Malos e interesados, pero no corruptos
El informe de la comisi¨®n independiente sobre el dopaje en el pasado concluye con una simple colleja para sus expresidentes, Verbruggen y McQuaid
Que el dopaje fuera un mal end¨¦mico en el ciclismo de los a?os 90 se sabe desde hace tiempo, pero el que la propia Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI) lo supiera ya en 1991 y no hiciera mucho para evitarlo no era tan notorio. Y ya no solo es p¨²blico sino tambi¨¦n oficial, al menos desde la madrugada de ayer, desde pasada la medianoche, cuando la UCI public¨® en su web el llamado Informe del CIRC, las siglas en ingl¨¦s de la Comisi¨®n Independiente para la Reforma del Ciclismo que, formada por un fiscal suizo, un polic¨ªa australiano y un abogado alem¨¢n, financiados desde la propia UCI con tres millones de euros, ha interrogado durante 12 meses a 174 personas (solo cuatro espa?oles han permitido que se conociera que han colaborado, el exciclista Carlos Barredo y el m¨¦dico Pedro Celaya, ambos sancionados por dopaje, el exdirector general de Deportes Rafael Blanco, y Enrique G¨®mez Bastida, director de la Agencia Antidopaje) para entender el fen¨®meno del dopaje en las ¨²ltimas d¨¦cadas, dilucidar si la UCI fue c¨®mplice o enemiga y elaborar una lista de recomendaciones. En su forma final, el informe, de 228 p¨¢ginas en ingl¨¦s, supone tanto un vi¨¢tico para quien encarg¨® la investigaci¨®n, el actual presidente de la UCI, Brian Cookson, como una amonestaci¨®n en forma de colleja a los anteriores presidentes Hein Verbruggen y Pat McQuaid, a quienes se critica por su falta de decisi¨®n y compromiso, pero se absuelve de las acusaciones de corrupci¨®n, sobre todo en su trato con Lance Armstrong, lanzadas contra ellos. Cookson no ha tardado en exigir a Verbruggen que dimita de la presidencia de honor de la UCI.
En el informe no hay revelaciones morbosas ni nombres propios m¨¢s all¨¢ de los ya conocidos como protagonistas de los esc¨¢ndalos m¨¢s sonados, comenzando por el 'caso Festina' en 1998. Y an¨®nimos permanecen en el documento aquellos que declaran: se sabe qui¨¦n habl¨® pero no lo que dijo cada uno.
Solo a partir de 2006, coincidiendo con la Operaci¨®n Puerto y el pasaporte biol¨®gico, la UCI cre¨® una estructura m¨¢s independiente?
Las conclusiones son que en una primera fase de la presidencia de Verbruggen, la d¨¦cada de los 90, que coincidi¨® con la epidemia de EPO en el pelot¨®n, la ¨¦poca en la que cada corredor llevaba su neverita con sus jeringuillas a todas partes y sus equipos organizaban el suministro, la UCI consider¨® el dopaje un mero problema de salud y se preocup¨® m¨¢s de frenar el abuso, con el l¨ªmite del 50% de hematocrito, por ejemplo, que de acabar con el uso; en una segunda fase, los a?os Armstrong, quien se retir¨® por primera vez justamente cuando Verbruggen cedi¨® la presidencia, pero no el poder, a McQuaid, su marioneta, la UCI consider¨® que hablar de dopaje manchaba un deporte que hab¨ªa encontrado en el tejano el ¨ªdolo ideal para lanzar a su deporte al m¨¢s alto nivel comercial y econ¨®mico. ¡°Quisieron dar la impresi¨®n de ser duros contra el dopaje en vez de intentar ser buenos¡±, se lee en el informe. Solo, a partir de 2006, coincidiendo con la Operaci¨®n Puerto y la puesta en marcha del pasaporte biol¨®gico, la UCI fue capaz de crear una estructura m¨¢s independiente en la lucha contra el dopaje y poco a poco la cultura del pelot¨®n fue cambiando. ¡°En el pelot¨®n ¨¦lite, los entrevistados coinciden en pensar que la situaci¨®n ha mejorado, pero que a¨²n hay dopaje¡±, refleja el informe, que se preocupa porque la mayor¨ªa de los responsables de equipos actuales han sido ciclistas en los a?os duros y pueden transmitir su cultura a los nuevos ciclistas. Tambi¨¦n refleja el texto que un ciclista declar¨® que Eufemiano Fuentes sigue ejerciendo en el ciclismo en Latinoam¨¦rica.
En el pelot¨®n ¨¦lite, los entrevistados coinciden en pensar que la situaci¨®n ha mejorado, pero que a¨²n hay dopaje¡± Informe de la Comisi¨®n Independiente de la UCI
Respecto a asuntos m¨¢s concretos, es decir, fundamentalmente, a si la UCI tap¨® un positivo por EPO de Armstrong en 2001, el informe es rotundo: no hay pruebas de ello, pese a que no fuera prudente por parte de Verbruggen, a quien se describe como un dictador, un decididor ¨²nico, un patr¨®n, aceptar sendos donativos del tejano a la UCI para contribuir a la lucha contra el dopaje de 25.000 y 100.000 d¨®lares, respectivamente. Lo que s¨ª concluye el informe es que hubo un trato preferente hacia Armstrong, una figura tan necesaria para que renaciera el ciclismo tras el caso Festina. Armstrong hizo favores a la UCI, empe?ada en una lucha absurda contra la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), y la UCI ayud¨® a Armstrong, como cuando le dej¨® manipular a su gusto el Informe Vrijman sobre la EPO encontrada en 2005 en su orina congelada del Tour de 1999. Tambi¨¦n recoge el informe c¨®mo McQuaid retoc¨® la norma que le habr¨ªa impedido a Armstrong participar en el Tour Down Under de su regreso, en enero de 2009, a cambio de que participara tambi¨¦n en la Vuelta a Irlanda, organizada por un hermano del presidente de la UCI. Y tambi¨¦n c¨®mo le pidi¨® regalos como relojes Nike para sus familiares.
El informe tambi¨¦n concluye que la UCI no intent¨® tapar el positivo por clembuterol de Alberto Contador en 2010, aunque critica cierto trato de favor al informarle personalmente del problema antes de empezar a investigar.
Para seguir mejorando, las recomendaciones principales de los autores del informe son: trabajar m¨¢s estrechamente con la polic¨ªa para perseguir el tr¨¢fico; acabar con la prohibici¨®n de hacer controles entre las 11 de la noche y las 6 de la ma?ana; hacer nuevos controles de forma rutinaria en orinas congeladas recogidas hace dos o tres a?os aplicando nuevas t¨¦cnicas de detecci¨®n; abrir un confesionario para chivatos que quieran denunciar malas pr¨¢cticas, e investigar el pasado de los excorredores que tienen responsabilidades en el ciclismo ahora para saber si se les puede permitir seguir.
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