Insaciable Cristiano

Un buen partido a ratos del Madrid subray¨® a Illarramendi, que por fin concili¨® con la gente de Chamart¨ªn, y dej¨® el en¨¦simo muestrario de Cristiano, un glot¨®n del gol, un tipo insaciable que no distingue jornadas ni rivales. Con cuatro goles, el portugu¨¦s hizo descalabrar a un Elche que se desvaneci¨® muy pronto. El Madrid apenas le concedi¨® la ocasi¨®n de examinar a Keylor Navas, que pas¨® una noche en la hamaca, pese a lo que supon¨ªa su titularidad en detrimento de Iker Casillas.

A la espera de partidos con mayor hueso, el d¨ªa de Keylor fue el d¨ªa de Illarramendi. Por supuesto, el de Cristiano ante todo, pero lo suyo ya es una rutina extraordinaria. El luso es un valor infinito y lo del centrocampista vasco est¨¢ por ver cuando m¨¢s se le necesita. Tras un a?o de aprendizaje a la sombra, su inmediato asentamiento es capital para el equipo. No es que sea el mejor pivote defensivo, sino que es el ¨²nico tras la marcha de Xabi Alonso. Ante el Elche, con Kroos e Isco como auxiliares, el vasco jug¨® con soltura. No fue el chico apocado e intimidado del pasado curso, cuando qued¨® finalmente marcado por su p¨¦simo encuentro en Dortmund. Illarra jug¨® con el criterio que ya mostr¨® en la Real, como ancla en defensa y como primera opci¨®n para dar salida al juego. Un equilibrista para todos, lo que precisar¨¢ el Madrid cuando le lleguen las cumbres. El centro del campo no es un apeadero cualquiera.

Con Kroos e Isco como auxiliares, el vasco jug¨® con soltura y criterio

Atento y preciso, el guipuzcoano logr¨® que el equipo gravitara a su alrededor. Una excelente noticia para el Madrid. Del resto se encargaron los habituales, Cristiano y Bale, un monocultivo del gol, sobre todo el primero. Abrumadores hasta cuando Ancelotti les vac¨ªa el ¨¢rea, como hizo al sentar de inicio a Benzema y Chicharito. Lo mismo da, ellos estampan goles como sellos. Ante un pelot¨®n semejante, al Elche, que incluso ha tenido agobios para confeccionar la plantilla por el l¨ªmite salarial, no le qued¨® m¨¢s remedio que morir de realidad. Comenz¨® expansivo, con Jonathas y Rodrigues, dos balas, atosigando a los defensas locales. A los 15 minutos, Carvajal y Marcelo ya estaban amonestados y el ¨¢rbitro ya desafinaba. Juzg¨® con severidad un toque de Cristiano a Mosquera, que Alb¨¢car, que tiene un mortero en la zurda, no desaprovech¨® ante Keylor Navas. Era la noche de los penaltis light.

El gol ilicitano agit¨® el avispero y el Madrid no demor¨® la remontada. Bale y Cristiano se alternaban en la posici¨®n de ariete, Isco ventilaba adversarios con facilidad y James, acostado en la derecha, esperaba turno. Con el Elche cada vez m¨¢s empotrado, el colombiano arque¨® la pelota desde su orilla y Bale cabece¨® por anticipaci¨®n. No fue un remate descomunal, pero Manu Herrera, el portero visitante, no logr¨® domar la pelota. La l¨®gica se impon¨ªa en el juego y el ¨¢rbitro, Clos G¨®mez, manten¨ªa la suya, m¨¢s peculiar. Esta vez fue un toquecito de Mosquera a Marcelo, un calco del penalti en la otra ¨¢rea. El colegiado fue coherente. Cristiano, como acostumbra, revent¨® la red. El Elche, con una alineaci¨®n muy reformada respecto a la que present¨® en el partido de su Liga ante el Eibar, ya estaba en la lona. Al cuadro de Fran Escrib¨¢ solo le restaba apelar al hero¨ªsmo de la debilidad, lo que hizo para dejar el Bernab¨¦u sin una zurra todav¨ªa mayor

De sopet¨®n, en un toque de corneta, el Madrid se qued¨® sin opositor. Lo certific¨® de nuevo Cristiano, con un cabezazo de escuela, una suspensi¨®n con muelles y un giro de cuello rotundo para estallar la pelota en la red. La asistencia, de Marcelo, activo y con chispa toda la jornada. Sin nueves, el conjunto de Ancelotti estaba m¨¢s que apa?ado con dos goles de ariete cl¨¢sico firmados por Bale y CR, que dominan todos los registros. El Madrid se desat¨® hasta el descanso, solo frenado por Manu Herrera, que firm¨® varias paradas de m¨¦rito.

Sin ¡®nueves¡¯ en el campo, CR y Bale firmaron goles de ariete cl¨¢sico

Resuelto el marcador, el equipo madridista seste¨® un tiempo en el segundo acto, periodo propicio para que el t¨¦cnico italiano administrara los descansos, probara con Nacho como central y diera carrete otra vez a Chicharito. Un tr¨¢mite general del que solo se desmarc¨® Cristiano, que jam¨¢s pierde el apetito. Pasalic le hizo el penalti m¨¢s penalti de la noche y el portugu¨¦s, que no se relaja ni en las verbenas, marc¨® el cuarto, y luego el quinto. Y, entre medias, se mosque¨® por unas cuantas intervenciones del meta visitante. Siempre quiere m¨¢s y m¨¢s. Tanto que ya lleva nueve tantos en cinco jornadas de Liga. En Riazor, un tr¨ªo; ante el Elche, un p¨®quer. Por algo el Madrid ha producido 18 goles en sus tres ¨²ltimas citas. En la noche de Keylor, al que nadie despein¨®, se col¨® Illarramendi, pero los focos, c¨®mo no, fueron para Cristiano.