El golfista m¨¢s interesante del circuito
Miguel ?ngel Jim¨¦nez, de 51 a?os, a¨²n mantiene la ilusi¨®n de convertirse en el m¨¢s viejo ganador en Augusta
No se puede decir que a los tres espa?oles que juegan el Masters les extra?en las azaleas, las magnolias y los greens de Augusta, que, como dijo el poeta, son mapas de Suiza en relieve y en miniatura, tantas pendientes, crestas y laderas, y tan pocas planicies, los conforman. Entre los tres (edad media, 45 a?os. Garc¨ªa, el m¨¢s joven, ya ha cumplido 35; 51, Jim¨¦nez, el viejo) han disputado 57 Masters y uno de ellos, Olazabal, que debut¨® hace ya 30 a?os en el Augusta National Golf Club tiene dos chaquetas verdes en el vestuario, el preciado premio que acompa?a al generoso cheque de los ganadores. Su aspiraci¨®n, la del jugador de Hondarribia que acaba de cumplir los 49, es sencillamente pasar el corte; la del m¨¢s joven, Garc¨ªa, no sufrir mucho, pues siempre se ha sentido malamado y desafortunado en el primer grande del a?o, v¨ªctima permanente de la indecisi¨®n, de la falta de comprensi¨®n: Augusta para ¨¦l es un arcano, un problema matem¨¢tico que nunca ha sabido c¨®mo enfocar. Solo el m¨¢s viejo, el que m¨¢s tard¨® en llegar a su cumbre golf¨ªstica, parece feliz.
Jim¨¦nez es el rey de las c¨¢maras, que le aman y a las que adora. El Jimmy Demaret del siglo XXI. Demaret, ganador de tres Masters, vest¨ªa ropa llamativa y cantaba dulce con voz de crooner. Jim¨¦nez baila cuando emboca la bola y enamora. Le han bautizado como el tipo m¨¢s interesante del circuito y cu¨¢ndo se le pregunta lo que significa para ¨¦l dice que es normal que lo piensen, porque es as¨ª. ¡°Cuando me miro al espejo¡±, dice, y se quita las Rayban tan elegantes bajo su melena rizada en cola recogida, ¡°me digo que soy el m¨¢s guapo. ?C¨®mo me quiero!¡± Y se da besos en la cara. Antes de empezar a dar golpes en el campo de pr¨¢cticas, con el grueso Cohiba (que ¨¦l pronuncia cojiba, aspirando la hache a la americana) en la boca, efect¨²a sus ejercicios calist¨¦nicos de calentamiento y estiramientos, y parece de goma, tal es su flexibilidad, y echa bocanadas de humo tan espesas y extensas que parece un vapor ech¨¢ndose a la mar. ¡°Me divierto y divierto a la gente, que es lo importante¡±, dice, y se abraza a Tiger Woods, que regresa a Augusta, y charla con ¨¦l, como un maestro de ceremonias.
¡°Pero que nadie se equivoque¡±, dice un observador que le conoce. ¡°Nos re¨ªamos antes de ¨¦l por su coleta y sus gestos, y se ha convertido en un fen¨®meno de masas en Estados Unidos. Y, adem¨¢s, juega como nunca. Gana torneos senior y brilla¡±. Emilio Pereira, su preparador f¨ªsico asiente. ¡°Y trabaja como nadie en el gimnasio y en el campo¡±, dice. ¡°Fue capaz de recuperarse de una lesi¨®n que se hizo esquiando en diciembre de 2013 en un tiempo r¨¦cord, y todo con trabajo y sufrimiento¡±.
El a?o pasado, con 50 a?os, Jim¨¦nez lleg¨® rozar el liderato la ¨²ltima jornada, y termin¨® cuarto su mejor Masters. Poco despu¨¦s se cas¨® por segunda vez y se fue a vivir a Austria. ¡°Ganar un grande con m¨¢s de 50 a?os son cosas que se piensan, claro, y que se saben¡±, dice Jim¨¦nez , el m¨¢s veterano ganador en el circuito europeo, sobre la posibilidad de ganar el Masters a los 51, batiendo el r¨¦cord de ancianidad, los 46 a?os de Jack Nicklaus en el 86. ¡°Pero son cosas que hay que olvidar al salir al campo. Hay que salir a jugar con limpieza de mente, con un vac¨ªo: solo as¨ª se pueden hacer cosas bonitas¡±.
Horarios de juego (hora espa?ola, Canal +): Olazabal (14.40; Jim¨¦nez, 15.13), Garc¨ªa (19.59).
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