El Sevilla, una m¨¢quina de ganar
El meta To?o salva al Rayo de una goleada del equipo andaluz, que recupera la cuarta plaza
No contento con sus andanzas en Europa, el Sevilla muestra una ambici¨®n incontenible tambi¨¦n en la Liga. El equipo de Emery es una m¨¢quina casi perfecta, que tiene aprendida la lecci¨®n y en la que todos sus engranajes funcionan con precisi¨®n suiza. Lo mismo rinde Vitolo que Denis Su¨¢rez. Lo mismo Kolo que el lesionado Pareja. Da igual que juegue Reyes o lo haga Aleix Vidal. Gameiro o Bacca.
El Sevilla responde siempre. En especial en Nervi¨®n, donde acumula ya la friolera de 34 partidos sin perder. El conjunto andaluz resalta por su pegada, descomunal, y su fiabilidad. En espera de lo que haga el Valencia hoy ante el Granada en Mestalla, recupera la cuarta plaza.
SEVILLA, 2-RAYO, 0
Sevilla: Rico; Diogo, Carri?o, Kolo, Tremoulinas; Krychowiak, Banega (Deulofeu, m. 62); Reyes (Aspas, m. 76), Iborra, Denis Su¨¢rez; y Gameiro (Bacca, m. 69). No utilizados: Soria; Fernando Navarro, Aleix Vidal y Mbia.
Rayo: To?o; Quini, Abdoulaye, Amaya (Morcillo, m. 13), Ins¨²a; Baena, Trashorras; Aquino (Embarba, m. 69), Pozuelo (Miku, m. 84), Kakuta; y Manucho. No utilizados: Cobe?o; Nacho, Embarba, Jozabed y Bueno.
Goles: 1-0. M. 16. Iborra. 2-0. M. 42. Carri?o.
?rbitro: Jaime Latre. Amonest¨® a Morcillo e Ins¨²a.
Ram¨®n S¨¢nchez Pizju¨¢n. 28.522 espectadores.
Vino a ayudarle un Rayo de muy buenas maneras y pocas maneras defensivas. Algo de sobra conocido en el grupo que dirige Paco J¨¦mez, que muere con sus ideas. Incluso no alinear a Bueno. Adem¨¢s, tuvo la mala suerte de que se le lesionara Amaya a los 13 minutos, fundido ante la primera carrera del r¨¢pido Gameiro. La adelantada defensa del Rayo fue una invitaci¨®n a las carreras del franc¨¦s, un b¨®lido sin precisi¨®n, atento siempre a los pases filtrados de Reyes y Banega. No marc¨® Gameiro, pero tuvo hasta tres claras ocasiones para hacerlo. Se encontr¨® con To?o, soberbio.
Tras un fant¨¢stico primer tiempo, Emery se permiti¨® el lujo de acabar el partido con jugadores como Aspas y Deulofeu, que apenas han contado en los ¨²ltimos ¨¦xitos del equipo. El Sevilla fue una apisonadora en el primer tiempo y luego se relaj¨®, lo que permiti¨® que el Rayo, al que a veces da gusto jugar, gozara de muchas ocasiones para marcar al menos un gol. La cuesti¨®n es que el encuentro se convirti¨® en un aut¨¦ntico correcalles. El Sevilla lleg¨® a plantarse hasta en tres ocasiones en oleadas frente a To?o, que se hart¨® de hacer paradas para evitar una goleada de esc¨¢ndalo. Por ejemplo, ante Reyes, Gameiro, Denis Su¨¢rez o Deulofeu, que se plantaron en sus narices con el bal¨®n controlado y en carrera.
Mientras hubo partido, el Sevilla mostr¨® su capacidad en jugadas como la del primer gol. Un pase al hueco de Reyes para aprovechar la irrupci¨®n de Diogo. El centro atr¨¢s del portugu¨¦s lo meti¨® en la porter¨ªa Iborra, sabiamente reconvertido ya a delantero. Curioso el caso del valenciano, irrelevante en el pivote, majestuoso en la mediapunta, donde sorprende por su t¨¦cnica y visi¨®n de juego. Mientras To?o amargaba a Gameiro, el Sevilla acab¨® con el choque en el minuto 42. Otra buena combinaci¨®n y centro al ¨¢rea de Denis Su¨¢rez que remat¨® Carri?o con precisi¨®n. Alcanzado el objetivo, el Sevilla se relaj¨®.
Result¨® incre¨ªble que no hubiera goles en la segunda mitad. El Rayo atac¨® con un descaro casi suicida y el equipo andaluz aprovech¨® para intentar aumentar su ventaja al contragolpe. Lo mismo fallaba goles incre¨ªbles Kakuta que To?o segu¨ªa con su exhibici¨®n. Un partido loco, sin mando, ya decidido, donde Emery se encontr¨® con la en¨¦sima buena noticia para sus intereses: Sergio Rico se est¨¢ haciendo un gran portero.
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