Al Bar?a s¨®lo le justifican los goles
Los azulgrana, con Pedro, Alba y Piqu¨¦ de protagonistas, se bastan con un buen principio y un mejor final para resolver un partido escaso de f¨²tbol frente a un manso C¨®rdoba
El Camp Nou vivi¨® una radiante tarde de diciembre, apaciblemente prenavide?a, nada que ver con el fr¨ªo y la lluvia del s¨¢bado pasado en Getafe. El sol era tibio, hab¨ªa m¨¢s ni?os que nunca en la fotograf¨ªa con el equipo previa al partido, se concedi¨® el XI Premio Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n a Tost?o, un futbolista m¨ªtico y tambi¨¦n un extraordinario periodista, y apenas se llevaba un minuto de juego y el Barcelona ya contaba un gol ante el C¨®rdoba. Aseguran las estad¨ªsticas y las cr¨®nicas que los encuentros ante los rivales aparentemente menores le duran al Bar?a el tiempo en que tarda a poner el 1-0.
As¨ª que la jornada futbol¨ªstica se presentaba especialmente agradable para la hinchada blaugrana nada m¨¢s llegar al Camp Nou. La sensaci¨®n de bienestar, sin embargo, apenas le dur¨® un cuarto de hora, poco m¨¢s, porque el equipo se puso de pronto muy tenso, se ofusc¨® con la pelota como ya es costumbre y convirti¨® un ejercicio aparentemente sencillo en una jornada tediosa, como si no jugara contra el C¨®rdoba, que ni siquiera cambi¨® de gui¨®n ni quit¨® a uno de sus tres mediocentros con el gol de Pedro, muy certero apenas sacar de centro a instancias de Mateu Lahoz.
Barcelona, 5 ¨C C¨®rdoba, 0
Barcelona: Bravo; Montoya, Piqu¨¦, Mascherano, Jordi Alba; Rakitic (Xavi, m. 65), Busquets, Iniesta (Rafinha, m. 76); Messi, Luis Su¨¢rez y Pedro. No utilizados: Ter Stegen; Adriano, Munir, Mathieu y Neymar.
C¨®rdoba: Juan Carlos; Campabadal; ??igo L¨®pez (Pinillos, m. 60), Pantic, Crespo; Deivid, Luso (Rossi, m. 72); Borja Garc¨ªa (L¨®pez Silva, m. 75), Ekeng, Cartabia; y Ghilas. No utilizados: Saizar; Abel, Flor¨ªn y Fidel.
Goles: 1-0. M. 2. Pedro. 2-0. M. 53. Luis Su¨¢rez. 3-0. M. 80. Piqu¨¦. 4-0. M. 82. Messi. 5-0. M. 91. Messi.
?rbitro: Mateu Lahoz. Mostr¨® la cartulina amarilla a Busquets.
Camp Nou. 60.066 espectadores.
La pelota qued¨® a pies de Rakitic, que se perfil¨® con la zurda para conectar con Pedro, excelente en el desmarque y exquisito en el control con el exterior de su pierna derecha e infalible en el remate con el interior de la misma pierna, en racha en la Liga y la Copa. La jugada fue tan delicada como la tarde del Camp Nou. Efectivo en su primer tiro, al Bar?a le llev¨® una hora encontrar la pausa y la precisi¨®n para finiquitar el partido ante un manso C¨®rdoba, m¨¢s desvencijado por las palabras de su propio entrenador que por los goles del Barcelona.
A un arranque intenso, interesante por la presi¨®n y la atenci¨®n defensiva del Barcelona, siguieron muchos minutos pesados, de dif¨ªcil digesti¨®n para una afici¨®n que estaba muy pendiente de que marcara Luis Su¨¢rez y de que entrara en juego Messi. No hab¨ªa muchas noticias del 10. Los mayores protagonistas eran los laterales: Jordi Alba, profundo por la derecha, y Montoya, muy animado por sus compa?eros, se supone que perdonado por Luis Enrique, si es que hab¨ªa algo que disculparle pues nadie entendi¨® hasta ahora su suplencia ante Douglas, ayer ausente en la lista, igual que el lesionado Alves.
