Valverde, el coleccionista
El espa?ol consigue su sexta medalla, cuarta de bronce, en un Mundial en el que triunf¨® el arrojo del polaco Kwiatkowski tras un descenso espectacular bajo la lluvia
No hay nada peor que saberse de memoria una pel¨ªcula antes de verla y que el final sorprenda al sabio con un cambio inesperado de protagonista, y que, adem¨¢s, el suyo, su protagonista, termine donde tem¨ªa. As¨ª le ocurri¨®, y as¨ª lo confes¨®, a Javier M¨ªnguez, el seleccionador espa?ol de ciclismo, que sab¨ªa c¨®mo se iba a desarrollar el Mundial de Ponferrada, y as¨ª lo anticipaba cada minuto, pero que igual que tem¨ªa que su Alejandro Valverde volviera a quedarse a un par de pelda?os de la gloria, no pudo prever que un polaco de 24 a?os, cabez¨®n y de un nombre tan dif¨ªcil de escribir, Michal Kwiatkowski, como de pronunciar (se pronuncia as¨ª, dijo ¨¦l: Mij¨¢l Quiviatcouvsqui) atacara en un descenso lluvioso para, con arrojo (¡°?C¨®mo baja este!¡±, dijo luego M¨ªnguez; ¡°?C¨®mo se la ha jugado!¡±, exclam¨® luego Purito Rodr¨ªguez), llegar a la cima posterior del repecho no con 10 segundos sino con solo 8 segundos que le permitieron mover el mundo y acabar el d¨ªa, cuando el sol derrot¨® por fin a las grises nubes a orillas del Sil, vestido de arco¨ªris.
Clasificaci¨®n
1. Michal Kwiatkowski (POL) en 6h 29m 07s
2. Simon Gerrans (AUS) a 1s
3. Alejandro Valverde m.t.
4. Matti Breschel (DIN) m.t.
5. Greg Van Avermaet (BEL) m.t.
6. Tony Gallopin (FRA) m.t.
7. Philippe Gilbert (BEL) a 4s
8. Alexander Kristoff (NOR) a 7s
9. John Degenkolb (ALE) m.t.
10. Nacer Bouhanni (FRA) m.t.
La pel¨ªcula que anticipaba M¨ªnguez, y en la que idealmente su Valverde habr¨ªa sido capaz de dejar de rueda a todos en el m¨ªnimo repecho para llegar solo a meta, se desarroll¨® matem¨¢tica durante seis horas y 20 minutos, hasta nueve minutos antes de su final. La pel¨ªcula, como todos los Mundiales, carrera en la que el cansancio golpea por acumulaci¨®n de peque?os esfuerzos, no por sobredosis s¨²bita, comenz¨® como un tiovivo de feria, tediosa y aparentemente sin sentido, hasta que, entonces, de repente, como anticip¨® tambi¨¦n Giancarlo Ferretti, el consejero ¨¢ulico del equipo italiano, un movimiento tel¨²rico de unos cuantos figuras la transform¨® en una monta?a rusa.
El movimiento que daba sentido a las horas de acumulaci¨®n somn¨ªfera (a ritmo de la blanquirroja Polonia, o del primer Polanski, si se prefiere) lo provoc¨®, por supuesto, Italia, quien precipit¨® el desenlace a cuatro vueltas del final, a m¨¢s de 70 kil¨®metros, con un ataque de sus figuras Aru y Visconti (aconsejados desde detr¨¢s de las vallas por un director de escena en moto y con barba, llamado Luca Paolini, ciclista del Katusha, conectado v¨ªa radio con el jefe t¨¦cnico, Davide Cassani, seg¨²n denunci¨® M¨ªnguez: los pinganillos est¨¢n prohibidos en el Mundial y cada t¨¦cnico se busca la vida para comunicarse con sus corredores), que, pese a estar avisados, pill¨® desprevenidos a los espa?oles, mal colocados en una rotonda estrat¨¦gica.
Viendo qui¨¦n me rodeaba, pens¨¦ que no lograr¨ªa medalla¡± Alejandro Valverde
Pese a que lo lograron neutralizar con el sacrificio temprano de algunas de las fuerzas del atento Purito, el hombre que ve un segundo antes de que suceda lo que los dem¨¢s tardan una hora en apreciar, y de Herrada, y con el esfuerzo generoso de Dani Navarro. Sin embargo, la carrera ya estaba lanzada y rota, y para pasmo de Valverde, y p¨¢nico, ninguno de los sprinters a los que tanto tem¨ªa se hab¨ªa descolgado, ni tampoco ninguno de los ciclistas capaces de quedarse solos con un ataque explosivo.
