Bale y el ¡®m¨¢nager invisible¡¯
La direcci¨®n deportiva del Madrid propone un plan para retrasar al gal¨¦s y dar vuelo a James
El tel¨¦fono de Carlo Ancelotti son¨® cierto d¨ªa de la primera semana de septiembre. Eran tiempos de inquietud en Chamart¨ªn tras la goleada de Anoeta (4-2) y alguien pr¨®ximo a la directiva pero desconocido para el cuerpo t¨¦cnico, hab¨ªa tenido una visi¨®n que decidi¨® trasladar interp¨®sita persona, mediante un empleado, al entrenador. El recadero, hombre de cortes¨ªa intachable, advirti¨® a Ancelotti de que un ide¨®logo vinculado a la ¡°direcci¨®n deportiva¡± hab¨ªa concebido una receta muy interesante que no conven¨ªa desestimar. Consist¨ªa en retrasar a Gareth Bale al centro del campo para que hiciera lo que la temporada pasada hizo Di Mar¨ªa. El gal¨¦s, seg¨²n el m¨¢nager invisible, pose¨ªa las cualidades f¨ªsicas ideales para hacer un trabajo de gran despliegue en el mediocampo. De ese modo, conclu¨ªa el razonamiento, se podr¨ªa adelantar a James a la mediapunta y cuadrar el c¨ªrculo.
Dicen en Valdebebas que el entrenador levantaba la ceja izquierda en se?al de perplejidad. Lo primero que hizo, para regocijo de sus amigos en la Ciudad Deportiva, fue aclarar al mediador que la l¨®gica del sabio an¨®nimo carec¨ªa de sentido futbol¨ªstico. Seg¨²n los testigos, movidos a la risa, su respuesta tuvo el tono del martillazo del juez:
¡ªSi fuera por cualidades f¨ªsicas, Balotelli ser¨ªa el mejor lateral del mundo.
Ancelotti maneja un doble discurso. Hacia el exterior se muestra m¨¢s institucional y comedido que nunca. Hacia el club, sin embargo, es frontal. A los ejecutivos les dice lo que piensa. Y lo que el italiano cree es que Bale hace muchos a?os que resolvi¨® que dedicar¨ªa su carrera a meter goles. Para eso lo fich¨® el Madrid por alrededor de 100 millones de euros. Su mentalidad de atacante est¨¢ completamente definida y en el f¨²tbol esto, no el f¨ªsico, es lo determinante. En cuanto a la indicaci¨®n de cubrir el centro del campo con un futbolista atl¨¦tico, Ancelotti replic¨® con otro interrogante. Pregunt¨® que por qu¨¦ hab¨ªan vendido a Di Mar¨ªa, cuando lo que el argentino hac¨ªa era precisamente trabajar como un atleta keniata. Por qu¨¦, si dispon¨ªa de un presupuesto de 600 millones de euros, el club hab¨ªa preferido ahorrarse cuatro millones en aumentar un salario.
El asunto se apag¨® hasta que la semana pasada un peri¨®dico public¨® en su primera p¨¢gina que Ancelotti estaba evaluando la posibilidad de retrasar a Bale al mediocampo para que as¨ª pudiera brillar James. El t¨¦cnico supuso que el m¨¢nager invisible ten¨ªa contactos en los medios de comunicaci¨®n. En el vestuario se?alaron que no descartaban nada. Con tal de adherirse a los intereses de la empresa, el entrenador es capaz de introducir variantes t¨¢cticas que no le acaban de convencer. Su primer experimento con Bale data del 14 de septiembre de 2013, en Villarreal. Ah¨ª present¨® un 4-4-2, puso al gal¨¦s de interior cerrando la banda derecha, a Isco en la izquierda, y a Illarra con Modric en el medio. A los 15 minutos de partido comprob¨® que el 4-4-2 se le convert¨ªa en 4-3-3 y que Bale se quedaba arriba, haciendo caso omiso de sus instrucciones y esperando a que sus compa?eros recuperaran la pelota por ¨¦l.
El s¨¢bado, contra el Atl¨¦tico, Ancelotti volvi¨® a colocar a Bale de interior derecha en el 4-4-2. El atacante corri¨® de punta a punta, pero no fue de gran ayuda ni en defensa ni en ataque. Remat¨® dos veces, una de ellas de falta directa, y recuper¨® dos balones.
En este punto los compa?eros dicen que Bale se muestra m¨¢s reacio a defender que nunca: el a?o pasado rob¨® un promedio de un bal¨®n cada 24 minutos y ahora roba uno cada 63. Cuando fue sustituido, el p¨²blico del Bernab¨¦u le dedic¨® algunos pitos. Se march¨® taciturno. Como si sospechara que le esperan tiempos dif¨ªciles.
La operaci¨®n result¨® desagradable para Bale y tambi¨¦n para James. Cuando el equipo defendei¨®, el colombiano, lejos de la media punta, trabaj¨® en el otro extremo de la l¨ªnea de medios, como interior izquierda. Eso s¨ª, su juego se hizo m¨¢s visible: remat¨® cuatro veces y rob¨® cuatro balones.
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