El v¨ªa crucis de Nadal
Desde que ganase su noveno Roland Garros en junio de 2014, el espa?ol, mermado en lo f¨ªsico y presa de los nervios, ha celebrado solo un t¨ªtulo y caer¨¢ en breve al quinto puesto
En el horizonte, nubarrones. Dudas, inc¨®gnitas e incertidumbre. Pocas certezas. Si acaso, el expreso deseo de reencontrarse consigo mismo, de volver a disfrutar sobre la pista y de recuperar ese armaz¨®n psicol¨®gico que, en sincron¨ªa con un repertorio t¨¦cnico fabuloso, descompon¨ªa a quien estaba al otro lado de la red. Ahora, el escenario es bien distinto. A Rafael Nadal, eliminado en la tercera ronda del Masters de Miami por Fernando Verdasco, se le frunce el ce?o demasiado a menudo. No sonr¨ªe ni disfruta; no despega ni logra alcanzar ese ritmo competitivo que tanto anhela. Comparece fr¨ªo y distante. La pregunta fluye en el aire: ?Qu¨¦ le ocurre al campe¨®n?
Necesito la ayuda de mi equipo, pero sobre todo la ayuda de m¨ª mismo¡±
El protagonista se expresa tras caer en Florida. ¡°No es una cuesti¨®n de tenis¡±, se arranca. ¡°Es una cuesti¨®n de estar lo suficientemente relajado como para jugar bien en la cancha. Mi juego en general ha mejorado y m¨¢s si lo comparo con el de hace un mes y medio. Pero, al mismo tiempo, estoy jugando con demasiados nervios en muchos instantes, en los momentos importantes¡±, argumenta el ganador de 14 grandes, lastrado en los ¨²ltimos meses por las lesiones y hoy d¨ªa un Aquiles vulnerable en aquella faceta que, precisamente, le permiti¨® ascender a los altares del deporte: en el poder de la mente.
¡°He sido capaz de controlar mis emociones durante el 90 o 95 por ciento de los partidos de mi carrera... Pero voy a arreglarlo, no s¨¦ si ser¨¢ en una semana, en seis meses o en un a?o, pero voy a hacerlo¡±, dice Nadal, entre la ¨¦lite desde los 15 a?os; ¡°esto se trata de un juego, no es tan importante. Lo que es seguro es que no voy a ganar 30 Montercalos, 20 Barcelonas y 16 Roland Garros¡±.
Desde que se coronase por novena vez en su reino, en la arena parisina, el pasado 8 de junio, sufre su particular v¨ªa crucis. Desde entonces, su carrera transcurre entre la penumbra; desde entonces, el espa?ol ha levantado un solo t¨ªtulo, hace un mes en la arena de Buenos Aires; desde entonces, dos ca¨ªdas frente a los dos top-10 que ha encarado (Tomas Berdych, en los cuartos del Abierto de Australia, y Milos Raonic, en los cuartos de Indian Wells); desde entonces, el descenso en el r¨¢nking mundial de la ATP: del primero al quinto puesto ¡ªpuede ser incluso el sexto, si Raonic llega a las semifinales de Miami¡ª; desde el ¨¦xito en Par¨ªs, en definitiva, demasiados altibajos e irregularidad, muchas oscilaciones.
La sequ¨ªa
Desde que el pasado mes de mayo Roland Garros viese a Nadal ganar su ¨²ltimo grande (el 14?), el rendimiento del de Manacor ha ido en declive. En los otros dos Grand Slam en que ha participado desde entonces ¡ªWimbledon y el Abierto de Australia¡ª cay¨® en octavos y cuartos de final, respectivamente.
El balear jug¨® tambi¨¦n tres Master-250 ¡ªHalle, Doha y Buenos Aires¡ª, ganando el ¨²ltimo en individual, los dobles en Doha y ape¨¢ndose en dieciseisavos en el primero. Ha jugado el mismo n¨²mero de Master-1000 (Shangh¨¢i, Indian Wells y Miami) y 500 (Pek¨ªn, Basilea y Open de R¨ªo). El mejor resultado de todos ellos lo logr¨® en Brasil, donde consigui¨® llegar a semifinales.
Despu¨¦s de caer en los octavos de Wimbledon ante Nick Kyrgios, gigant¨®n de 19 a?os, una lesi¨®n de mu?eca le impidi¨® competir en la gira norteamericana sobre asfalto, pese al empleo de una f¨¦rula. Renunci¨® a Toronto, Cincinnati y al ¨²ltimo grande del curso, el Abierto de EE UU veraniego, porque el dolor no le permit¨ªa ejecutar su rev¨¦s a dos manos; el mismo contratiempo le priv¨® de ayudar a Espa?a en la eliminatoria de la Copa Davis que supuso el primer descenso desde 1995. Despu¨¦s, una apendicitis min¨® su puesta a punto desde octubre y le apart¨® de Par¨ªs-Bercy y la Copa de Maestros, en Londres. Y al cierre de 2014, decidi¨® tratarse con c¨¦lulas madre para superar los problemas de espalda que arrastraba desde el inicio del a?o y que le provocaban un bloqueo lumbar que le perjudicaba en los servicios y tambi¨¦n limitaba sus movimientos.
Demasiadas piedras en el camino de Nadal, cuyo entorno achaca la p¨¦rdida de rendimiento a la intermitencia y a la falta de continuidad. ¡°Nos ha faltado constancia por las lesiones, pero ha ido cogiendo tono y ritmo, y eso es bueno¡±, se?ala su t¨ªo y t¨¦cnico, Toni. Y es que el objetivo real, actualmente, no es otro que engrasar la maquinaria de cara a la gira europeo de tierra que se avecina y reincorporar esa chispa en el juego para volver a la c¨²spide, habitada ahora por Novak Djokovic, flanqueado por Roger Federer y Andy Murray, quien le ha dejado atr¨¢s tras esta ¨²ltima derrota en Cayo Vizca¨ªno, al igual que el japon¨¦s Kei Nishikori.
Voy a arreglarlo, no s¨¦ si ser¨¢ en una semana, en seis meses o en un a?o, pero voy a hacerlo¡±
¡°Es algo que debo arreglar con mi equipo¡±, indica. ¡°Necesito la ayuda de mi equipo, pero sobre todo lo que necesito es la ayuda de m¨ª mismo. Eso es lo que estoy tratando de hacer. Nadie distinto a m¨ª puede cambiar esta situaci¨®n¡±, agrega el manacorense, aferrado a su capacidad para voltear las situaciones m¨¢s adversas, como ya lo hiciera en el pasado: ¡°En este momento de mi carrera he ganado bastantes cosas, como para decir que no necesito ganar m¨¢s, pero quiero hacerlo. Quiero seguir compitiendo as¨ª. Quiero seguir teniendo la sensaci¨®n de que puedo estar compitiendo por cada torneo que voy a jugar y tengo la motivaci¨®n para hacerlo".
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