?Eureka!

El invierno es duro en el norte y Luis Enrique, que lo sabe, no quer¨ªa regresar helado a Barcelona. Ayer, en Riazor, repiti¨® alineaci¨®n por vez primera en 29 partidos. Atascado lejos de casa, necesitaba ganar y el t¨¦cnico apost¨® por los mismos que zarandearon al campe¨®n, al Atl¨¦tico, hace una semana en el Camp Nou. Messi encendi¨® el fuego y se ilumin¨® el Bar?a, que volvi¨® a ser un equipo reconocible a partir de la posesi¨®n, el buen ritmo de bal¨®n, los extremos, la presi¨®n alta, las diagonales, las buenas asociaciones y los cambios de orientaci¨®n, que marearon al rival en la misma medida que Luis Enrique dej¨® tranquilos a los suyos.

Abrochados al 10, es f¨¢cil no pasar fr¨ªo. Leo hace bueno a cualquier equipo y plan, tambi¨¦n el del asturiano, que parece gritar ?Eureka!, ahora que ha recuperado la vieja receta y se ha olvidado de f¨®rmulas milagrosas. Presume el entrenador de saber escuchar a su equipo y parece haberlo hecho. El grupo ped¨ªa a gritos sentirse seguro, saber a qu¨¦ atenerse y sentirse c¨®modo, por mucho que el patrocinador del club insista en vestirle de colores imposibles. Luis Enrique no se traiciona, pero llegado enero y la hora de la verdad, parece ahondar en una idea, sacar carta y jug¨¢rsela a ganador. Neg¨® que la mejora sea atribuible a la intensidad defensiva del equipo, porque cree que eso siempre estuvo presente y prefiere pensar que todo tiene que ver con la capacidad de generar peligro al rival y evitar las transiciones del contrario. ¡°Les obligamos a defender¡± asegur¨®, para destacar despu¨¦s las soluciones que encontraron al hacerlo: ¡°Hubo combinaciones, paredes, llegadas desde la segunda l¨ªnea, centros¡­ Si a eso le sumamos la calidad individual, en especial de los de arriba, empezamos a encontrar m¨¢s soluciones¡±.

El entrenador lleg¨® ayer al aeropuerto del Prat aparentemente tranquilo, charlando con Montoya camino de la puerta de embarque y se le vio echarse una cabezadita en el avi¨®n que llev¨® a A Coru?a a la expedici¨®n del Barcelona, con el presidente Bartomeu y la familia al frente. Por esas cosas raras que le pasan a este club singular, el vuelo sali¨® con retraso; hubo que cambiar a pasajeros de asiento para compensar los pesos en la aeronave. Pero vol¨® sin incidentes, como lo hizo sobre el estadio coru?¨¦s, tan sobrado desde el inicio que no concedi¨® ocasiones y marc¨® dos goles en el primer tiempo, situaci¨®n que no viv¨ªa desde la visita a Vallecas. ¡°Est¨¢n en el buen camino, pero no se ha de medir con nosotros, su term¨®metro es con el Madrid, con el Bayern, con otros equipos¡±, dijo V¨ªctor Fern¨¢ndez

¡°Hace diez d¨ªas del partido de Anoeta, no cinco meses¡±, argumenta el t¨¦cnico

Mandan los resultados y llega el Barcelona a la mitad de la temporada sin que le alcance para el simb¨®lico t¨ªtulo de campe¨®n de invierno, ganado por el Madrid. ¡°El objetivo siempre ha sido el mismo: ser lo m¨¢s competitivos posibles¡±, insisti¨® el entrenador del Bar?a. Demasiados puntos perdidos fuera de casa (10 de los 27) resultan un tremendo lastre para la clasificaci¨®n, pero a Luis Enrique cada vez le gusta m¨¢s lo que ve y ya le salen hasta las jugadas ensayadas, dominan los centrales y ha ganado pase en el centro del campo. Ya no s¨®lo gana el equipo sino que manda. Y Luis Su¨¢rez y sobre todo Neymar acompa?an a Messi, que aniquila a los rivales y a su vera el equipo carbura.

Riazor siempre se le dio bien al argentino, que marc¨® por cuarta visita consecutiva a A Coru?a. Leo trabaj¨® mirando a la porter¨ªa ajena y a la propia, dando ejemplo a un equipo que sonr¨ªe cuando le ve brincar y la enchuf¨® tres veces. El argentino se mostr¨® muy explosivo en un equipo por vez primera estable. ¡°No tengo un m¨¦todo fijo, hago lo que creo conveniente para que el equipo de las mejores prestaciones en cada partido¡±, insisti¨® ayer Luis Enrique, cuando se le cuestion¨® si lo m¨¢s normal ser¨ªa repetir el equipo contra el Atl¨¦tico el mi¨¦rcoles en la Copa del Rey, a excepci¨®n del portero Ter Stegen.

¡°Tenemos cosas a mejorar en la idea de ser un equipo compensado en ataque y en defensa¡±, insisti¨®, para recordar despu¨¦s que de la derrota de Anoeta ¡°han pasado 10 d¨ªas [15] y no cinco meses. Cada partido tiene su historia y fuera no es f¨¢cil jugar¡±. El equipo, sin embargo, parece agradecer que el t¨¦cnico insista por un mismo camino. La sensaci¨®n es que desde el domingo pasado contra el Atl¨¦tico empez¨® una nueva historia para el Bar?a.