Rossi se impone en el GP de Qatar

Incluso ¨¦l lleg¨® a dudar de s¨ª mismo. Aunque s¨®lo fuera unas mil¨¦simas de segundo, como esas mil¨¦simas que en las carreras de motos reparten la gloria. Cuando Valentino Rossi suplic¨® a Yamaha que le abriera, otra vez, las puertas lo hizo porque quer¨ªa asegurarse de que segu¨ªa siendo ¨¦l mismo. No encontraba la manera de entenderse con aquella Ducati, indomable desde que dej¨® de pilotarla Casey Stoner. Y quiso averiguar si la culpa era de la Desmosedici o de ¨¦l, que tanto hab¨ªa ganado durante tantos a?os. Ha ido encontrando las respuestas poco a poco. A base de mucho trabajo. Ha cambiado sus h¨¢bitos y hasta de jefe de mec¨¢nicos, y trabaja sin descanso, en el gimnasio y en la pista, siempre acompa?ado de pilotos jovenc¨ªsimos que le enchufan el alma. Si el a?o pasado ya se le vio disfrutar de nuevo montado en su adorada M1, este curso lo empieza con una victoria que es toda una declaraci¨®n de intenciones. Otros dos italianos, Dovizioso e Iannone, completaron las tres primeras posiciones. Es el primer domingo en muchos ¨Cdesde el gran premio de China, en mayo de 2005¨C en que ning¨²n espa?ol se subi¨® al podio en ninguna categor¨ªa.

La victoria que sum¨® en el gran premio inaugural de la temporada, en Losail, es de las que le gustan: peleadas, desde atr¨¢s, con adelantamientos al filo, y una ¨²ltima vuelta de v¨¦rtigo. Hac¨ªa muchos a?os que al mito no se le ve¨ªa tan contento, a veces resignado a ser mito antes que piloto, cosa que le agrada bien poco. Quiere vivir del presente Rossi. Y vista la carrera en Qatar, s¨®lo depende de ¨¦l mismo.

El de Yamaha era d¨¦cimo tras la primera vuelta, un primer giro que dej¨® algunas sorpresas: al campe¨®n del mundo, Marc M¨¢rquez, se le acumul¨® el trabajo en las primeras curvas, perdido entre el grupo, se pas¨® de frenada y acab¨® sali¨¦ndose y esperando en la escapatoria de la primera curva a que pasara el pelot¨®n para poder incorporarse sin riesgos. Tuvo que remontar desde la ¨²ltima posici¨®n y los rivales no le dieron m¨¢s opciones que ser quinto. Termin¨® el de Honda por detr¨¢s de las dos Yamaha y las dos Ducati, las aut¨¦nticas anfitrionas de la fiesta, las que completaron el podio, con un Dovizioso magn¨ªfico. Eso s¨ª, pudo finalmente superar a su compa?ero de equipo, Pedrosa, que tambi¨¦n tir¨® por la borda el excelente trabajo del fin de semana y no pudo recuperar luego lo que perdi¨® en los primeros giros.

S¨ª lo hizo Rossi. Aunque poco acertado en los primeros compases de la prueba ¡ªarrancaba desde la octava posici¨®n, lo que tampoco ayudaba demasiado¡ª, encontr¨® pronto su ritmo y su sitio; fue, adem¨¢s, el ¨²nico que calz¨® el neum¨¢tico delantero m¨¢s duro, pensaba que le ayudar¨ªa en los minutos finales, y as¨ª fue. Mientras su compa?ero de equipo, Lorenzo, firmaba un inicio de carrera demoledor ¡ªpele¨® con Dovizioso, en la pole, por la primera posici¨®n desde que se apag¨® el sem¨¢foro¡ª ¨¦l iba escalando puestos con paciencia. Lorenzo tir¨® y tir¨®, se llev¨® consigo a las Ducati, y confi¨® en jugarse la partida con Dovi en la ¨²ltima tirada. Pero no resisti¨® tanto. Pag¨® el esfuerzo. Y en cuanto Rossi les alcanz¨®, impuso sus propias normas.

Ocurri¨® en Qatar que la f¨¢brica m¨¢s poderosa vio como sus pilotos se quedaban fuera de la fiesta. A las Honda, algo menos competitivas en los primeros giros, con dep¨®sito lleno, como ya ocurr¨ªa un a?o atr¨¢s, no les bast¨® con recuperar en la segunda parte de la prueba. Ya lo sab¨ªan: la competencia se ha puesto las pilas. Y ya no s¨®lo se pelean con los pilotos de Yamaha, que adem¨¢s este a?o parten con las ideas m¨¢s claras, con una moto mejor en frenada y tan equilibrada como aquella con la que terminaron el 2014. Las cosas han cambiado. Lo ha hecho radicalmente la Ducati. Y su Desmosedici GP15, con alas o sin ellas, es hoy una m¨¢quina mucho m¨¢s manejable, m¨¢s menuda, que por fin gira y que es, todav¨ªa, insuperable en las rectas, como se encarg¨® de demostrar Dovizioso una y otra vez, se peleara con Lorenzo o con Rossi.

Fue a falta de cuatro giros cuando el nueve veces campe¨®n del mundo ense?¨® sus cartas. Dovizioso, por fin, le aguantaba a Lorenzo en frenada en la primera curva; y despu¨¦s de muchos intentos hac¨ªa buena la ventaja tomada en la recta. Y Rossi aprovech¨® para atacar al debilitado Lorenzo, que tambi¨¦n sucumbir¨ªa poco despu¨¦s ante Iannone, en la recta, claro. Las ¨²ltimas tres vueltas fueron puro espect¨¢culo. Dovi y Rossi, Rossi y Dovi se peleaban por el primer puesto a cada curva, hasta que el de Ducati se impon¨ªa en la recta. Pero resisti¨® la M1 en el momento clave, en el pen¨²ltimo paso por meta, despu¨¦s de imponerse en esa deliciosa sucesi¨®n de curvas a la derecha con que el circuito de Losail da paso a los ¨²ltimos metros; y en la recta, ah¨ª donde deber¨ªa haberse producido la estacada, aguant¨® Rossi cual jabato. Y bord¨® el ¨²ltimo giro. Y estall¨® de alegr¨ªa.