¡°El elogio constante es peligroso¡±

Apareci¨® al son del ¡°Me va, me va¡± de Julio Iglesias. A paso ligero. Sonriente. Trajeado. Rafael Nadal pas¨® por Madrid y se subi¨® a un escenario rodeado de luces azul zafiro para analizar una temporada que vivi¨® atado a una monta?a rusa, porque alcanz¨® la final del Abierto de Australia, gan¨® su noveno Roland Garros y entre medias pen¨® de la espalda, se perdi¨® tres meses de competici¨®n por una lesi¨®n de mu?eca y finalmente tuvo que clausurar el curso para operarse del ap¨¦ndice. ?Un a?o para olvidar?

¡°El deporte es de victorias, no de derrotas, las victorias son lo que queda¡±, explic¨® el campe¨®n de 14 grandes ante una audiencia entregada, que le recibi¨® con una larga ovaci¨®n. ¡°Ha sido un a?o complicado, sin ninguna duda. Desde el problema de la espalda hasta el de mu?eca, la apendicitis¡­ pero he conseguido jugar una final de Grand Slam y sobre todo he ganado otro¡±, record¨® en un acto al que acudi¨® como embajador del Banco Sabadell. ¡°Eso es lo que va a quedar. Las cosas malas no quedan. Lo veo de esta manera. Lo conseguido, conseguido est¨¢, no me lo van a quitar¡±.

A los 28 a?os, Nadal analiza su carrera con pausa. Lejos del adolescente que asombr¨® al mundo, hoy es un hombre maduro, apegado a sus ra¨ªces, ¨¢vido de redondear un palmar¨¦s de ensue?o y todav¨ªa con el punto de ambici¨®n suficiente como para enfrentarse a los problemas f¨ªsicos a cambio de seguir siendo competitivo en la b¨²squeda de m¨¢s t¨ªtulos. Lleva un decenio de ¨¦xitos. En 2004 logr¨® el que le lanz¨® a la fama, una Copa Davis ¨¦pica conquistada contra Estados Unidos en Sevilla. Desde entonces, se ha doctorado en la competici¨®n, de la que se ha ausentado en 2014 por problemas f¨ªsicos y pese a que Carlos Moy¨¤, su amigo y mentor, se sentaba en el banquillo. Con el equipo convertido en un polvor¨ªn por el nombramiento de Gala Le¨®n como seleccionadora, al mejor tenista espa?ol se le pregunt¨® si volver¨ªa a luchar por La Ensaladera o se alejar¨ªa ¡°del l¨ªo¡±.

Tengo y he tenido problemas f¨ªsicos que no me permiten hacer las cosas que quer¨ªa hacer en todo momento, tengo que seleccionar"

¡°Los l¨ªos que hay no afectan a la participaci¨®n o no, simplemente hacen m¨¢s complicado el bienestar y la armon¨ªa entre los jugadores¡±, dijo el mallorqu¨ªn, que el lunes pondr¨¢ la primera piedra de su academia en Manacor (Mallorca). ¡°No deber¨ªa de afectar a algo en los que est¨¢s representando a un pa¨ªs. Tengo y he tenido problemas f¨ªsicos que no me permiten hacer las cosas que quer¨ªa hacer en todo momento, tengo que seleccionar. En ning¨²n momento estoy diciendo que no voy a jugar. Voy a volver a jugar en alg¨²n momento¡±.

El n¨²mero tres mundial ya piensa en 2015. Diciembre le descubrir¨¢ entren¨¢ndose con vistas al Abierto de Australia. Entonces, en la cena de Navidad, a su alrededor se sentar¨¢n las mismas caras de siempre. Toni Nadal, su t¨ªo y t¨¦cnico, esculpi¨® sus golpes y completa el viaje de su carrera desde el primer d¨ªa. Carlos Costa, exn¨²mero diez mundial, fue su agente desde ni?o y a¨²n hoy se ocupa de gestionar sus contratos o el Rafa Nadal Tour, su circuito para j¨®venes promesas. Benito P¨¦rez-Barbadillo, su jefe de comunicaci¨®n, le conoce desde que era un adolescente. Francis Roig, el t¨¦cnico que da continuidad al trabajo de Toni, y Jordi Robert, su enlace con uno de sus patrocinadores, son presencias constantes en su carrera. Joan Forcades y su coleta siempre pusieron a punto su f¨ªsico. Rafael Maym¨°, fisioterapeuta, fue de los ¨²ltimos en llegar al grupo, y enseguida se hicieron inseparables: para Nadal es como un hermano. El mallorqu¨ªn, que es el competidor definitivo, no cambia nada para que todo siga igual y vive la estabilidad como una ventaja competitiva.

El deporte es de victorias, no de derrotas, las victorias son lo que queda¡±

¡°En cualquier ¨¢mbito de la vida de personas que destacan, que triunfan en lo que hacen, nos acostumbramos al elogio constante, y el elogio constante es peligroso, negativo¡±, advirti¨®. ¡°Por eso, cuando te dicen cosas que no son elogios tiendes a no querer escuchar, a culpar a esas personas. Por eso hay tantos cambios de entrenador, de entornos, en gente que triunfa en la vida¡±, sigui¨®. ¡°He sabido dar a los otros la libertad y la flexibilidad de decirme lo que cre¨ªan. Todos se han sentido libres de decirme cu¨¢ndo las cosas las hago bien y cuando mal. Es la mayor virtud que he tenido (¡­) Tener el mismo equipo durante tantos a?os hace que me conozcan bien, que sepan lo que necesito en cada momento. Una gran suerte¡±.