Messi y Neymar: rayo y trueno del Bar?a

La lluvia fina parece que ha cesado en el Camp Nou. Ahora se juega un f¨²tbol de rayos y truenos, vertical, sin tiempo para pesta?ear, dif¨ªcil de defender cuando se juntan Messi y Neymar. Las victorias azulgrana son por el momento una cuesti¨®n de tiempo, como ya anunci¨® Valverde, consciente de la ambici¨®n del Bar?a. El Athletic se bati¨® de manera fenomenal hasta que revent¨® y se asociaron el 10 y el 11 barcelonistas para rematar la faena de Munir, excelente mientras el encuentro perteneci¨® al Athletic, derrotado por 11? vez consecutiva en el Camp Nou.

El partido fue precioso por la competitividad y ambici¨®n de los dos contendientes, inconfundibles tambi¨¦n con las zamarras de Catalu?a y Euskadi, sobre todo porque por encima de sus colores ahora mismo son dos equipos de autor: Luis Enrique y Valverde. Ya no juega Xavi sino Rakitic y Neymar funciona por fin como socio de Messi. La diferencia la marcaron los delanteros, que juegan m¨¢s cerca del ¨¢rea y lejos de la cal, m¨¢s pr¨®ximos que nunca el uno del otro, decisivos para resolver un encuentro muy dif¨ªcil. No fue f¨¢cil dar con la porter¨ªa de Gorka.

Vive el Athletic un momento muy dulce, ha roto a jugar muy pronto, exigido por la eliminatoria previa de la Champions que tan bien resolvi¨® contra el N¨¢poles. Hoy compite con grandeza y confianza, sin reparar en el escenario ni el rival, protagonista tambi¨¦n en el Camp Nou. Tiene los trazos propios de los buenos equipos porque se posiciona bien, es valiente, intenso sin el bal¨®n, agresivo con la pelota y su presi¨®n es tan alta y efectiva que somete al contrario m¨¢s ofensivo, como el Barcelona.

Al Bar?a le cost¨® salir con la cuero desde el ¨¢rea de Bravo. Los protagonistas azulgrana eran los centrales, y no los centrocampistas y delanteros, unos y otros pendientes del Athletic. Aunque se apoyaba en selectivas transiciones, ni Messi ni Munir ni Pedro consegu¨ªan acabar las jugadas, a veces por falta de punter¨ªa y en otras por la intervenci¨®n de Gorka Iraizoz, muy atento en la raya de gol, menos dotado fuera del arco.

Al f¨²tbol r¨¢pido del Barcelona le faltaba continuidad, rebajado tambi¨¦n por la poca llegada de Alba y Montoya, incapaz de filtrar el ¨²ltimo pase en la cancha del Athletic. Muy junto, el plantel de Valverde daba pocas concesiones y exig¨ªa la m¨¢xima concentraci¨®n del Bar?a. No entraba en juego Iniesta, el azulgrana m¨¢s desequilibrante en el mano a mano junto a Messi, neutralizado por la defensa de ayudas vasca, y no hab¨ªa m¨¢s noticia local que los desmarques de Munir. El encuentro se puso tan complicado que la hinchada la tom¨® con el ¨¢rbitro por pitar falta en contra ante dos posibles penaltis al nuevo ¨ªdolo del Bar?a.

Munir fue el ¨²nico que supo descifrar un panorama tan complejo para el Bar?a. El delantero atac¨® los espacios, siempre profundo, bien perfilado, y posibilit¨® tanto el arrebato azulgrana como la excelente respuesta del meta del Athletic. A la oleada barcelonista solo le falt¨® acierto en la definici¨®n para cobrar ventaja en el marcador antes de llegar al descanso despu¨¦s de contar hasta tres buenas ocasiones, dos del siempre presente Munir, bien auxiliado por Rakitic, ambos sostenidos por Mathieu.

No par¨® de atacar ni de rematar Munir en la reanudaci¨®n y el ¨¢rbitro le anul¨® un gol de forma discutible por fuera de juego cuando los laterales ya hab¨ªan entrado finalmente en acci¨®n, circunstancia que oblig¨® a recular al Athletic, menos atrevido en ataque cuando los azulgrana perdieron precisamente velocidad de correcci¨®n por la entrada de Piqu¨¦ en sustituci¨®n del lastimado Mascherano. Agotado Munir, Luis Enrique recurri¨® a Neymar mientras Valverde refrescaba al equipo con Unai L¨®pez e Ibai para administrar esfuerzos y mantener la posesi¨®n del bal¨®n.

No encontraban los azulgrana la manera de gobernar el partido, cada vez m¨¢s roto y peligroso, y cuya resoluci¨®n pareci¨® quedar por tanto a expensas de cualquier detalle o intervenci¨®n individual, tambi¨¦n del colegiado, abucheado reiteradamente porque ante la duda pitaba en contra del Bar?a. Y una vez convenido que resolver¨ªan los mejores, aparecieron Messi y Neymar. Busquets reban¨® el bal¨®n, habilit¨® al 10 y su asistencia fue rematada por Neymar, excelente en el control, bailador antes de definir, certero a la hora de cruzar sobre la salida de Gorka.

La pausa del brasile?o contrast¨® con el v¨¦rtigo de la jugada, acelerada por el pie de Messi. El 10 repiti¨® despu¨¦s en una carrera prodigiosa y un toque sutil con el exterior de su zurda para el tiro del 11 desde el punto de penalti: Neymar se acomod¨® la pelota para ponerla al costado del poste izquierdo de Gorka. Los dos goles fueron tan preciosos como elogiable result¨® el esfuerzo colectivo del Bar?a. Aunque todav¨ªa es un equipo tierno y en formaci¨®n, ha recuperado a Messi, la voracidad y la competencia. La mejor versi¨®n de Neymar ha aparecido con Munir.

Alcanza con mirar el anuncio del equipo para la temporada en curso: ¡°Todo vuelve a comenzar¡± en el Bar?a. Nueve puntos y ning¨²n gol en contra en tres partidos. Messi atrae a los contrarios, Neymar y los chicos de la cantera los resuelven y Mathieu defiende como nadie el marco de Bravo.