Sa¨²l, el nuevo llegador de Simeone

Un par de d¨ªas despu¨¦s de su brillante actuaci¨®n en el derbi liguero ante el Madrid (4-0), Sa¨²l aguardaba aparcamiento del Cerro del Espino que un lavacoches terminara de sacarle brillo a su veh¨ªculo de alta gama. A unos pocos metros, la prensa hac¨ªa corrillo. Sa¨²l jugaba con el m¨®vil y lanzaba miradas de desconfianza. De repente, recibi¨® una felicitaci¨®n por su partido de la semana anterior ante el Eibar (1-3), donde el estado del terreno de juego hizo que se jugara bajo los par¨¢metros de la Segunda B. El barro propici¨® un partido de balones largos, prolongaciones y muchos choques. Fue uno de los due?os del juego en Ipur¨²a junto a Mandzukic.

Sa¨²l acababa de marcarle un gol de chilena al Madrid, llegando desde atr¨¢s, y le son¨® extra?o que esa felicitaci¨®n apuntara m¨¢s a Eibar, a saber jugar esa clase de partidos, que a la trascendencia de lo que hab¨ªa hecho contra el Madrid. Casi pareci¨® molestarle que le dijeran que hab¨ªa jugado como un jugador de Segunda B, cuando se le trataba de decir que su gran virtud hab¨ªa sido la de saber jugar a ese tipo de f¨²tbol y haberse impuesto pese a su juventud (20 a?os) desde su poder¨ªo f¨ªsico. No parec¨ªa ponderar que partidos como el que hizo en Ipur¨²a eran los que le abren los ojos a Simeone. Es en esos duelos duros en los que el t¨¦cnico considera que los canteranos pueden derribar las puertas de la titularidad. Desde ese partido con el Eibar Sa¨²l no sali¨® del once hasta su lesi¨®n en Leverkusen. All¨ª sorprendi¨® que aguantara sobre el terreno de juego m¨¢s de 20 minutos con el golpetazo en el ri?¨®n operado el pasado verano. Aguant¨® hasta que en un salto vio que no pod¨ªa chocar por el dolor. Ese tiempo de m¨¢s fue otra se?al que convenci¨® a Simeone de que se hab¨ªa convertido en lo que ¨¦l denomina ¡°hombre competitivo¡±. A la m¨ªnima que ha podido le ha vuelto a alinear tras su recuperaci¨®n. Est¨¢ recuperado. Le cost¨® en el primer tramo del partido como le cost¨® a varios de los chicos porque hac¨ªa mucho calor. No era simple poder combinar y jugar¡±, le disculpaba Simeone al t¨¦rmino del partido por lo poco que pes¨® en el juego con el bal¨®n. El propio Sa¨²l hizo autocr¨ªtica: ¡°No he estado bien con la pelota¡±.

El Cholo ve en Sa¨²l a un todocampista, capaz de jugar en cualquier posici¨®n del centro del campo, pero sobre todo, ve a un volante por convencer de sus posibilidades cuando se asoma al ¨¢rea por sorpresa. ¡°Es un chico llegador desde segunda l¨ªnea, tiene gol¡±, le analiza. A Simeone se le dilatan las pupilas con los centrocampistas que tienen gol y Sa¨²l lleva cuatro en los seis partidos que ha jugado de inicio en esta Liga. Desde que lleg¨® al Atl¨¦tico, la aportaci¨®n goleadora de los centrocampistas ha sido siempre una de sus obsesiones. Simeone celebr¨® con entusiasmo su gol al C¨®rdoba por la jugada, lleva semanas preparando jugadas con el potente saque de banda de G¨¢mez, y por ver c¨®mo Sa¨²l se impuso en el salto llegando desde atr¨¢s y conectando un cabezazo contundente.

Es un chico llegador desde la segunda l¨ªnea, tiene gol¡± Simeone

La relaci¨®n entre Sa¨²l y Simeone no ha sido f¨¢cil por la impaciencia del chico, que demand¨® minutos de calidad en el inicio de la temporada bajo la amenaza de marcharse. Tambi¨¦n dio muestras de cierta rebeld¨ªa t¨¢ctica cuando expres¨® en p¨²blico que no le gusta partir desde una banda porque se ve m¨¢s suelto como mediocentro o como volante por delante de los dos pivotes. Aquello le vali¨® unas cuantas suplencias. Su entrenador, defensor de que los buenos jugadores pueden jugar en cualquier posici¨®n, ha tratado de convencerle de que ahora mismo solo tiene sitio partiendo de un costado, aunque no le niega libertad para pisar el ¨¢rea. ¡°Necesitamos que deje que le podamos seguir dando cosas para seguir mejorando porque tiene un mont¨®n para dar¡±, advierte Simeone, que sabe que el club maneja el inter¨¦s de varios clubes de la Premier e intenta prolongarle un contrato del que un 20% de sus derechos pertenecen a un fondo de inversi¨®n asesorado por Jorge Mendes, su representante.