El Valencia vuela en Ipurua
Un gol de Alc¨¢cer al contragolpe desequilibra un partido lleno de trabas
No es f¨¢cil jugar cuando se intercambian los secretos. Las novedades del Eibar y del Valencia dejaron de serlo porque iban en la misma direcci¨®n. Garitano y Nuno apostaron por lo mismo: jugar con tres centrales, encargando las bandas a laterales largos y fomentando el atasco en el centro del campo. Centrales haciendo de laterales, laterales haciendo de extremos en el af¨¢n de agobiar al rival. Ipurua, adem¨¢s de un campo de f¨²tbol, era una pizarra llena de se?ales de tr¨¢fico por donde era dif¨ªcil circular. Solo a la espalda de los tres centrales de cada equipo, los futbolistas encontraban una cierta paz para desarrollar el f¨²tbol. El gol del Valencia retrataba el partido. Naci¨® de una jugada a bal¨®n parado del Eibar que no termin¨® y su retorno fue lento y desordenado. El Valencia vol¨® con cuatro jugadores hacia la porter¨ªa de Irureta. El centro de De Paul fue preciso y precioso para Piatti que lo control¨® de forma lamentable. Al argentino le favoreci¨® el rebote y pudo poner el bal¨®n en los pies de Alc¨¢cer, que libr¨® el fuera de juego por un par de cent¨ªmetros. La jugada resolv¨ªa todas las circunstancias del partido: la precisi¨®n y la imprecisi¨®n, el orden y el desorden, la fortuna y el infortunio. Pero el gol de Alc¨¢cer resolvi¨® un encuentro que exig¨ªa un esfuerzo supremo y una tensi¨®n infatigable.
?IBAR, 0-VALENCIA, 1
?ibar: Irureta; Lillo, Albentosa, Ra¨²l Navas; Dani Garc¨ªa, Boateng; B¨®veda (Capa, m.77), Arruabarrena, Manu del Moral (Lekic, m. 68), Sa¨²l (Abraham, m. 45); y Piovaccari. No utilizados: Irazusta, Ekiza, Errasti y Javi Lara.
Valencia: Alves; Mustafi, Otamendi, Orb¨¢n;Javi Fuego, Parejo; Feghouli (Barragan, m. 58), De Paul (Rodrigo, m. 91), PIatti (Gay¨¢, m. 70); Negredo y Alc¨¢cer. No utilizados, Yoel, Rub¨¦n Vezo, Augusto y Carles Gil.
Goles: 0-1. M. 30. Alc¨¢cer.
?rbitro: Velasco Carballo. Amonest¨® a Lillo, Albentosa, Ra¨²l Navas, Piovaccari, Arruabarrena y Javi Fuego.
Unos 6.000 espectadores en Ipurua.
Fue la ¨²nica oportunidad del Valencia en toda la primera mitad. El Eibar tampoco pudo presumir de intensidad ofensiva, aunque antes de encajar el gol hab¨ªa gozado de una ocasi¨®n de Piovaccari y luego del gol, otra de Arruabarrena. No era f¨¢cil construir el f¨²tbol con tal atasco de tr¨¢fico. Era el partido de los centrales.
S¨®lo el gol alter¨® el encuentro. Garitano buscaba delanteros y Nuno iba incluyendo laterales para responder a la voracidad del Eibar. Si primero el Valencia quer¨ªa alejar al Eibar de la porter¨ªa de Alves, en la segunda se prepar¨® para la presunta ofensiva de quien va perdiendo y su l¨ªnea de tres defensores se convirti¨® en l¨ªnea de cinco. Era un asedio m¨¢s aparente que real, porque en el arranque del segundo periodo, el Valencia se asent¨® mejor en el campo, apareci¨® Negredo, que hab¨ªa pasado por Ipurua sin pena ni gloria, mientras el Eibar apenas contaba con la voracidad de Piovaccari para disputar cada bal¨®n, para forcejear con cuantos le salieran al paso. Pero viv¨ªa en soledad, rodeado de enemigos y con pocos amigos a la vista, porque su socio Arruabarrena nunca encontr¨® su sitio. Por la intenci¨®n de Piovaccari, pudo empatar el Eibar en las postrimer¨ªas del partido. Pero toda la voracidad del italiano se muri¨® en la excesiva calma de Capa a la hora de rematar. Tanta calma, que permiti¨® la llegada de Orb¨¢n para arrebatarle el bal¨®n.
Ipurua era una pizarra llena de se?ales de tr¨¢fico por donde era dif¨ªcil circular
Un disparo por aqu¨ª (de Alc¨¢cer), un cabezazo por all¨¢ (de Abraham) fueron las campanadas de un partido que agonizaba. Diego Alves, perfecto en su trabajo, pudo arruinar al Valencia cuando dio un manotazo a Lekic que debi¨® ser penalti. Demasiado calor en el portero brasile?o, en una noche lluviosa resuelta por un gol que le llovi¨® al Valencia cuando menos se esperaba.
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