Pogba, el futbolista total que Ferguson dej¨® escapar
El centrocampista de la Juve, que pas¨® por el Manchester United sin triunfar, tiene enamorada a toda Europa ¡°Era lento y no le gustaba demasiado esforzarse¡±, dice uno de sus primeros entrenadores
¡°Lo vi jugar por primera vez con 16 a?os. Cuando termin¨® el partido baj¨¦ al vestuario y le dije al entrenador: ?qui¨¦n es ese? ?Madre m¨ªa qu¨¦ partidazo ha hecho! Me contest¨®: ¡®No, hoy no ha estado bien¡¯. As¨ª que imag¨ªnate¡¡±, recuerda ahora Lilian Thuram al otro lado del tel¨¦fono. Al que acababa de ver, en la selecci¨®n francesa sub 17, era Paul Pogba, el centrocampista de 22 a?os que juega en la Juve y tiene enamorada a Europa. El mismo que ?lex Ferguson se dej¨® escapar en 2012.
Nacido en Francia, de padres guineanos, Pogba creci¨® respirando f¨²tbol. Guardaba la pelota debajo del pupitre en el cole para salir con ella al recreo. Lo primero que hizo su padre, Antoine, profesor, nada m¨¢s llegar a Francia, fue montar un equipo de f¨²tbol, algo que el abuelo de Pogba siempre le hab¨ªa prohibido en Guinea. Paul, el peque?o de tres hermanos (Florentin y Mathias, gemelos, tambi¨¦n juegan al f¨²tbol y son internacionales con Guinea) se crio viendo v¨ªdeos de Pel¨¦ y Garrincha. ¡°Pel¨¦ marcaba con todo, izquierda, derecha, no hab¨ªa nada que no le saliera. ?Y Garrincha! Los volv¨ªa locos a todos con sus fintas, con esa pierna que arrastraba¡?D¨®nde ves ahora esos regates?¡±, contaba el centrocampista en una entrevista en La Repubblica. Pogba ped¨ªa m¨¢s y m¨¢s v¨ªdeos. Quer¨ªa emular a Papin ¨C¡°por la fuerza y agresividad¡±- y ser como Ronaldo, el brasile?o. ¡°Daba la sensaci¨®n, vi¨¦ndole jugar, de que lo pod¨ªa hacer todo¡±.
Se pasaba las tardes jugando en el campo de asfalto que hab¨ªa debajo de casa en Lagny-sur-Marne (a 70 kil¨®metros de Paris). Mientras esperaba a que llegaran todos los amigos de la pandilla, se tiraba horas chutando solo contra una de las paredes de cemento. ¡°Era un larguirucho espigado que controlaba muy bien la pelota. Destacaba por eso. Eso s¨ª, ten¨ªa una zancada y unos andares muy lentos¡±, dice uno de los ojeadores presentes en el primer torneo que Pogba disput¨® con la selecci¨®n francesa sub 15. El chico jugaba por entonces en Le Havre. Club que, con 16 a?os, fue incapaz de retenerle. Pogba emigr¨® a Inglaterra, al Manchester United, de Ferguson. Pero Ferguson lo dej¨® escapar.
El joven centrocampista jug¨® en la liga de las reservas durante dos temporadas (1.498 minutos) y en la 2011-12 debut¨® con el primer equipo. 71 minutos en la Premier, 28 en la Europa League y 103 en la FA CUP. Nada m¨¢s. Ante la plaga de lesiones de los red devils, en enero de 2012, Ferguson decidi¨® llamar a Paul Scholes, que llevaba siete meses retirado. Mejor apoyarse en un veterano que arriesgarse con un joven talento. Al final de esa temporada Pogba, al que Mino Raiola, su agente, califica ahora de ¡°Van Gogh¡± [por el precio y valor incalculable] decidi¨® volver a emigrar. ¡°Ferguson me mand¨® a casa de Pogba para convencerle a quedarse. Sab¨ªa que pod¨ªa convertirse en algo mejor que Patrick Vieira, pero Paul ya hab¨ªa decidido¡±, cont¨® Evra, inseparable de Pogba. ¡°No vayas a Italia, lo pasar¨¢s mal, hay mucho racismo¡±, le dijo Ferguson.
Con la t¨¦cnica de Marchisio, la agresividad de Vidal y la genialidad de Pirlo, ser¨ªa el centrocampista perfecto¡±
PAUL POGBA
Pogba termin¨® en la Juve. Fue ofrecido antes a Inter y Milan, pero ni Moratti ni Galliani quisieron pagar los 4 millones de comisi¨®n que ped¨ªa su agente por un chico de 19 a?os. ¡°Era m¨¢s lento y hac¨ªa circular el bal¨®n con mucha menos rapidez que ahora. No ten¨ªa cabeza, mentalmente era d¨¦bil, no le gustaba demasiado esforzarse. El cambio lo peg¨® cuando empez¨® a ir con las categor¨ªas inferiores de la selecci¨®n. En la Premier es donde tambi¨¦n creci¨® de forma radical a nivel f¨ªsico¡±, le describe Momo Chacha, que en las categor¨ªas inferiores del Le Havre entren¨® a Pogba durante un a?o y vio c¨®mo se march¨® al extranjero. ¡°Me fui pronto de casa pero nunca he sufrido la soledad¡±, confes¨® el jugador.
No vayas a Italia, lo pasar¨¢s mal, hay mucho racismo¡±, le dijo Ferguson
A la Juve en principio lleg¨® para ser una alternativa a Pirlo, pero Conte finalmente le coloc¨® de interior izquierdo. El t¨¦cnico se dio cuenta de que ten¨ªa algo diferente entre manos; por potencia, evoluci¨®n t¨¦cnico, incursiones, regates y gol. Boquiabiertos se quedaban sus compa?eros cuando le ve¨ªan chutar desde 30 metros con las dos piernas. El club bianconero le fich¨® a coste cero y en dos temporadas y media se ha convertido en una mina de oro. Ambidextro, es potente, r¨¢pido, elegante y h¨¢bil con la pelota. Tiene un gran disparo y ha marcado aut¨¦nticos golazos (lleva 10 en lo que va de temporada). No se arruga en los partidos importantes, aunque a veces es discontinuo.
Tiene contrato con la Juve hasta 2019. Despu¨¦s de Carlos T¨¦vez (5,5 millones) es el segundo jugador mejor pagado de la plantilla. Los 4,5 millones que ingresa ahora pasar¨¢n a ser 6,5 en dos a?os. Contrariamente a las dem¨¢s estrellas medi¨¢ticas, no tiene contratos exclusivos con ninguna marca deportiva. Se le ve calzar botas Adidas, Umbro, o Nike indiferentemente. Se pone las que m¨¢s le gustan de las decenas que recibe.
Le describen como un chico serio, profesional, seguro, con una gran autoestima, tranquilo y educado, dentro y fuera del campo. El ¨²nico capricho que se concede ¨Caparte de las crestas que le esculpe un peluquero de confianza de Tur¨ªn- es la pizza con kebab. Amante de la m¨²sica rap, su pel¨ªcula favorita es Pulp Fiction. S¨®lo una cosa le molest¨® cuando lleg¨® a la ciudad de la Mole Antonelliana: que la gente lo llamara ¡°Balotelli¡± por la calle. Sus crestas enga?aron a m¨¢s de uno. No su f¨²tbol. Tampoco su humildad, cuando cita a sus compa?eros: ¡°Con la t¨¦cnica de Marchisio, la agresividad de Vidal y la genialidad de Pirlo, ser¨ªa el centrocampista perfecto¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.