Bola a James
Ancelotti conf¨ªa en que el criterio del fichaje m¨¢s arriesgado de Florentino P¨¦rez le convierta en un jugador fundamental
![Diego Torres](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F905d2291-3bc7-4951-9b10-14c4000df79f.png?auth=71540af241da7b2d45e7ccd8aac79de09feb0b15263f9f39b72b24c67ae654b5&width=100&height=100&smart=true)
![James, del Madrid, en el partido contra el Levante,](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CS47YXOXNFAWBXR73U4KVV247U.jpg?auth=d253e1cb979382abd35e567a0f3054f6c8c8dd9f928cc3034cc3430f5b29c6e7&width=414)
Los equipos de f¨²tbol son el resultado de fuerzas en tensi¨®n. La fuerza del presidente defendiendo sus intereses, la fuerza del entrenador maniobrando para imponer sus ideas, y la fuerza de los jugadores haciendo lo posible para que se respeten sus puntos de vista. La ¨²ltima vez que estos tres poderes se agitaron en el Madrid fue tras el partido de Villarreal. El vestuario se convirti¨® en un hervidero de gente quej¨¢ndose de la poca colaboraci¨®n de los centrocampistas a la hora de defender. Los veteranos como Arbeloa, Cristiano, Ramos, Pepe o Casillas lamentaban el desequilibrio de una plantilla en la que casi todo el mundo es mediapunta o fue mediapunta en su periodo de formaci¨®n. El Villarreal les remat¨® 19 veces y los jugadores esgrimieron una explicaci¨®n recurrente: James no hab¨ªa tapado la banda derecha.
El partido de James en el campo del Levante ¡ªdos asistencias y un gol¡ª supuso un alivio para todos. El s¨¢bado, el mediapunta colombiano fue el futbolista m¨¢s decisivo del Madrid. Din¨¢mico, concreto y punzante, hizo las jugadas que pusieron punto final a la parte disputada del partido: el pase a Chicharito que desemboc¨® en el penalti del 0-1 y el pase a Chicharito en el 0-2. Solo entonces, con el rival hundido, Isco y Cristiano se lucieron.
James es el fichaje m¨¢s arriesgado que ha hecho Florentino P¨¦rez desde que lleg¨® al club en 2000, que ya es decir. El presidente se fij¨® en el colombiano durante el Mundial de Brasil, inmediatamente despu¨¦s de descartar a Luis Su¨¢rez. Cuentan en el club que el mandatario no tard¨® ni un d¨ªa en cambiar cromos, alarmado tras la mordida de Su¨¢rez a Chiellini. Los motivos exactos de su elecci¨®n solo los sabe Florentino P¨¦rez. Los t¨¦cnicos ni la esperaron ni la recomendaron. El director general, Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez, tampoco vio en el colombiano una figura rentable. No es lo mismo amortizar el fichaje de una estrella desarrollada en el mercado anglosaj¨®n que hacerlo de un sudamericano que viene del M¨®naco. Los 80 millones que pag¨® el Madrid por James fueron, desde el punto de vista de los expertos futbol¨ªsticos y econ¨®micos, un malabarismo.
En Valdebebas aseguran que lo primero que evalu¨® de James el entrenador, Carlo Ancelotti, fue su posici¨®n. El t¨¦cnico se?al¨® que James era un enganche de categor¨ªa mundial pero como volante interior podr¨ªa no destacar m¨¢s all¨¢ de la vulgaridad. Hab¨ªa que esperar. Su puesto ideal era detr¨¢s del punta en un esquema de 4-2-3-1. Imposible en este Madrid de Bale, Benzema y Cristiano. La inversi¨®n del club, sin embargo, obligaba a insertarlo. Meterlo en un 4-3-3, cuando no en un 4-4-2, fuera de su ¨¢mbito natural de expresi¨®n.
Cualquier entrenador m¨¢s o menos ortodoxo habr¨ªa rechazado la idea de jugar con James, Kroos, Modric, Benzema, Bale y Cristiano. El a?o pasado, en el M¨®naco, el italiano Claudio Ranieri le mand¨® al banquillo. ¡°Piensa como un atacante¡±, se justific¨®, ¡°pero tambi¨¦n debe defender. Es un gran jugador. Cuando tiene el bal¨®n siempre pasa algo. Puede jugar en una banda, pero creo que es mejor detr¨¢s de Falcao¡±.
Lo primero que hizo Ancelotti para que James se sintiera c¨®modo fue modificar los h¨¢bitos defensivos de todo el equipo. Mand¨® al Madrid a defender m¨¢s arriba, a intentar presionar y tener m¨¢s la pelota en campo contrario. La cosa no siempre funcion¨®. A veces, como en San Sebasti¨¢n, Villarreal o Sof¨ªa, las l¨ªneas se separaron en exceso. Entonces los defensas protestaron. Se les vio hacer aspavientos en el campo, reclamando a los volantes que colaboraran. Gestos que van contra los c¨®digos del f¨²tbol porque denuncian a los compa?eros ante el p¨²blico. No les import¨®.
Los veteranos le se?alaron tras el desequilibrio defensivo ante el Villarreal
Los veteranos creyeron necesario demostrar su disgusto para que tanto la afici¨®n como Ancelotti supieran que aquello deb¨ªa corregirse. Que en el medio hab¨ªa demasiados artistas y que, por ese camino, tropezar¨ªan y los defensores se quedar¨ªan en evidencia sin tener la culpa.
Ancelotti maniobr¨® entre dos aguas: el palco y el vestuario. Pas¨® la crisis y llegaron las goleadas. El 5-0 al Athletic y el 0-5 al Levante. Entretanto, James se creci¨®. A sus 23 a?os demuestra tener car¨¢cter y determinaci¨®n en modificar sus costumbres. En el Ciutat de Val¨¨ncia no se limit¨® a tocarla. Pele¨®. Rob¨® cuatro balones, frente a dos de Isco, cinco de Modric y ocho de Kroos.
La progresi¨®n coincide con las ¨²ltimas impresiones de Ancelotti. Ahora el entrenador advierte que James puede convertirse en la gran sorpresa de la temporada. Observa que es un chico en¨¦rgico, resistente para cubrir espacios en el mediocampo, y muy ordenado. Ancelotti apunta a sus colaboradores que sin el bal¨®n todav¨ªa debe mejorar su nivel de atenci¨®n; pero subraya que cuando tiene la pelota es m¨¢s claro que Di Mar¨ªa. Esta capacidad para hacer la pausa, juzgar con criterio y repartir el juego podr¨ªan darle al equipo un equilibrio insospechado desde la posesi¨®n. Incluso actuando fuera de su puesto natural. Incluso en el centro del campo. Si James contin¨²a en esta l¨ªnea podr¨ªa transformarse en un jugador fundamental. Tan importante o m¨¢s de lo que fue Di Mar¨ªa.
El pr¨®ximo s¨¢bado, el d¨ªa del cl¨¢sico, el partido m¨¢s determinante en lo que va de temporada, una cosa ser¨¢ segura en los planes del Madrid. No hay estrategia sin darle bola a James.
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