Ataque variado, defensa limitada
El PSG recupera a Verratti e Ibrahimovic, pero sigue con bajas en el eje y la zaga
El campe¨®n franc¨¦s ha llegado a la eliminatoria muy castigado por las lesiones y las sanciones, lo que condiciona su potencial. Aunque parec¨ªa que en el Camp Nou presentar¨ªa a su mejor equipo, mezclar¨¢ retornos importantes con frustraciones inesperadas.
El interruptor. Con 22 a?os, Verratti ya es uno de los mejores centrocampistas de Europa. Su personalidad le otorga jerarqu¨ªa, su prematura sabidur¨ªa le concede credibilidad. Cuando ¨¦l juega, el PSG est¨¢ ordenado. Como si hubiese seguido la huella de Xavi, no necesita altura ni m¨²sculo para imponerse en una zona del campo que exige un f¨ªsico imponente s¨®lo si no se tiene un cerebro privilegiado. Disfruta de una facilidad natural con el bal¨®n para encontrar soluciones a los problemas, estimula el juego de ataque y da reposo en la salida. Todo a trav¨¦s del pase y la delicadeza t¨¦cnica, pero tambi¨¦n gracias a un cambio de ritmo en la conducci¨®n que le permite eliminar rivales.
Es un director de escena que mezcla con el despliegue intenso de Matuidi e interpreta los principios de amplitud y profundidad para marcar el rumbo ofensivo del equipo. M¨¢s all¨¢ de su talento t¨¦cnico, inyecta agresividad al equipo en la presi¨®n, orgullo competitivo en la disputa, rebeli¨®n contra las inercias. Su gran patrimonio es el valor que le da al bal¨®n, tanto cuando se expresa a trav¨¦s de ¨¦l como cuando lo persigue. Responsabilidad y pasi¨®n.
La referencia. A pesar de que el PSG tiene a dos de los mejores delanteros del mundo, Cavani nunca ser¨¢ Ibrahimovic. Pero no s¨®lo Cavani, ni Lewandowski, ni Luis Su¨¢rez, ni Benzema, ni Diego Costa, ni Ag¨¹ero, ni T¨¦vez, ni el reci¨¦n llegado Harry Kane. Todos ellos son delanteros may¨²sculos, goleadores voraces. Pero el sueco es mucho m¨¢s. Cavani es un finalizador que piensa en c¨®mo y d¨®nde ofrecerse para que alguien le invite al remate, ya sea en profundidad o en los centros laterales, o incluso con maniobras individuales cerca del ¨¢rea para explotar la m¨ªnima grieta defensiva que suponga una l¨ªnea de chut.
Sin embargo, cuando el gigante escandinavo juega, su equipo tiene siempre una descarga para la segunda l¨ªnea, un socio para la combinaci¨®n, un surtidor para los desmarques de sus compa?eros, un recurso en forma de juego directo si la salida de bal¨®n se encalla, un rematador imprevisible y un alma intimidatoria. As¨ª, no se sabe si es mejor intentar que no participe mucho, a riesgo de perder los duelos personales, o no desgastarse en el cuerpo a cuerpo para que sus maniobras posteriores no generen desequilibrio. Ibra condiciona el plan colectivo, pero mejora la calidad de vida.
Cabaye podr¨ªa actuar de mediocentro, una soluci¨®n correcta de poco peso y dimensi¨®n
El problema. La ausencia de Motta por lesi¨®n, la limitaci¨®n f¨ªsica de David Luiz en la ida y la confirmaci¨®n de la baja para hoy de Thiago Silva por el problema muscular que le hizo abandonar el partido de Par¨ªs han restado libertad a Blanc en la elecci¨®n del mediocentro. Motta es un sabio de ese oficio en el centro del campo triangular porque seguramente fue la primera versi¨®n moderna de ese rol en el Bar?a por su capacidad f¨ªsica, inteligencia t¨¢ctica y uso del bal¨®n en espacios reducidos. Cierta tendencia a las distracciones sumada a la mala suerte con las lesiones cortaron su crecimiento blaugrana, pero su inmenso talento le ha permitido tener una carrera deportiva f¨¦rtil.
Una segunda opci¨®n fiable podr¨ªa haber sido David Luiz si Blanc hubiese tenido al tr¨ªo de centrales de primera categor¨ªa que re¨²ne en la plantilla, pero s¨®lo Marquinhos ha estado a su disposici¨®n en los dos partidos. Este ¨²ltimo, con todos sanos, incluso habr¨ªa podido ser el elegido como sombra de Neymar en el lateral derecho tras su gran actuaci¨®n sobre Hazard en el campo del Chelsea. Tras estos accidentes f¨ªsicos, parece que el PSG recurrir¨¢ de nuevo a Cabaye por delante de la l¨ªnea defensiva, una soluci¨®n correcta pero con menos peso y dimensi¨®n de lo que necesita un equipo para equilibrar el centro del campo sin hipotecar la libertad de Verratti y Matuidi.
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