Michael Garcia, de Wall Street a ¡®sheriff¡¯ de la FIFA
El responsable de investigar la designaci¨®n de Qatar 2022 tiene una larga experiencia judicial en Estados Unidos
El que era considerado el sheriff de Wall Street lo es ahora de la Fifa. Michael Garcia, de 53 a?os, es el encargado desde hace dos a?os de investigar los supuestos sobornos en la designaci¨®n de Qatar como sede del Mundial de f¨²tbol de 2022. Este reputado jurista de origen hispano tiene en sus manos el futuro de la mayor organizaci¨®n del mundo del f¨²tbol.
Experiencia en empresas de ese calado no le falta a Garcia, hijo de una familia humilde de las afueras de Nueva York. Durante sus 16 a?os en el sector p¨²blico -entre 1992 y 2008- trabaj¨® como asistente y luego como fiscal general en la oficina del distrito sur de Nueva York, una de las m¨¢s prestigiosas de Estados Unidos, y en los departamentos de Seguridad Interior y Comercio bajo la Administraci¨®n del republicano George W. Bush. Hace seis a?os abandon¨® la Fiscal¨ªa por un puesto de socio en un importante bufete de abogados en Nueva York.
En mayo de 2011 Garcia -cuya esposa es agente del FBI y con la que tiene tres hijos- son¨® con fuerza como candidato a la direcci¨®n de la agencia policial, pero el presidente de EE UU, Barack Obama, opt¨® por alargar el mandato del director actual. Un a?o despu¨¦s, en junio de 2012, se convert¨ªa en el m¨¢ximo responsable del comit¨¦ ¨¦tico de la Fifa, un nuevo puesto creado al calor de las extendidas acusaciones de irregularidades en la la designaci¨®n de Qatar 2022.
Su misi¨®n es ¡°no dejar ninguna piedra sin levantar¡± en su cruzada por descubrir si se produjeron negligencias, lo que le ha hecho labrarse un buen n¨²mero de enemigos en la organizaci¨®n que intentaron, sin ¨¦xito, desbancarlo de su puesto el pasado marzo.
¡°Como fiscal, mostr¨® que era justo y tenaz¡±, afirma Preet Bharara, su sustituto en la oficina del distrito sur de Nueva York, en el que se ubica el epicentro financiero de Wall Street. ¡°Estoy seguro de que est¨¢ llevando todas esas cualidades al trabajo que hace hoy¡±, a?ade en una respuesta por correo electr¨®nico.
Durante su etapa judicial, Garcia impuls¨® varias investigaciones de renombre. Como asistente en la oficina del fiscal entre 1992 y 2001 particip¨® en varios casos de terrorismo, como los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York en 1993 y a embajadas de EE UU en ?frica en 1998. M¨¢s tarde fue vicepresidente para Am¨¦rica de Interpol, y en 2001 entr¨® a trabajar para la Administraci¨®n Bush. Durante cuatro a?os se encarg¨® de supervisar las limitaciones de exportaciones de armamento y el cumplimiento de protocolos contra el blanqueo de dinero.
Hasta que en 2005 cumpli¨® uno de sus grandes sue?os y fue designado con el mayor cargo de fiscal en Nueva York, con m¨¢s de 250 abogados y ocho condados -entre ellos Manhattan- bajo su control. Durante ese per¨ªodo volvi¨® a generar grandes titulares de prensa y suculentas pol¨¦micas, sobre todo por su decisi¨®n de no presentar cargos contra Eliot Spitzer, exgobernador dem¨®crata del estado de Nueva York, por su implicaci¨®n en un esc¨¢ndalo de prostituci¨®n que le llev¨® a dimitir a comienzos de 2008. La oficina de Garcia hab¨ªa iniciado la investigaci¨®n de los pagos que efectu¨® Spitzer, pero finalmente desestim¨® ir m¨¢s all¨¢ porque no hab¨ªa ¡°evidencias suficientes de que cometiera alguna infracci¨®n relacionada".
Garcia hizo de la lucha contra la corrupci¨®n su mayor prioridad, pero sus cr¨ªticos lamentan que no impulsara ninguna investigaci¨®n de calado contra las negligencias financieras que empezaron a aflorar en 2007 y 2008, en la antesala de la crisis econ¨®mica. Eso s¨ª, demostr¨® que no le tiembla el pulso al enfrentarse a grandes organizaciones al destapar conductas fraudulentas en el programa de la ONU de petr¨®leo por alimentos. Ahora se vuelve a enfrentar a un gigante, en este caso la FIFA. Al dejar el cargo a finales de 2008 dijo que ¡°en cada decisi¨®n intentas buscar la equidad, al final tratas de que se haga justicia¡±. Solo el tiempo dir¨¢ c¨®mo acaba su cruzada.
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