Saques de banda y el error con Mandzukic

Jes¨²s G¨¢mez primero ejecut¨® un saque desde la izquierda, el costado que ocup¨® esta vez en lugar de Siqueira. Despu¨¦s, se fue a la banda contraria a ejecutar otro lanzamiento lateral ante la sorpresa generalizada. Hay veces que un par de detalles destripan un partido, un planteamiento y hasta las esperanzas de un entrenador para ganar. Ese cambio de costado de G¨¢mez para bombardear por arriba el ¨¢rea del Madrid desde la l¨ªnea de cal delat¨® que las jugadas de estrategia eran una de las panaceas que buscaba Simeone. La alineaci¨®n de G¨¢mez tambi¨¦n supon¨ªa una intenci¨®n palmaria de atacar menos que en el partido del Calder¨®n, donde jug¨® Siqueira. G¨¢mez tuvo una actuaci¨®n defensiva aceptable y hasta la oportunidad de un remate desde la frontal del ¨¢rea que le detuvo Casillas. En una secuencia de G¨¢mez tambi¨¦n se dibuj¨® el partido del Atl¨¦tico. Ya corr¨ªa el segundo tiempo cuando de repente se vio con el bal¨®n en los pies y mucho campo por delante. Pero ning¨²n compa?ero en el horizonte. La planicie que vio G¨¢mez fue otra de esas huellas del partido y tambi¨¦n uno de los problemas que ha arrastrado desde el principio de temporada. Con Mandzukic ha perdido contragolpe.

Las jugadas de estrategia eran una de las panaceas que buscaba Simeone

Aunque no estaban Marcelo, Modric, Bale y Benzema, Simeone plante¨® el partido con el equipo replegado en su propio campo. Y se vio que con el delantero croata en el campo es complicado que pueda estirarse el equipo. Lo que supuso su fichaje se expres¨® en todo su esplendor en el partido m¨¢s importante de la temporada. Por c¨®mo piensa el entrenador argentino estaba claro que la mayor¨ªa de los partidos grandes los iba a jugar replegado en su campo. La llegada de Mandzukic supuso cambiar el estilo ofensivo e hist¨®rico con el que el Atl¨¦tico hab¨ªa conquistado la Liga y se hab¨ªa meti¨® en la final de la Champions. Mandzukic no fue decisivo tampoco en los balones largos a¨¦reos, porque siempre tuvo que medirse a Ramos y a Varane. Y desaparecido Griezmann, el Atl¨¦tico no tuvo casi nada para intentar abordar el ¨¢rea de Casillas.

Quedaron los rojiblancos encomendados a la fiabilidad del dibujo y a Oblak, que volvi¨® a presentarse como candidato a h¨¦roe con dos manos a mano ganados a Cristiano y Chicharito. La expulsi¨®n en el minuto 75 de Arda ¡ªa su salida, le dio un cachete en la cara al cuarto ¨¢rbitro¡ª, ya sin Griezmann en el campo, sustituido por Ra¨²l Garc¨ªa, hizo que Simeone buscara los penaltis descaradamente. El ¨²ltimo cambio, el de Gim¨¦nez por Tiago, reafirm¨® la idea de la tanda de los once metros. No hab¨ªa ya jugadores para siquiera buscar una carrera en solitario. Torres, que lleg¨® precisamente para eso, se vio perjudicado por el primer cambio: a Sa¨²l se le hizo grande el duelo. Y tambi¨¦n por la expulsi¨®n que gener¨® la entrada de Gim¨¦nez. Con cinco defensas, se filtr¨® ese bal¨®n que Cristiano le regal¨® a Chicharito y confirmaba lo que se intu¨ªa desde el verano. Que un equipo campe¨®n cambi¨® mal la ficha de ataque que le defin¨ªa. Hizo muy poco el Atl¨¦tico, m¨¢s all¨¢ de defender, para meterse entre los cuatro mejores de Europa. Y propuso menos: saques de banda y balones largos para nadie.