Y el p¨²blico se rindi¨®

Justin Beaver no apoy¨® a ¨²ltima hora a ning¨²n hombre alto como hizo con Lowry y los Gasol llegaron a buen puerto sin sobresaltos. Ambos ser¨¢n titulares el mes que viene en Nueva York, y no dejo de preguntarme d¨®nde se encuentra el epicentro de la noticia. En el hecho que hayan sido elegidos o en sus lazos de sangre. Porque digo yo que el que sean hermanos debe colmar de orgullo y satisfacci¨®n b¨¢sicamente a su familia, pero para el resto, si en lugar de Pau y Marc hubiesen sido Pau y Ricky, la alegr¨ªa de sus compatriotas, o sea, nosotros, deber¨ªa ser la misma. Pero las noticias necesitan fondo y tambi¨¦n adorno, y en este caso ambas cosas se combinan adecuadamente para seducir tanto a medios como a aficionados.

Como para Pau es la quinta vez que resulta seleccionado y para Marc la segunda, no nos puede pillar de nuevas. Salvo por el hecho circunstancial que ambos acuden en la misma edici¨®n, no supone ning¨²n gran salto en sus carreras, ni ninguna meta por fin conseguida m¨¢s all¨¢ del encuentro familiar. No, ambos ya han estado ah¨ª, ya hab¨ªan sido reconocidos anteriormente como grandes entre los grandes. Lo que considero m¨¢s relevante no es el hecho de su primera titularidad, sino que esta llegue de la mano del voto de los aficionados. En anteriores temporadas, fue el aprecio de los entrenadores el que les abri¨® la puerta del All Star. Supuestamente los t¨¦cnicos est¨¢n mejor capacitados para calibrar las bondades de ciertos jugadores que vayan m¨¢s all¨¢ de las habilidades f¨ªsicas o circenses. En cambio, el publico, los aficionados, ten¨ªan otros par¨¢metros de decisi¨®n, que se basaban en conceptos muy b¨¢sicos y primarios del juego como anotar, saltar mucho y machacar o rebotear. Tambi¨¦n influ¨ªa la camiseta y, una vez que llegaron extranjeros, cuestiones de origen. De esta forma, las votaciones para titulares estaban muy marcadas por jugadores atl¨¦ticos y espectaculares, anotadores de los que se tiran hasta las zapatillas, representantes de grandes franquicias o gente como Yao Ming, al que la comunidad china se hartaba de votarle .

Tendremos que dar por l¨®gico que dentro de tres semanas, Pau y Marc disputen el salto inicial de todo un All Star

El gran m¨¦rito de Pau y Marc es que sin necesidad de grandes alardes f¨ªsicos, tics de megaestrella, anotaciones escandalosas o protagonizar fotos para posters, han sido capaces de ganarse a los aficionados. Su juego va m¨¢s all¨¢ de los destellos que pueblan los highlights de los res¨²menes, la forma m¨¢s habitual que tenemos de ver los partidos en estos tiempos donde escasea el tiempo. La conciencia colectiva, el altruismo, la humildad o la generosidad no son siempre los mejores caminos para ganarte una nominaci¨®n de estas, pero los Gasol han demostrado que as¨ª, Yes you can

Se premia tambi¨¦n dos pasos hacia delante. El de Marc al ser mucho m¨¢s agresivo de lo que acostumbraba de cara a la canasta, lo que le permite hacer los mejores n¨²meros de su carrera. La relaci¨®n entre los cambios cuantitativos y cualitativos no suele ser lineal. En el caso de Marc, esos pocos puntos de m¨¢s por partido le colocan en otra dimensi¨®n. Pau, por su parte, se ha convertido en un jugador de b¨¦isbol al que le han lanzado un mont¨®n de bolas envenenadas en forma de dudas sobre su valor y en casi todas ha mandado la pelota fuera del estadio. Con much¨ªsimas batallas ya en sus piernas y cabeza, su cambio de equipo le ha rejuvenecido casi instant¨¢neamente y su profusi¨®n en rondar los 20+10 resultan incuestionables.

Sumados a sus n¨²meros los intangibles, que con su inteligencia los hacen hasta tangibles, la rendici¨®n de los dos universos, el de los entrenadores y el de los aficionados, se ha producido, por lo que tendremos que dar por l¨®gico que dentro de tres semanas, Pau y Marc disputen el salto inicial de todo un All Star.