CR pilla a Ra¨²l y Ancelotti a Mourinho
El Madrid iguala la mejor racha de victorias de su historia (15) tras ganar en Basilea Tras el tanto, el equipo se afloja y se olvida de mimar la pelota
En tiempos en los que se suceden los r¨¦cords individuales, el Madrid de Cristiano logr¨® en Basilea su principal objetivo, igualar un pleno colectivo de 15 victorias consecutivas. Una marca hist¨®rica en un club ganador entre ganadores fijada por el Madrid de Miguel Mu?oz de la temporada 1960-1961 y por el de Jos¨¦ Mourinho en la 2011-2012. Y lo hizo, como de costumbre, con un tanto de CR. Le bast¨® tras un partido mediocre, nada que ver con el Madrid de los ¨²ltimos meses. Al equipo le falt¨® mayor control, se agriet¨® m¨¢s de la cuenta y no tuvo la armon¨ªa de otros d¨ªas. Pese a ello, consigui¨® todos sus prop¨®sitos: compartir una plusmarca, el primer puesto del grupo asegurado y Sergio Ramos, que no podr¨¢ disputar la ¨²ltima jornada, limpio de tarjetas para la primera eliminatoria.
BASILEA, 0-REAL MADRID, 1
Basilea: Vacl¨ªk; Degen (Hamoudi, m. 76), Sch?r, Suchy, Safari; Elneny, F. Frei (D¨ªaz, m. 83), Zuffi (Kakitani, m. 87); Gonz¨¢lez, Embolo y Gashi. No utilizados: Vailati; Samuel, Delgado y Calla.
Real Madrid:Navas; Arbeloa, Varane, Ramos, Coentr?o; Isco (Nacho, m. 94), Kroos, James Rodr¨ªguez (Marcelo, m. 89); Bale, Benzema (Illarramendi, m. 71) y Cristiano. No utilizados: Casillas; Nacho, Medr¨¢n, Torro y Chicharito.
Gol: 0-1. M. 35. Cristiano.
?rbitro: Milorad Mazic (Serbio). Amonest¨® a los locales Degen, Suchy y Sch?r, y a los visitantes Ramos y Coentr?o.
Saint-Jakob-Park, ante unos 38.000 espectadores.
No fue el mejor Real Madrid del curso. La jornada no era angustiosa. Al fin y al cabo, para los blancos hab¨ªa en juego m¨¢s r¨¦cords que puntos. Sin objetivos en la clasificaci¨®n, el equipo de Ancelotti quiso ser pr¨¢ctico, pasar por Basilea sin gran desgaste. La idea era forrarse con la pelota, con calma, con m¨¢s juego corto que largo, pero m¨¢s por evitarse rasgu?os que por provocarlos. Eran rondos pasajeros para poner el tiempo entre par¨¦ntesis. Tampoco le resultaba sencillo infiltrase en b¨²squeda del gol ante el numeroso destacamento de defensas rivales. Hasta que emboc¨® Ronaldo, el conjunto suizo, con vida a¨²n en la Champions, se dedic¨® a capear delante de su portero y a cruzar los dedos con alguna carrera del velocista Embolo. El camerun¨¦s, de solo 17 a?os, cre¨® alg¨²n quebradero a Ramos y Varane, a los que cost¨® congeniar, aunque sin peligro para Keylor Navas hasta pasada la hora, cuando el costarricense respondi¨® de maravilla en una salida ante el delantero africano. Navas, ya en el suelo, meti¨® una mano prodigiosa.
Con la apuesta de Ancelotti por los peloteros m¨¢s virtuosos, para el Madrid es capital que las tres l¨ªneas guarden la distancia adecuada, que se muevan de forma sincronizada para reducir los espacios y no dejar grietas. Si la retaguardia recula y el ataque se estira, los centrocampistas dudan a qui¨¦n socorrer y llega el desequilibrio. Lo tuvo el Madrid en algunas fases, sobre todo cuando sus defensas no dieron un paso al frente y de forma acentuada en el segundo tramo. Puede que tuviera que ver que de los cuatro zagueros ¡ªcon Carvajal fuera de juego por una gripe¡ª solo Ramos sea un asiduo en las alineaciones. El Basilea no se lo hizo pagar al Madrid por su escaso talento ofensivo. Lo contrario que al campe¨®n europeo, al que le vale media oportunidad para cantar bingo.
Keylor Navas, con una mano prodigiosa, respondi¨® de maravilla ante el velocista Embolo
El partido transcurr¨ªa sin emociones cuando Benzema cit¨® a los defensas rivales en la posici¨®n de extremo izquierda. Con un cambio de ritmo tras otro, todos derraparon hasta que desde la l¨ªnea de porter¨ªa asisti¨® a Cristiano. Una jugada estupenda del franc¨¦s para enmarcar el 71? tanto del portugu¨¦s en la Liga de Campeones. El gol siempre fue el orgasmo del f¨²tbol, pero hoy d¨ªa, con marcianos como Messi y CR, no basta con cantar lo que en ellos es un h¨¢bito. Es tan inmensa su productividad que cada gol por s¨ª solo ya no se explica, por rutinario. Su valor est¨¢ en la contabilidad: a sus 29 a?os, el portugu¨¦s, ya igualado con Ra¨²ly a tres de La Pulga, lleva la pasmosa cifra de 56 tantos en 56 partidos europeos con el Madrid y no hay rastro de otro futbolista que haya sido capaz de marcar en 11 partidos consecutivos fuera de casa en esta competici¨®n. Asombroso, fascinante. El f¨²tbol disfruta en estos tiempos de un duelo colosal, el mayor que haya existido.
El gol de Cristiano tuvo mejor efecto en el Basilea. El Madrid se afloj¨® algo m¨¢s, se olvid¨® de mimar la pelota, y su contrario dio un paso al frente. No tiene individualidades, pero es un equipo intenso. Con mayor voltaje, el Basilea no tuvo m¨¢s remedio que aceptar un partido de ida y vuelta, lo que tampoco es aconsejable ante los madridistas. El bal¨®n ya no era el hilo conductor de los blancos. Lo advirti¨® Ancelotti, que dio vuelo a Illarramendi en detrimento de Benzema. El t¨¦cnico italiano fij¨® a cuatro centrocampistas como sost¨¦n y dej¨® a Bale y CR al frente. No fue el Madrid de estos d¨ªas, el que gobierna el juego con las l¨ªneas armonizadas, las pausas necesarias y los acelerones justos. Con todo, Bale, con un zurdazo explosivo al larguero pudo despachar del todo el duelo. Como el propio Ronaldo dos minutos despu¨¦s, cuando se le fue por un dedo un remate articulado por una buena jugada entre Coentr?o y el extremo gal¨¦s. Dos sustos que acabaron con el Basilea, que no tuvo para mucho m¨¢s ante un Madrid que termin¨® con seis defensas, con laterales duplicados en ambas orillas. Un Madrid tan irreconocible como eficaz. Misi¨®n cumplida y a otra cosa.
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