¡°Viendo qui¨¦n me rodeaba en la ¨²ltima vuelta, todos los r¨¢pidos, y todos pendientes de mi rueda, llegu¨¦ a pensar que ni siquiera conseguir¨ªa una medalla¡±, confes¨® Valverde, quien atac¨® donde ten¨ªa previsto despu¨¦s de que Purito, devoto hasta el final, le preparara el terreno.
El palmar¨¦s
2013. Oro: Rui Costa (POR), Plata: Purito Rodr¨ªguez, Bronce: Alejandro Valverde.
2012. Oro: Gilbert (BEL), Bronce: A. Valverde.
2011. Oro: Cavendish (R.U.).
2010. Oro: Hushovd (NOR).
2009. Oro: Evans (AUS), Bronce: Purito Rodr¨ªguez.
2008. Oro: Ballan (ITA).
2007. Oro: Bettini (ITA).
2006. Oro: Bettini (ITA), Bronce: A. Valverde.
2005. Oro: Boonen (BEL), Plata: A. Valverde.
2004. Oro: Oscar Freire.
2003. Oro: Igor Astarloa, Plata: A. Valverde.
Su ataque en el ¨²ltimo repecho, el alto del Mirador, una vez pasado el t¨²nel que cierra el dique del embalse, de todas maneras, t¨ªmido ¡ª¡°el terreno no daba para m¨¢s¡±, dijeron M¨ªnguez y ¨¦l al un¨ªsono¡ª, no gener¨® ninguno de los beneficios esperados: ni le acerc¨® a Kwiatkowski, quien hab¨ªa sorprendido a todos arriesgando lo que ning¨²n otro os¨® arriesgar en el descenso previo, consiguiendo delante de todos en una curva tan peligrosa que hasta la Cruz Roja hab¨ªa plantado all¨ª su tienda, los segundos preciosos que le har¨ªan inalcanzable, ni le permiti¨® separarse de los dem¨¢s ciclistas de sus caracter¨ªsticas, Gilbert, Van Avermaet, Gerrans o Gallopin.
As¨ª, un a?o m¨¢s, el sexto, el murciano pragm¨¢tico debi¨® conformarse con prepararse para intentar ganar un peque?o sprint por la medalla de plata en el que, como siempre ¡ª¡°es m¨¢s r¨¢pido que yo¡±, dijo el murciano¡ª, le derrot¨® el australiano Simon Gerrans, el mismo que le gan¨® esta primavera la Lieja. Es el sexto metal del coleccionista Valverde, el cuarto bronce que suma a sus dos platas.
¡°El ciclismo es injusto con Valverde, al que debe un Mundial, por lo menos¡±, lamentaba su director en el equipo Movistar, Eusebio Unzue. ¡°Esto es como la loter¨ªa¡±, resumi¨®, filos¨®fico, M¨ªnguez. ¡°No nos ha tocado el gordo ni el segundo premio, sino el tercero. Algo es algo¡±, cerr¨®.
El bronce apenas fue valorado por la selecci¨®n en s¨ª: ninguno de los corredores, ni siquiera Valverde, quiso organizar una fiesta en el hotel para celebrarlo.
El ciclismo es injusto con ¨¦l, le debe al menos un Mundial¡± Eusebio Unzue
El maillot arco¨ªris lo vestir¨¢ en 2015 Kwiatkowski, del equipo Omega, un ciclista de los que gustan a la afici¨®n por su audacia y seriedad. Comenz¨® su carrera profesional en 2010 en el Caja Rural navarro, donde quiso criarlo Unzue, due?o de su ficha, antes de hacerlo pasar a su Movistar, y vivi¨® en Alsasua. Como Unzue, al a?o siguiente, no lo consider¨® v¨¢lido para su equipo, se movi¨® r¨¢pido Johan Bruyneel, quien pese a su gordura (el ciclista pesaba ocho kilos m¨¢s que en la actualidad), lo fich¨® para el RadioShack.
Despu¨¦s, en 2012, a la hora de renovarlo, se le anticip¨® m¨¢s generoso Lef¨¦v¨¨re, quien le at¨® para siempre en un Omega en el que sigue una carrera un tanto indefinida y explotada. Despu¨¦s de un ¨²ltimo Tour de Francia frustrante, una estancia en la altitud italiana de Livigno le permiti¨® recuperarse para poder emocionar y ganar el Mundial de Ponferrada, el punto de partida de una carrera de clasic¨®mano que se antoja sin l¨ªmites para Kwiatkowski, tambi¨¦n notable contrarrelojista, habitante de Italia ahora y novio de Agatha, y cuyo nombre, dentro de nada, no sonar¨¢ tan raro.
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