Cerveza fresca en Alemania
El modesto Paderborn, sorprendente l¨ªder de la Bundesliga, se bate hoy con el todopoderoso Bayern
La serena y ultra cat¨®lica localidad de Paderborn, al noroeste de Alemania, lleva unos meses agitada, con m¨¢s flashes, vocer¨ªo y festejos que de costumbre. Por primera vez parece que el squash (el Paderborner SC es uno de los clubes m¨¢s laureados de Europa y la mayor potencia germana) ha dado el relevo al bal¨®n. Resulta que su equipo de f¨²tbol, el SC Paderborn 07, sin apenas historia -nace en 1985 de una mezcolanza de cuatro equipos distintos y bien modestos de la regi¨®n- ni afici¨®n, ha revolucionado a la ciudad de 145.000 habitantes y sus desgastadas calles, donde en su centro neur¨¢lgico se alza la famosa catedral. "Las casas est¨¢n engalanadas con banderas, bufandas¡ y es normal cruzarte con una camiseta del equipo cada 100 metros. Somos el orgullo de Paderborn", cuenta Rafa L¨®pez, fichaje de este verano y exdefensa del Valladolid, Eibar y Getafe. Tanto es as¨ª, que en el curso anterior hab¨ªa 2.000 abonados y ahora hay lista de espera, con el estadio Benteler Arena abarrotado (15.000 personas) el pasado fin de semana por m¨¢s que la afici¨®n haya protestado por el encarecimiento de los precios. Pero la oportunidad es ¨²nica; el Paderborn ascendi¨® a la Bundesliga el a?o pasado por sorpresa y ahora, cuatro jornadas despu¨¦s de empezar el torneo, es el l¨ªder por golaveraje. Esta noche, sin embargo, se pone a prueba ante el todopoderoso Bayern de Pep Guardiola. "La presi¨®n de mantener el liderato¡", bromea Rafa.
Hace m¨¢s o menos un a?o, el equipo estaba en el pozo de la Segunda alemana, con nueve puntos en nueve jornadas. Aunque en diciembre se desperez¨® de lo lindo y sum¨® 13 triunfos, tres empates y dos derrotas para acabar segundo, para certificar el inesperado ascenso. "Nadie pod¨ªa pensarse esto", reflexionaba a pie de c¨¦sped el t¨¦cnico Andr¨¦ Breitenreiter, exjugador del Hamburgo, Wolfsburgo y Hannover entre otros; "deber¨ªamos celebrarlo bebiendo todos los tipos de cerveza de Paderborn". Y se pusieron manos a la obra, con una fiesta hasta altas horas de la madrugada que prolongaron con un viaje inmediato a Mallorca. Hasta se sum¨® el Arzobispo de Paderborn: "Este ascenso podr¨ªa denominarse milagro futbol¨ªstico". M¨¢s que nada porque el presupuesto era de seis millones, el m¨¢s bajo en la historia para lograr un ascenso a la Bundesliga. Para este curso, cuentan con 15 millones, tambi¨¦n el presupuesto m¨¢s recatado. Aunque con ello le da para fichar a un jugador que marc¨® un gol de 82 metros la jornada anterior, o a otro, S¨¹leyman Ko?, que estuvo en la prisi¨®n por robar el casino de Berl¨ªn.
La sobriedad del club, en cualquier caso, no es tanta. Si bien solo tienen un campo de entrenamiento -"pero estupendo, como todas las instalaciones y las atenciones a los jugadores", matiza Rafa-, ya est¨¢n levantando una ciudad deportiva que esperan inaugurar antes de que acabe el curso, adem¨¢s de tener previsto doblar el aforo de espectadores en el estadio, tal y como le solicitaron al arquitecto en su d¨ªa. "La diferencia del Paderborn con otros clubes de tama?o similar, como el Leverkusen, es que no tiene grandes y ricas empresas detr¨¢s", apunta Isaac Lluch, periodista afincado en M¨²nich para seguir sobre todo al Bayern de Guardiola. "Pero juegan como cualquier equipo alem¨¢n", interviene Ernesto Valverde, t¨¦cnico del Athletic que se midi¨® con ellos en pretemporada; "son muy intensos, mucho". Aunque a?ade: "Pens¨¢bamos que eran ofensivos, pero jugaron muy atr¨¢s contra nosotros. Quiz¨¢ porque hac¨ªan pruebas". Rafa recoge el testigo: "La verdad es que intentamos jugar mucho la pelota y mezclamos presi¨®n con organizaci¨®n. Pero podemos cambiar de registro dependiendo del rival".
"Estoy satisfecho con los ocho puntos", resuelve el presidente Wilfred Finke, tan dicharachero y charlat¨¢n -acus¨® a los jugadores de usar tut¨² en un partido que perdieron- como rico, pues tiene una cadena de muebles famosa en Renania y todo el pa¨ªs. Finke, a buen seguro, acompa?ar¨¢ al equipo a Baviera junto a los 4.000 aficionados del Paderborn que ya han reservado su billete en el Allianz Arena. All¨ª, al contrario que cuando juegan en casa, no ir¨¢n en bicicleta -hay 1.900 estacionamientos en el estadio- ni parar¨¢n en el bar Kampus a tomarse su cerveza. Pero para cerveza fresca, su Paderborn. Aunque acabar la temporada entre los siete primeros ser¨ªa un peque?o problema para la alcald¨ªa, pues la ley del silencio de Paderborn indica que no pueden jugar m¨¢s tarde de las 10 de la noche, hora de competici¨®n europea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.