Apagado colectivamente, sin capacidad para elaborar el f¨²tbol, falto de continuidad y fluidez en ataque, sin velocidad de bal¨®n, el Barcelona vivi¨® a expensas de la chispa de Pedro. No hab¨ªa una sola jugada de riesgo ni una acci¨®n de m¨¦rito, como si el partido le resultara al equipo tan sobrero como a la afici¨®n, que en su mayor¨ªa se qued¨® en casa o se fue de compras, dando por descontada la victoria o puede que no le interesara el Bar?a. La gente se preguntaba en la tribuna de prensa: ?De qu¨¦ sirve recuperar la pelota si cuando la tienes no sabes qu¨¦ hacer con ella? La discusi¨®n se acab¨® cuando apareci¨® de nuevo Pedro para enganchar un bal¨®n atacado por Iniesta y habilitar a Luis Su¨¢rez.
Luis Su¨¢rez se estren¨® como goleador en la Liga en el octavo partido desde su debut
El uruguayo se estren¨® por fin como goleador despu¨¦s de ocho jornadas en la Liga. Luis Su¨¢rez control¨® el cuero en el ¨¢rea con la izquierda y remat¨® con dificultad con la derecha por entre las piernas de Juan Carlos. Un tanto propio de un 9, de un pichichi que no distingue entre goles bonitos y feos, sino ganadores, propios del que fue m¨¢ximo artillero de Inglaterra (31). Los cambios ayudaron a romper el tedio del partido, s¨®lo aliviado por los goles, dos en jugadas de estrategia, una novedad ¨²ltimamente en el libro de Luis Enrique.
Piqu¨¦, muy fino y recuperado, estuvo sobrio en el corte y efectivo al cabecear una falta botada por Xavi y Messi, engatill¨® un bal¨®n despedido en un saque de esquina. El tiro fue tan espectacular, por seco y duro, como la jugada del 5-0. Al centro de Alba respondi¨® Messi con un control orientado con la izquierda y un remate a la media vuelta con la derecha que venci¨® a Juan Carlos. Aunque nadie lo dir¨ªa, el 10 ya lleva m¨¢s goles con la diestra (11) que con la zurda (10) y dos con la cabeza. Los tantos del argentino fueron un buen resumen del partido. Apenas necesit¨® jugar a f¨²tbol, romper a sudar, para marcar y resolver, al inicio y al final, ante el C¨®rdoba.
El Bar?a s¨®lo se justifica y se explica a partir de los goles, pocos fuera, muchos en casa, tambi¨¦n ayer en la tarde prenavide?a del Camp Nou.
"Siento verg¨¹enza"
Acabado el duelo, Djukic carg¨® con fiereza con sus jugadores, descompuesto por la actitud que mostraron sobre el tapete. ¡°Despu¨¦s del primer minuto [con el gol de Pedro] se acab¨® la historia¡±, se arranc¨®; ¡°siento verg¨¹enza cuando veo que, con todo el respeto del mundo, Iniesta tiene m¨¢s agresividad que nosotros. Cuando salimos a buscar las camisetas de los jugadores del Bar?a antes del partido me doy pena a m¨ª mismo. Lo siento. En mi equipo van a jugar los que tienen huevos. Iremos a Segunda, pero con guerreros¡±. El C¨®rdoba es pen¨²ltimo en la clasificaci¨®n, con solo una victoria en la temporada y 11 puntos.
¡°Puedo no tener ni puta idea, pero los que jueguen lo har¨¢n con el cuchillo en la boca. O cambiamos esto o no vamos a ning¨²n lado. No s¨¦ si es poco orgullo, pero para competir bien aqu¨ª hay que tener orgullo¡±, prosigui¨®. Y concluy¨®: ¡°El Bar?a nos marca dos goles a bal¨®n parado, y antes no le hab¨ªa marcado a ninguno. (...) Hoy el Bar?a lo ha hecho a medio gas. Los jugadores son fiel reflejo de su t¨¦cnico. No es que ellos hayan hecho el rid¨ªculo y yo sea un fen¨®meno¡±.
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