El United remonta ante el City y se mete en la lucha por la segunda plaza

En la lluviosa, lluviosa Manchester el f¨²tbol se disputa bajo un cielo gris al que s¨®lo alumbra el colorido de las camisetas de sus dos equipos locales. El rojo y el azul cielo (un fen¨®meno meteorol¨®gico desconocido por aquellos lares) de los dos Manchester se fundieron esta tarde en Old Trafford ante m¨¢s de 75.000 espectadores. Todos ellos luchaban porque el goteo constante y rutinario de la lluvia manchesteriana no les impidiera observar un encuentro otrora decisivo para el devenir de la Premier, ahora a la sombra del azul reluciente del Chelsea de Mourinho, l¨ªder de la liga inglesa. Quiz¨¢s por eso, ambos equipos dieron rienda suelta a sus sentimientos sin importarles del todo el resultado. Es lo que tiene la lluvia, que ayuda a borrar las pizarras.

El City de Pellegrini, un equipo de sangre m¨¢s bien fr¨ªa, sali¨® enfurecido a por su vecino al que mordi¨® y mordi¨® durante los primeros minutos. No par¨® hasta hacer da?o por medio de Ag¨¹ero, que recibi¨® un pase con todos los impuestos desgravados de Silva que s¨®lo tuvo que empujar a la red. Al segundo intento lleg¨® el premio para los citizen, que poco antes hab¨ªa tenido en un mano a mano de Navas una ocasi¨®n inmejorable. Esta vez De Gea no pudo hacer nada ante el remate del argentino que evidenci¨® las carencias de una defensa ante la que jugadores menos talludos como el argentino disfrutan como enanos.

Parec¨ªa el City un equipo diferente del que acostumbra, intenso en la recuperaci¨®n, r¨¢pido en la transici¨®n y creativo y efectivo ante la porter¨ªa rival. Sin embargo, como suele ocurrir hasta en los mejores conciertos, se cuela alg¨²n gallo que estropea el gorgorito. Fue en este caso Young, quien tras rematar mal en primera instancia un buen centro de Herrera desde la banda izquierda, el rechazo le qued¨® servido al ingl¨¦s para ahora s¨ª superar a Hart a diez cent¨ªmetros de la porter¨ªa. El belga, un tallo con tantas limitaciones como cent¨ªmetros, aprovech¨® su envergadura en multitud de ocasiones para prologar los centros que llegaban desde la banda, con enorme efectividad gracias a la imposibilidad de Zabaleta y Clichy para igualar una diferencia f¨ªsica tan notable. Mientras que Herrera y Mata intentaban dar alguna alternativa por abajo, el City explotaba la velocidad de Navas que no consegu¨ªa encontrarse con Ag¨¹ero. En medio de esa b¨²squeda interior asom¨® de nuevo la cabeza de Fellaini que tras una buena internada de Blind, el bal¨®n lleg¨® a Young que se lo puso por arriba (oh, sorpresa) al belga para que lo enviase de nuevo al fondo de la porter¨ªa. La maniobra, sin embargo, no debi¨® darla por valida el colegiado ingl¨¦s Mark Clattenburg ya que Fellaini se encontraba en posici¨®n adelantada.

A pesar del gol, el encuentro no entr¨® en una fase de dominio evidente por ninguno de los dos equipos. Hab¨ªa un poquito de susto por un lado y contrasusto del otro, en forma de achuche ocasional. La tuvo el City en un barullo dentro del ¨¢rea y respondi¨® el United con otro en el otro extremo del campo. Pudo desequilibrarse tal balance inestable si el colegiado hubiera expulsado a Kompany por una entrada sobre Blind. El capit¨¢n citizen fue r¨¢pidamente sustituido por Pellegrini, que dio entrada en su lugar a Mangala. Pero los problemas a la hora de enfrentarse a la velocidad de piernas del medio del United provocaron el tercer tanto del United, que esta vez por medio de Mata (tambi¨¦n en posici¨®n adelantada) puso la puntilla al lluvioso, lluvioso derbi de Manchester. El posterior tanto de Smalling de cabeza, tras un saque de falta en el que el central se qued¨® solo dentro del ¨¢rea, solo evidenci¨® la efervescencia de un City que se aleja definitivamente de la segundo plaza, ahora en posesi¨®n del Arsenal (66 puntos) y por lo que batallar¨¢ el United (65 puntos) en las seis jornadas que restan para el final del campeonato. Ni siquiera el segundo tanto de Ag¨¹ero a dos minutos del final (el s¨¦ptimo que le anota al United en el mismo n¨²mero de encuentros) sirvi¨® para lavar la imagen de su equipo. Y eso que llovi¨® lo suyo.