goma, que me voy, que me quedo, que me ayudan, que me valgo, que llego y que no llego. Y Cataldo, tira que tira, como si su jefe le pidiera la m¨¢xima productividad en vez de la m¨¢xima compasi¨®n. Conclusi¨®n, para el Sky, el pinganillo es un art¨ªculo de lujo, un zarcillo colgado de la oreja.
Cuando Cataldo decidi¨® dejar de sufrir, Froome sigui¨® sufriendo. Y comenzaron los ataques, que si Barguil, que si Gesink, que si David Navarro, que si se queda Froome, que si se engancha el gomero. Y por fin se fue Fabio Aru, el muchacho italiano, la promesa cumplida, el portentoso ciclista. Y por detr¨¢s los favoritos, buscando segundos en las bonificaciones. En ese juego de calculadoras, Valverde sali¨® ganando en el espr¨ªn de los favoritos. Y rasc¨® seis segundos en la meta de Aralar. Y Purito, que so?aba con ganar, rasc¨® cuatro.
Los mil¨ªmetros cuentan siempre, y m¨¢s desde que Quintana se cay¨®, fue hospitalizado y ser¨¢ operado. Ni el ciclismo ni la Vuelta son dados a los excesos, siempre relegados a la desesperaci¨®n. La desesperaci¨®n le dio a Contador la Vuelta hace dos a?os en Fuente D¨¦. Cuando est¨¢ todo por perder, queda todo por ganar. Sin Nairo, a Contador se le abri¨® el cielo entre las nubes. No lo deseaba. "Porque es una pena para ¨¦l, como lo fue para Froome y para m¨ª en el Tour, y para Purito en el Giro. Y sobre todo para el espect¨¢culo", afirm¨® tras la llegada. Sin Nairo, a la Vuelta se le ha borrado un lado de la sonrisa. Pero la Vuelta sigue, con Nairo en casa, con Froome de gomero, y con Valverde y Purito, con los dientes afilados.
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