La precisi¨®n hace finalista al Bar?a

C¨®mo han cambiado los tiempos para el Bar?a, que puede ganar sin necesidad de imponerse en el centro del campo. Le basta con conseguirlo en las ¨¢reas, especialmente en la contraria, donde Neymar, Luis Su¨¢rez y Messi conocen todos los secretos habidos y por haber. Muy a gusto Leo en ese papel de lanzador, el brasile?o y el uruguayo se disponen a ponerse las botas. El primero pone el ojo y los otros dos los desmarques y la definici¨®n. Los goles caen por su propio peso. El Villarreal hizo lo que deb¨ªa: plantar cara a la eliminatoria con una l¨ªnea muy poderosa en la medular, acumular un pu?ado de ocasiones de gol y esperar a que surtiera efecto. Le falt¨® punter¨ªa y le sobr¨® una entrada de Pina por detr¨¢s a Neymar. Esa acci¨®n cerr¨® la puerta de la eliminatoria al ser expulsado el mediocentro amarillo justo cuando m¨¢s abierta estaba la contienda (m. 64). Con uno m¨¢s, ya fue un mon¨®logo azulgrana y una reivindicaci¨®n del viejo estilo en el magn¨ªfico centro de Xavi para el tanto de cabeza de Neymar.

El cuadro amarillo hizo lo que deb¨ªa: plantar cara con una l¨ªnea muy poderosa en la medular

Un peque?o castillo de fuegos artificiales, lanzado desde fuera del estadio, recibi¨® a las dos filas de jugadores en su entrada en el campo. Un presagio de los primeros minutos, excelentes por ambos conjuntos. El Bar?a quebr¨® el ¨ªmpetu amarillo con una obra de m¨¢xima precisi¨®n. El pase desde su campo de Mascherano hacia el extremo izquierdo fue reclamado por la grada como fuera de juego. No lo era. Luis Su¨¢rez cambi¨® completamente de orientaci¨®n al otro flaco y all¨ª apareci¨® Messi. La Pulga detuvo el tiempo, vislumbr¨® un desmarque de Neymar desde la luna del ¨¢rea y le envi¨® la pelota justo donde solo pod¨ªa llegar el brasile?o, ning¨²n defensa ni tampoco el portero. Neymar solo hubo de impulsar el esf¨¦rico a bote pronto con la zurda por encima de la salida de Asenjo.

Era el minuto 3 y para El Madrigal puso haber sido el fin de la fiesta, como si le hubiesen pinchado todos los globos amarillos desperdigados por el terreno de juego. Pero su equipo se rebel¨® contra eso. Al Villarreal no le falta calidad para triangular, elaborar y avanzar escalonadamente hacia la porter¨ªa contraria. Tambi¨¦n la de Ter Stegen, sometido a una dura jornada laboral, una bater¨ªa de remates fallidos de los delanteros locales. Todo part¨ªa de una presi¨®n amarilla muy efectiva a la salida del bal¨®n azulgrana. Pina, Trigueros, Jonathan dos Santos y Cheryshev ganaron la partida del centro del campo. Robos y profundidad por las bandas, especialmente la izquierda: Jaume Costa aprovech¨® las facilidades de Montoya, titular inesperado en lugar de Dani Alves. La zaga azulgrana ofrec¨ªa goteras de distinta importancia, manifestadas por la airada discusi¨®n de Piqu¨¦ con Jordi Alba a cuenta de qui¨¦n deb¨ªa marcar a qui¨¦n.

¡°Ohhhh¡±. El ca?o de Messi a Pina provoc¨® este suspiro irreprimible entre la grada, a pesar de ser mayoritariamente amarilla. Messi estaba dispuesto a todo, tambi¨¦n a arremangarse en ese mano a mano defensivo contra Jaume Costa, saldado a favor del crack argentino. Neymar manten¨ªa un duelo feroz y equilibrado con Mario, el lateral derecho de moda. A la habilidad del brasile?o, el alicantino respond¨ªa con concentraci¨®n y oficio. Y todo lo que hizo Luis Su¨¢rez pesaba oro. Como esa prolongaci¨®n de zurda desde el c¨ªrculo central hacia la carrera en solitario de Neymar hacia Asenjo. La frustr¨®, c¨®mo no, Mario.

La terrible entrada de Pina a Neymar supuso la roja a uno de los sobresalientes del duelo

La confianza en su propuesta del Villarreal se vio premiada antes del descanso. El centro templado de Jaume Costa desde la esquina izquierda, otra vez imponi¨¦ndose a Montoya, lo emboc¨® tambi¨¦n a bote pronto Jonathan dos Santos, que llegaba, como marcan los c¨¢nones del interior derecho, a rematar al segundo palo. La acci¨®n vino precedida de una desgracia. En el servicio de Pina a Cheryshev que abri¨® la jugada, el mediocentro rubio se llev¨® por delante a Busquets al clavarle los tacos, involuntariamente, en el tobillo derecho. Las im¨¢genes de Busquets retorci¨¦ndose de dolor estremecieron El Madrigal. Mathieu, casi sin calentar, entr¨® para sustituirlo. Y Mascherano se adelant¨® a la medular.

La segunda parte comenz¨® con la inercia del final de la primera, un Villarreal crecido y un Barcelona esperando a que escampara. Marcelino pod¨ªa sentirse orgulloso de sus jugadores, capaces de salir victoriosos al menos en la mitad de los uno contra uno contra las estrellas blaugranas. En uno de ellos, V¨ªctor Ruiz y Luis Su¨¢rez, bregaron como dos reses bravas por la posesi¨®n del bal¨®n en una esquina del campo.

Marcelino pretendi¨® agitar su ataque (Gio dos Santos por Uche) mientras Luis Enrique trat¨® de anestesiarlo (Xavi por un apagado Rafinha). Un minuto m¨¢s tarde se acab¨® la cita. La terrible entrada por detr¨¢s de Pina a Neymar supuso la expulsi¨®n de uno de los jugadores m¨¢s sobresalientes del encuentro, el due?o del ritmo junto a Trigueros. El Bar?a se iba a encontrar en el ¨²ltimo tramo con mucho espacio a la espalda de la zaga ¡®grogueta¡¯. Lo aprovech¨® Luis Su¨¢rez para echarle una carrera a V¨ªctor Ruiz, ense?arle la matr¨ªcula y batir a Asenjo. Resuelta la eliminatoria, Marcelino ya reserv¨® a Trigueros para la Liga ante el Celta y Luis Enrique protegi¨® a Mascherano, apercibido en esta semifinal. Tiempo para tocar el Bar?a y para a?orar a Xavi, autor del centro templado del cabezazo final de Neymar que pon¨ªa el lazo a la eliminatoria. El Bar?a de Luis Enrique alcanza su primera final gracias al genio de sus tres delanteros.