Torres, bomba de emociones
Simeone asegura que El Ni?o llega en plenitud f¨ªsica y sus compa?eros creen que les permitir¨¢ volver a jugar al espacio
La fuerte carga emocional y la inc¨®gnita futbol¨ªstica van de la mano desde que se confirm¨® el regreso de Fernando Torres al Atl¨¦tico. Jugar¨¢ desde el inicio en su reestreno de hoy y predominar¨¢n los sentimientos por encima de la pelota. El calentamiento, el momento de saltar al campo vestido de rojiblanco, el primer bal¨®n que toque, la primera acci¨®n de m¨¦rito o el primer error estar¨¢n imbuidos de la fuerte ligaz¨®n entre Torres y la hinchada. Que el rival sea el Madrid a?ade un plus al volc¨¢n sentimental en el que se convertir¨¢ el Vicente Calder¨®n, preparado para un d¨ªa hist¨®rico ante la vuelta del s¨ªmbolo.
En el club preocupa c¨®mo puede afectar a Torres la expectaci¨®n generada. El mensaje de Simeone, ¡°Fernando no llega como un salvador¡±, se ha extendido por los despachos, donde se pide ¡°paciencia¡±. El mismo jugador, el d¨ªa de su presentaci¨®n, habl¨® de ¡°responsabilidad¡± ante los 45.000 espectadores que le aguardaban en el estadio. ¡°Es humano que no pueda desvincularse de lo que ocurri¨® en su presentaci¨®n, pero cuenta con el apoyo de todos¡±, asegura Kiko Narv¨¢ez. ¡°Est¨¢ en su casa y nosotros vamos a ayudarle¡±, dicen en el vestuario. ¡°Se ha generado mucha sensibilidad en torno a ¨¦l estos d¨ªas, pero es un chico m¨¢s maduro, ya es un hombre. ?l sabe que en el f¨²tbol no te miden por el pasado¡±, advierte Abraham Garc¨ªa, el entrenador que lo puli¨® en la cantera del Atl¨¦tico y al que Torres se?ala como fundamental en su carrera.
El profesor Ortega le ense?a a coordinarse con los movimientos del equipo
Futbol¨ªsticamente, El Ni?o llega a un equipo en el que es complicado entrar y procesar la metodolog¨ªa y la exigencia de Simeone, que no parece tener dudas sobre su capacidad para poder romper a las defensas en velocidad: ¡°Si no lo viera con la fuerza necesaria, no hubi¨¦semos insistido. Necesitamos de sus caracter¨ªsticas. Para m¨ª est¨¢ en plenitud, tiene ilusi¨®n, tiene entusiasmo, es querido aqu¨ª y tiene sentido de pertenencia¡±.
¡°Que mis compa?eros me ayuden a hacer lo que ellos hacen en el campo¡±, ha solicitado Torres en una entrevista concedida al club, consciente de que no es f¨¢cil jugar en este Atl¨¦tico. Esos procesos de adaptaci¨®n se han llevado por delante a Diego Ribas, Guilavogui o Cerci y han hecho sufrir mucho a Griezmann. Estos d¨ªas, el profesor Ortega ha hecho hincapi¨¦ con Torres en el trabajo coordinativo que le permita interpretar y ejecutar los movimientos del equipo. Torres ha llegado en su peso ideal y las pruebas antropom¨¦tricas a las que ha sido sometido han aumentado el optimismo entre el cuerpo t¨¦cnico. Su ¨ªndice de masa corporal es correcto.
Sin la prueba emp¨ªrica de verle sobre el campo, todo son conjeturas sobre el rendimiento que puede ofrecer Torres. En el vestuario celebran su vuelta ¡°porque en determinados momentos o partidos podremos jugar como lo hac¨ªamos con Diego Costa¡±. ¡°A Koke, que a¨²n tiene metido en la cabeza eso de recibir, girarse y meter un bal¨®n al espacio puede venirle muy bien Torres. Puede ser una gran conexi¨®n¡±, analiza un jugador rojiblanco. Otros compa?eros toman como referencia el partido de ida de las semifinales de la Champions ante el Chelsea para reforzar su idea de que su fichaje es ideal. ¡°Ese d¨ªa jug¨® solo arriba y nos dio muchos problemas. Fue el mejor del Chelsea¡±, rememora un compa?ero.
¡°Tiene zancada para romper defensas¡±, dice Abraham Garc¨ªa, su primer t¨¦cnico en la cantera
¡°El profe Ortega trabaja mucho sobre la fuerza y creo que s¨ª, que podr¨¢ tener esa zancada que le permita romper a las defensas contrarias en velocidad¡±, apunta Abraham Garc¨ªa. ¡°Fernando ya tuvo que adaptarse a un estilo de juego como el de la selecci¨®n, donde no ten¨ªa tantos espacios¡±, abunda Garc¨ªa. ¡°Creo que El Cholo le va a utilizar mucho con Mandzukic y en algunos partidos fuera de casa es probable que haga jugar a Fernando solo en punta o con Griezmann¡±, vaticina Kiko.
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