Ignorancia en el pa¨ªs ganador

El domingo, la selecci¨®n nacional de baloncesto de Estados Unidos complet¨® la aniquilaci¨®n concienzuda de una porci¨®n importante del panorama del Mundial de la Federaci¨®n Internacional de Baloncesto con la victoria ante Serbia por 129-92. Los estadounidenses han ganado sus partidos del Mundial por una media de 33 puntos. Cualquier debate sobre el baloncesto que han jugado ser¨ªa tan clarificador como un debate sobre un mazo que golpea un huevo. Por eso centrar¨¦ mi atenci¨®n en algo m¨¢s apremiante: el problema principal al que se enfrenta el Mundial de baloncesto, que es que en el pa¨ªs que aline¨® al equipo ganador, casi nadie sab¨ªa lo que estaba pasando.

Soy un campe¨®n de baloncesto internacional. Salgo a la calle con esa actitud, dici¨¦ndoles a mis amigos -¡ªy, de vez en cuando, a alg¨²n completo extra?o¡ª variaciones de: "En serio, deber¨ªas ver baloncesto internacional. ?Realmente se pasan el bal¨®n, y juegan juntos, y parece que les gusta!". En respuesta, mi auditorio vuelve a fijar su atenci¨®n en Facebook.

Los estadounidenses no acogen en sus cerebros la idea de ver baloncesto en agosto y septiembre

Por tanto, uno podr¨ªa sentir la tentaci¨®n de pensar que algo falla en el Mundial como concepto. No creo en esa explicaci¨®n. Este verano presenci¨¦ c¨®mo Los ?ngeles quedaba paralizado durante el Mundial de f¨²tbol, y muchos de esos "aficionados" no eran capaces de distinguir a Cristiano Ronaldo de Messi. (No estoy exagerando).

Semejante ignorancia no afecta al baloncesto. Gracias a un par de d¨¦cadas durante las cuales cada chaval con al menos un brazo ha sido fichado para una liga de baloncesto juvenil, casi todo el mundo en Estados Unidos tiene alguna conexi¨®n con el juego. No faltan aficionados estadounidenses al baloncesto. Entonces, ?cu¨¢l es el problema del Mundial de la FIBA?

El mismo que trunc¨® mi ¨²ltima relaci¨®n: la mala sincronizaci¨®n. Como cualquier forma humana que yo haya conocido, los estadounidenses son criaturas de h¨¢bitos, y para semejantes criaturas es dif¨ªcil acoger en sus cerebros la idea de ver baloncesto en agosto y septiembre. Est¨¢n ocupados con el final de la temporada de b¨¦isbol, el comienzo de la temporada de f¨²tbol americano, y la vuelta de sus hijos a otro curso escolar con bajo presupuesto que los dejar¨¢ mal parados a la hora de competir con los inteligentes suecos y los motivados coreanos.

La FIBA har¨ªa bien en encontrar la forma de hacer que su acontecimiento cumbre fuese relevante para el pa¨ªs ganador

Por suerte para la FIFA, tengo una repuesta, y adem¨¢s, sencilla: acorten el campeonato, convenzan a la NBA de que renuncien al partido de las estrellas cada cuatro a?os, y transformen el Mundial en un encuentro de una semana en febrero, cuando la gente est¨¢ realmente de humor para ver baloncesto. Por supuesto, es posible que los adictos echen en falta la fascinante fase de grupos de la FIBA, pero esa supresi¨®n parece un precio razonable a cambio del aumento del inter¨¦s por (y los ingresos de) un campeonato que para la mayor¨ªa de estadounidenses es secundario.

Como ha quedado claramente demostrado en las ¨²ltimas semanas, Estados Unidos es la potencia dominante en baloncesto. La FIBA har¨ªa bien en encontrar la forma de hacer que su acontecimiento cumbre fuese relevante para las personas que viven all¨ª. Depender de mi programa de divulgaci¨®n individual no va a servir. Aunque prometo seguir intent¨¢ndolo.