El Rayo, v¨ªctima de s¨ª mismo

En la peor versi¨®n de Jonathas, el Elche, al que no le sobra el gol, encontr¨® el alivio en un zapatazo Dami¨¢n Su¨¢rez desde 35 metros que abri¨® el cielo para el conjunto de Escrib¨¢, que refrend¨® su victoria con un segundo tanto de Rodrigues en el tramo final de un encuentro nefasto para los vallecanos, que perdieron a Baena en el ¨²ltimo cuarto al resultar expulsado. A partir de la intensidad decant¨® el partido el grupo de Escrib¨¢ ante un Rayo falto de finura. Ni la anarqu¨ªa habitual que propone Paco J¨¦mez cuando su equipo va por detr¨¢s del marcador le proporcion¨® r¨¦dito alguno ante un Elche muy comprometido.

En el loable dec¨¢logo de J¨¦mez est¨¢ el desprecio al pelotazo, asume con gallard¨ªa el riesgo que comporta ser fiel a sus principios aunque sus defensores no sean unos estetas. El Rayo fue v¨ªctima de s¨ª mismo.

Entend¨ªa Fran Escrib¨¢ que el rom¨¢ntico proceder del Rayo le podr¨ªa resultar conveniente para sus intereses. A sabiendas de que los vallecanos no rifan un bal¨®n, con gran intensidad se aplic¨® el Elche en la presi¨®n alta, lo que dificult¨® el despliegue de los de J¨¦mez, inc¨®modos en exceso, sin encontrar el tacto y los espacios, minimizadas sus prestaciones. Los equipos menores tienden a explotar cualquier recurso, a trabajar los detalles. Con el pie izquierdo de Albacar como lanzadera, la estrategia resulta fundamental para el conjunto ilicitano. Y en la continuaci¨®n de un saque de esquina el Elche consigui¨® adelantarse en el marcador en un zapatazo de Dami¨¢n que ciment¨® un triunfo bals¨¢mico.

El gol de Dami¨¢n fue producto del laboratorio de Escrib¨¢. Los movimientos de arrastre, aclarado y bloqueo de los franjiverdes dejaron solo a Aar¨®n, cuyo remate fue rechazado por los defensores vallecanos, muy metidos en torno a To?o. Al despeje acudi¨® Dami¨¢n Su¨¢rez, que se encontraba defendiendo la posible contra del Rayo. El disparo del lateral uruguayo desde 35 metros entr¨® como un ob¨²s en la porter¨ªa de To?o arropado en demas¨ªa por sus compa?eros. Ninguno de ellos atendi¨® a lo que pod¨ªa acontecer fuera del ¨¢rea. A todos sorprendi¨® la dureza y precisi¨®n de Su¨¢rez. De manera inmediata, con el Rayo digiriendo el gol, Lomb¨¢n y Jonathas tuvieron la posibilidad de doblar la ventaja en sendos cabezazos. Desviado por un pelo el del defensor, despejado el del delantero por el pie izquierdo de To?o

El Elche sac¨® rendimiento a su intensidad inicial. A la media hora baj¨® las revoluciones. Y el Rayo comenz¨® a respirar y estirarse. Sin finura alguna. Sin probar a Tyton en el primer acto. Necesitaba cambiar algo o mucho el Rayo. Y no supo o no le dej¨® el Elche, que, abrigado y dando r¨¦plica con contragolpes, consigui¨® tres puntos de oro.