La ca¨ªda anunciada de Casillas

El rumor crec¨ªa en el vestuario del Madrid desde que comenz¨® la temporada. Iker Casillas ten¨ªa los d¨ªas contados como titular. Las circunstancias se acumulaban en su contra. Keylor Navas, un competidor tenaz, se estaba entrenando mejor. El club no le respaldaba, la afici¨®n le pitaba sin venir a cuento y sus compa?eros cada vez le amparaban menos. ?l, lejos de parecer angustiado, se mostraba distante, fr¨ªo, como saturado mentalmente de todo, cumpliendo con el expediente cotidiano de ir al trabajo, subirse al avi¨®n, concentrarse y jugar. Flaco. M¨¢s delgado que nunca, hasta los m¨²sculos de las piernas que un d¨ªa le proporcionaron cohetes para reaccionar, se le ve¨ªan consumidos, encogidos. F¨ªsica y espiritualmente Casillas parece un hombre transformado. ¡°Algo le pasa pero no sabemos qu¨¦ es¡±, dec¨ªan en el entorno del equipo.

El portero m¨¢s grande de la historia del Madrid y el capit¨¢n que acaudill¨® la mejor generaci¨®n del f¨²tbol espa?ol, sufre una lenta degradaci¨®n en su propio club. A muy pocos de sus compa?eros extra?¨® la noticia de que no jugar¨ªa contra el Elche, este martes en el Bernab¨¦u (20.00 horas, Canal+ Liga y Gol TV). Cuando el entrenador, Carlo Ancelotti, le anunci¨® que el titular ser¨ªa Navas, el destino del m¨¢s veterano de la plantilla estaba sellado. Marcado por la f¨¦rrea estrategia que traz¨® en 2013 el presidente, Florentino P¨¦rez, y por su propia falta de iniciativa, incapaz de romper lazos con la ciudad y el club en los que arm¨® su vida. Casillas no sabe si su suplencia ser¨¢ temporal o definitiva. Pero una cosa es cierta: la medida no le ayudar¨¢ a recuperar la confianza perdida.

La mayor¨ªa de sus compa?eros insisten en que Casillas, de 33 a?os, debi¨® abandonar el Madrid este verano porque sab¨ªa lo que le esperaba. Sab¨ªa que Florentino P¨¦rez quer¨ªa renovar la porter¨ªa, aunque le pidiera que siguiera despu¨¦s de la final de la Champions, porque ning¨²n dirigente en el mundo estar¨ªa dispuesto a asumir el coste pol¨ªtico de decidir el traspaso de un mito. El presidente le dijo que no deb¨ªa irse y el portero se aferr¨® a la fantas¨ªa de la estabilidad. Como el a?o pasado, cuando prefiri¨® creer que la marcha de Mourinho le restituir¨ªa. Quiz¨¢ porque sus amigos, su familia, su mujer, su hijo y su mundo est¨¢n en Madrid. Le cost¨® imaginarse lejos de Espa?a. Cuando en la selecci¨®n le preguntaban por qu¨¦ no se marchaba a terminar su carrera dignamente en otro pa¨ªs, ¨¦l respond¨ªa que Florentino P¨¦rez no se lo permit¨ªa. Era la versi¨®n del portero, pero cualquier profesional del f¨²tbol sabe que si un jugador quiere cambiar nada lo puede detener, m¨¢s cuando se trata de un canterano con m¨¢s de 20 a?os de antig¨¹edad. La norma consuetudinaria es que los clubes concedan la carta de libertad. Pero Casillas quiso seguir.

La mayor¨ªa de los compa?eros creen que el capit¨¢n debi¨® dejar el club este verano

Las pitadas que le ha dedicado el Bernab¨¦u hablan del olvido de la hinchada, de la influencia en el p¨²blico de medios afines a la directiva, y de la obstinaci¨®n de Casillas por convertirse en el funcionario feliz de un ministerio imposible. Florentino P¨¦rez pidi¨® el cese de los pitos el pasado domingo, durante la asamblea de socios compromisarios, y se?al¨® que hab¨ªa que dejar trabajar a Ancelotti.

Ayer, antes de que se supiera su decisi¨®n, le preguntaron al entrenador por las palabras del mandatario. ¡°Iker¡±, respondi¨®, ¡°est¨¢ muy bien. Como dijo el presidente hablando de la unidad del club, los jugadores y la afici¨®n, si estos tres componentes est¨¢n unidos es m¨¢s f¨¢cil luchar para conseguir objetivos¡±.

Si Casillas era motivo de divisi¨®n este martes dejar¨¢ de serlo.