La peor noche de Simeone
El t¨¦cnico del Atl¨¦tico recibe el mayor aluvi¨®n de cr¨ªticas por el planteamiento de un partido desde que se hizo cargo del equipo
Nunca las decisiones de Diego Pablo Simeone han resultado tan desfavorables para Atl¨¦tico como las que tom¨® el mi¨¦rcoles. Desde la inclusi¨®n de Mandzukic en el once con el equipo tirado tan atr¨¢s, pasando por los cambios, que fueron disminuyendo la posibilidad de generarle alg¨²n peligro al Madrid, jugaron en contra de su equipo.
Tampoco su discurso, carente de autocr¨ªtica en la sala de prensa, reflej¨® la realidad de lo sucedido en el campo. Todo ha sido cuestionado. Hasta su rutinaria visita a un restaurante cercano al Bernab¨¦u, al que siempre acude cuando el Atl¨¦tico juega en el estadio del vecino, ha levantado recelos entre alguno de sus jugadores por no acompa?ar al equipo en el autob¨²s.
Tambi¨¦n la hinchada, con la que tiene un cr¨¦dito infinito, vivi¨® un desencanto generalizado porque esperaba a un equipo tan guerrillero en defensa como en ataque. No tuvo contragolpe el Atl¨¦tico, su se?a de identidad hist¨®rica, perdida sensiblemente con el fichaje de Mandzukic. Un error de estrategia deportiva atendiendo al estilo de ataque con el que se proclam¨® campe¨®n de Liga y alcanz¨® la final de la Liga de Campeones.
La inclusi¨®n de Mandzukic en el once fue una contradicci¨®n en s¨ª misma atendiendo al discurso del entrenador desde el inicio del curso. Simeone ha argumentado, cada vez que se le ha preguntado por ello, que, para potenciar las virtudes del delantero croata, el equipo deb¨ªa vivir m¨¢s cerca del ¨¢rea. En los 90 minutos, el croata solo tuvo dos acciones en los ¨²ltimos 30 metros y ning¨²n remate.
Todas las decisiones que el Cholo tom¨® el mi¨¦rcoles han sido cuestionadas
Simeone plante¨® un partido como si aun fuera Diego Costa el delantero, y no Mandzukic. Jug¨® muy replegado el Atl¨¦tico, pero no ten¨ªa con qui¨¦n salir a la contra o estirar al equipo. El plan defensivo fue tan notable como previsible y romo el ofensivo. Con Sergio Ramos en el centro del campo, Ancelotti contrarrest¨® las posibles prolongaciones del croata ante los saques largos de Oblak, que le generaron problemas en la ida. Los centrocampistas tampoco estuvieron acertados en el pase y las conexiones fueron muy pobres con los delanteros y entre estos ¨²ltimos. Mandzukic le dio un pase a Griezmann y no hubo m¨¢s interacci¨®n entre ellos.
El franc¨¦s se desfond¨® en el h¨ªbrido entre centrocampista de banda y lateral que pas¨® a desempe?ar al cuarto de hora de juego. Para un rematador como Mandzukic no hab¨ªa pasadores desde los costados. No llegaban ni Arda, ni Koke, tampoco Griezmann. Pudo llegar algo Juanfran, pero muy poco. Enfrente, G¨¢mez, a pierna cambiada, estaba limitado a su poderoso saque de banda.
Jug¨® el Atl¨¦tico tan precavido como si enfrente tuviera al Madrid con Marcelo, Modric, Benzema y Bale. El positivismo que fue generando en los d¨ªas previos el parte de bajas madridista se difumin¨®. Cuando se produjo la expulsi¨®n de Arda, si la estrategia consist¨ªa en un apret¨®n final, esta se desvaneci¨®. Los cambios de Simeone tambi¨¦n fueron desinflando las esperanzas rojiblancas de poder alcanzar las semifinales. Se esperaba que fuera Mandzukic, con problemas en el tobillo, el que cediera su puesto ante Ra¨²l Garc¨ªa. Como se aguardaba que en alg¨²n momento apareciera Torres.
Oblak y Miranda defendieron ante la prensa el planteamiento de su entrenador. Apelaron al presupuesto del Madrid y a la calidad de sus suplentes para justificar que el equipo no diera un paso adelante pese a las bajas que present¨® el conjunto de Ancelotti. ¡°Ha sido Chicharito, un suplente, el que ha decidido el partido¡±, justific¨® Miranda. Pero tambi¨¦n hay en el vestuario quien opina que el gol del Madrid se ve¨ªa venir, que tanto dominio y tanta cesi¨®n de la pelota sin posibilidad de salir al contragolpe fue demasiado arriesgado. Aunque el riesgo no formaba parte del plan de Simeone.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.