Otra gozada del Madrid
El conjunto de Ancelotti supera con suficiencia al equipo andaluz con tantos de Cristiano Ronaldo, Benzema y dos de James
El Real Madrid de hoy juega con todo el encanto, bien casi siempre y muy bien a¨²n con m¨¢s frecuencia. Tiene un flechazo con la pelota, a la que hace arrumacos, y esta le corresponde con golazos, como los que se vieron en Granada. Una delicia de James, una genialidad de Cristiano para Benzema. Hay, si cabe, mucho m¨¢s que f¨²tbol ingenioso y acad¨¦mico en este Madrid que puede jugar al pie y en carrera, pero con orden. Se refugia con el bal¨®n, lo que le blinda en defensa, y no se desenchufa, como en la p¨¢jara de Anoeta. Se despliega con una seguridad extraordinaria y no se concede chuflas. Quiz¨¢ le llegue el baj¨®n, porque el f¨²tbol puede ser circunstancial, pero en estos tiempos el equipo de Carlo Ancelotti no tiene tachas, va como un tiro: 11 victorias consecutivas, 54 goles en 17 partidos oficiales. Los rivales, sean el Bar?a o el Granada, se desvanecen sin remedio. En Los C¨¢rmenes, al conjunto local, solo le quedaron algunas migajas con 0-3, cuando el partido ya estaba desali?ado. El resto fue un solo del Madrid.
Granada, 0-Real Madrid, 4
Granada: Roberto; Nyom, Babin, Murillo, Juan Carlos; Foulquier, Iturra, Eddy (Javi M¨¢rquez, m.46), Sissoko; Jhon C¨®rdoba (Rochina, m.65) y Success (El Arabi, m.50).
Real Madrid: Casillas; Carvajal (Arbeloa, m.38), Pepe, Ramos, Marcelo; James, Kross, Modric (Khedira, m.75), Isco (Illarra, m.83); Cristiano y Benzema.
Goles: 0-1 M.2. Cristiano. 0-2. M.31. James. 0-3. M.54. Benzema. 0-4. M.86. James.
?rbitro: Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez (Castellano-manchego). Amarilla Eddy, Modric y Arbeloa.
Estadio Nuevo Los C¨¢rmenes ante 19.000 espectadores.
Quiz¨¢, puede que sin querer, Ancelotti, con una trayectoria ambulante en los banquillos, est¨¦ ante su primera obra de autor. Sus equipos sol¨ªan ser solventes sin grandes se?as de identidad. Ahora, este Madrid que gestiona con naturalidad y sin broncas, comienza a tener pensamiento propio. Ha cambiado de sello y hoy, pase a pase, parece imparable. Abocado a rectificar el manual para adaptarse a la pol¨ªtica de fichajes del club, el italiano ha logrado que muchos de sus chicos rindan de maravilla en posiciones que siempre fueron ortop¨¦dicas para ellos. Un d¨ªa es Kroos, otro Isco o James. O, por ejemplo, Modric, que en Granada dio un recital durante 75 minutos, suficientes para dar toques hasta el delirio con todas las hormas, fuera el empeine interior, el exterior, de punterita.
Modric fue un reloj con botas, otro p¨®ster de este Madrid que le ha pillado el gusto a eso de mimar la pelota, lo que le procura cuajo defensivo sin perder gancho ofensivo. Como prueba el golazo de James, de museo, evocador de su pict¨®rico tanto a Uruguay en el Mundial de Brasil. Este colombiano engatilla sin miramientos, de forma instant¨¢nea. Con el bal¨®n en brinco, arm¨® esa pierna izquierda prodigiosa que tiene y en un parpadeo lo aloj¨®, como quien sirve en bandeja, en la escuadra derecha de Roberto. Un gol de pa?uelos, un do de zurda. Tambi¨¦n fue para fardar el tercer tanto, una exquisitez de Cristiano, que, de espaldas, asisti¨® de espuela a Benzema en el balc¨®n del ¨¢rea local. As¨ª son los genios, tienen hasta luces en el cogote.
Todo es arm¨®nico y el equipo va como un tiro: 11 victorias seguidas y 54 goles a favor
Al margen del emboque c¨®smico de James, la chistera de CR y la sinfon¨ªa de Modric, tambi¨¦n hubo partido, el que se le antoj¨® al Madrid, a este Madrid de verso en verso. Un equipo que jornada a jornada se demuestra a s¨ª mismo que no hay motivos para renunciar a un tipo de f¨²tbol, el trazo corto o el de las luces largas, siempre que ambos se administren con tino. Es el caso. El grupo selecciona con ojo cl¨ªnico y ya no se desequilibra cuando se dispara a campo abierto. Los jugadores se hacen coberturas, en ataque y en la retaguardia. Todo es arm¨®nico gracias a la suma de cuatro centrocampistas, al despliegue constante de los laterales y a la posici¨®n m¨¢s centrada de Cristiano. Sin Bale, Ronaldo es el ¨²nico con derecho a mirar siempre al frente, pero al descolgarse por el embudo, en caso de emergencia taponan Kroos y Modric. Al tener un equipo m¨¢s ancho, por las orillas, donde antes dejaban un boquete el luso y el gal¨¦s, ahora faenan Isco y James como mosqueteros de Carvajal y Marcelo, que atraviesan un momento plet¨®rico.
El gusto por mimar la pelota les procura cuajo defensivo sin perder gancho ofensivo
Tan optimistas est¨¢n todos, que fue precisamente Carvajal el que a los dos minutos se entreg¨® a la causa para recuperar como fuese una pelota que era s¨ª o s¨ª del central Murillo. El colombiano, perplejo, reclam¨® falta y abandon¨® la jugada. Carvajal no sabe lo que es rendirse antes de que suene el silbato judicial, as¨ª que enlaz¨® con Benzema y este con CR, que hizo de CR. O sea: gol. Un mazazo para el Granada, en el que se supon¨ªa que Caparr¨®s hab¨ªa alistado a una columna de piquetes para al menos competir. Mucho m¨²sculo y nada de f¨²tbol en un equipo que se vio desamparado muy pronto, se hart¨® de correr tras la pista de la pelota y su juego frontal y directo fue puro garraf¨®n. Ni un sustito para Casillas y los suyos hasta que el partido se iba, ya con el marcador imposible para los rojiblancos. El Madrid no est¨¢ por regalar nada y, en dos ocasiones, Sergio Ramos espant¨® la pelota cuando se dirig¨ªa a la red.
Antes de la lesi¨®n de Carvajal, Ramos sufri¨® el ¨²nico percance para el Madrid, un planchazo al pecho que le dio Pepe en el ¨²nico cortocircuito del equipo. Lo dem¨¢s fue un repertorio madridista cerrado por James con el atropellado cuarto tanto del d¨ªa, el menos vistoso de este Real con tanta destreza como eficacia. Con arte y golazos, de gozada en gozada con mucho estilo. Porque claro que importa el estilo. Un doble motivo para el brindis: por ganar y por el c¨®mo se gana. Este Madrid lo tiene todo.
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