¡°El deporte exige educaci¨®n¡±

Su padre estaba empe?ado en que fuese abogado. Por eso se matricul¨® en Derecho, despu¨¦s de un fugaz paso de dos a?os por las aulas de la Historia. Sin embargo, a Antonio Nadal Homar (Manacor, 55 a?os), conocido popularmente como Toni, nada le produc¨ªa mayor placer que instruir a los ni?os de un peque?o club de cinco pistas de su localidad, as¨ª que no termin¨® ninguna de las dos carreras. A ¨¦l le atra¨ªan, por encima de todo, el ajedrez, la lectura y el deporte en general. Compiti¨® en ping-pong, nataci¨®n y m¨¢s tarde descubri¨® el tenis, en el que despu¨¦s de ser un jugador ¡°de segundo nivel¡± encontr¨® el camino definitivo a trav¨¦s de la formaci¨®n. Y, ah¨ª tambi¨¦n, entre el grupo de chicos que adoctrinaba, estaba su sobrino Rafael, el hijo de su hermano Sebasti¨¢n. ¡°Desde el primer d¨ªa fue un ni?o dispuesto a aprender y a hacer todo lo que yo le ordenaba. No se rebelaba, no se impacientaba. Nunca se quejaba¡±, relata Toni en Todo se puede entrenar (Alienta Editorial), toda una declaraci¨®n de principios.

En el libro, escrito en primera persona, el preparador describe su m¨¦todo de trabajo y cuenta algunas an¨¦cdotas deliciosas de la carrera de uno de los mejores deportistas espa?oles de todos los tiempos. Sin embargo, quien espere un sofisticado manual metodol¨®gico, una retah¨ªla de claves t¨¦cnicas y detalladas sobre c¨®mo se entrena y moldea a un atleta de ¨¦lite, probablemente se lleve una decepci¨®n. ¡°No soy due?o de grandes teor¨ªas ni ejecutor de muchas complicaciones¡±, explica Toni en su obra, en la que a lo largo de 207 p¨¢ginas habla con naturalidad de ¡°nuestra f¨®rmula, evidentemente v¨¢lida pero no ¨²nica, trabajosa pero buena, simple pero efectiva¡±. Minimalista.

¡°Todo est¨¢ en funci¨®n de qui¨¦n recibe la ense?anza y no al rev¨¦s, aunque haya una serie de puntos concretos b¨¢sicos para todo el mundo. No he seguido un m¨¦todo preestablecido que me dijera lo que hay que hacer en cada momento. Sencillamente me limito a aplicar mi l¨®gica y mi sentido com¨²n en cada momento¡±, explica Toni a EL PA?S, al que recibe en un c¨¦ntrico hotel de Madrid, anexo al Retiro, antes de que ¨¦l y su sobrino comiencen una sesi¨®n de entrenamiento matinal en La Caja M¨¢gica. ¡°Nunca hice diferenciaci¨®n entre lo que era bueno dentro de la pista y fuera¡±, cuenta; ¡°porque todo tiene un denominador com¨²n. Hab¨ªa un futbolista muy duro, que ya no juega, que dec¨ªa: ¡®en el campo soy como soy, pero fuera soy un se?or¡¯. Yo esto no lo concibo. O lo eres dentro y lo eres fuera, o no lo eres ni dentro ni fuera. Tu puedes jugar al f¨²tbol o incluso boxear de forma educada. Entiendo que el deporte debe practicarse de forma educada, como todo en la vida. Como la m¨²sica, la cultura o la medicina¡±.

Todo t¨¦cnico debe tener un poco de psicolog¨ªa para saber qu¨¦ debe decirle a su jugador"

Incide Toni en la bidireccionalidad entre el deporte y la educaci¨®n, en que ambos se retroalimentan. Se expresa desde un tono reposado, a trav¨¦s de reflexiones muy humanas que trascienden el per¨ªmetro de la pista. Para ¨¦l, existen unos par¨¢metros esenciales. Exigencia, actitud, sacrificio. La autoridad. ¡°Para educar creo que debe haber forzosamente un principio de autoridad basado en la prudencia y la estimaci¨®n. Creo que los hijos deben tener claro el principio de autoridad en la formaci¨®n¡±, resuelve el autor.

- ?Es demasiado caprichoso el deportista actual?

¡°Hay ciertos deportes que permiten ser caprichosos¡±, matiza Toni. ¡°El deportista en general no es muy caprichoso; un maratoniano no lo es, pero los de ¨¦xito creo que s¨ª lo son. Est¨¢n rodeados de gente que les adula y f¨¢cilmente se olvidan de d¨®nde vienen. Esto ocurre en el deporte y en otras facetas. La gente que triunfa suele ser caprichosa porque tiene gente alrededor que se lo permite¡±, explica a EL PA?S.

- ?Y qu¨¦ hubiese sido de Rafael sin la humildad?

¡°Ten¨ªsticamente, lo mismo. Veo jugadores que no son muy humildes y est¨¢n ah¨ª arriba. Lo que tiene que ser es normal, saber cu¨¢l es su ubicaci¨®n en el mundo, porque a partir de ah¨ª esa humildad sale a flote. Se puede ser muy bueno sin humildad y se puede jugar muy bien sin valores; ahora, si despu¨¦s adornas ese talento para desarrollar una actividad con una serie de valores, entiendo que es mejor¡±.

Solapado a su sobrino desde que este comenz¨® a pegar los primeros pelotazos, su papel ha evolucionado de la tutor¨ªa al acompa?amiento. ¡°Cuando Rafael era peque?o yo era el que dec¨ªa lo que se ten¨ªa que hacer. Yo ten¨ªa treinta y pico y el 12, as¨ª que era lo l¨®gico; ten¨ªa que escuchar. Pero a medida que ha crecido yo no tengo que decirle qu¨¦ debe hacer. Mi papel ha ido disminuyendo¡±, cuenta Toni; ¡°es consciente de qui¨¦n es. Otra cosa es lo que hace, que lo hace bastante bien, pero no deja de jugar al tenis. Es curioso, pero hay pol¨ªticos o directivos que destacan el comportamiento de Rafael y luego ellos mismos no se aplican¡±.

Doctor No. Ese es el apodo que Jordi Arrese, extenista profesional y ganador de la Copa Davis. ?Por qu¨¦? ¡°Porque tiene la habilidad o la virtud de discutirlo todo, aunque siempre de manera positiva¡±, explica el catal¨¢n en el libro. ¡°A m¨ª lo que me gusta es rebatir¡±, corrobora el entrenador, para el que ¡°todo t¨¦cnico debe tener un poco de psicolog¨ªa para saber qu¨¦ palabras debe contarle a su jugador¡±. Sin embargo, el resultado ¨²ltimo depende del disc¨ªpulo. ¡°He intentado siempre que el encontrara sus propias soluciones¡±, agrega Toni, al que no le gustan ¡°los procesos mec¨¢nicos porque implican no reflexi¨®n¡± y que se define como ¡°un entrenador an¨¢rquico, poco ortodoxo y, cuando menos, lateral. Nunca he seguido los manuales cl¨¢sicos¡±.

Sin embargo, remite en este Todo se puede entrenar a una sentencia de la Antigua Grecia, pronunciada por Sol¨®n, que supone el mejor resumen de su escrito: ¡°Sin m¨¦todo, orden, voluntad, esfuerzo y sacrificio no son posibles ni el genio ni el triunfo¡±. Palabra de Toni.