Lewandowski, el polaco que tiraba yogures a la polic¨ªa
El goleador del Bayern juega con una m¨¢scara que limita su visibilidad
Guardiola tiene un problema. El Bayern debe remontar tres goles contra el Barcelona y debe hacerlo sin Ryb¨¦ry ni Robben, su ¨²nico desequilibrio ofensivo, con un G?tze que le dio el t¨ªtulo de campe¨®n del Mundo a Alemania pero lleva un a?o tremendamente pobre ¡ª13 goles, ¡°parece un juvenil, que aprenda de Su¨¢rez¡±, reclam¨® Beckenbauer¡ª, y con Lewandowski, su goleador, mermado desde que se estamp¨® con el portero del Dormund en la semifinal de la Copa Alemana y se parti¨® los huesos de la nariz y la mand¨ªbula. Mal panorama para atacar al Barcelona y hacerle da?o.
Aunque el polaco ya sabe lo que es marcar cuatro goles en una semifinal y clasificar a su equipo para una final de la Champions. Ocurri¨® con el Dortmund contra el Madrid. Esta vez, con el Bayern de M¨²nich no ve demasiado: la m¨¢scara que le protege la cara le merma su rendimiento: ya no solo por el da?o sufrido, sino porque limita su visi¨®n hasta condicionar sus movimientos. Un drama. Pero nada que no pueda superar un polaco. ¡°Evidentemente es mejor jugar sin m¨¢scara, pero los m¨¦dicos le aconsejan jugar con ella. Y no es f¨¢cil hacerlo en esas condiciones, pero juega¡±, explica Guardiola. Y para un tipo veloz como ¨¦l, acostumbrado a jugar al filo de la espalda de los defensas y a remates imposibles, es una faena, no mirar de reojo.
Si hubiera tenido un poco de suerte, llevar¨ªa 25 goles m¨¢s. Estoy muy contento de su rendimiento¡± Guardiola, t¨¦cnico del Bayern
¡°Nos entendemos bien, somos muy directos¡±, dijo ayer M¨¹ller. ¡°Ha dado un gran rendimiento¡±, defendi¨® Guardiola al hablar del polaco antes de a?adir: ¡°No es f¨¢cil cambiar de Dortmund a M¨²nich, pero se ha adaptado muy bien y no es f¨¢cil. Es un chico fant¨¢stico y ha hecho muy buena temporada. Ha generado muchas ocasiones y si hubiera tenido un poco de suerte, llevar¨ªa 25 goles m¨¢s. Estoy muy contento de su rendimiento¡±, le reconoce Pep.
Nacido en Leszno, un pueblo cerca de Varsovia, tiene 27 a?os, es hijo de Krzystof, que fue yudoca y futbolista y de Iwona, que lleg¨® a jugar como profesional al voleibol, un deporte muy popular en Polonia, y fue vicepresidenta de un equipo puntero. Hu¨¦rfano desde los 18 a?os, cuando muri¨® su padre, est¨¢ casado con una karateka, Anya, que fue medalla de bronce en el Mundial del 2009, y que le ense?¨® a comerse primero el postre y al final, el primer plato. Tiene una hermana, Milena, internacional de voleibol por Polonia. Le encantan las motos, hasta el punto de que cuando jugaba en el Dortmund le tuvieron que llamar la atenci¨®n y prohibirle subirse a ellas. Siempre tuvo fama de t¨ªmido y buen ni?o, aunque se le recuerda tirando yogures a los coches de polic¨ªa durante unos campamentos escolares. No le pillaron, siempre fue muy r¨¢pido.
Lewan estuvo a punto de fichar por el Sporting de Gij¨®n antes de dejar Polonia y llegar a Alemania, y Bakero, que le conoci¨® cuando entrenaba en la Liga polaca, lo recomend¨® para el Barcelona, pero nadie le hizo caso. Tambi¨¦n le contactaron Ferguson y Mourinho para irse a la Premier, pero prefiri¨® fichar por el Bayern y seguir cerca de Polonia. Admirador de Thierry Henry, en casa no le gusta ni hablar de f¨²tbol ni ver los partidos y es de los que menos visualiza los v¨ªdeos que el cuerpo t¨¦cnico edita a sus jugadores para que mejoren sus movimientos. Hoy, con m¨¢scara, la afici¨®n del Bayern sue?a que repita su haza?a en las semifinales de la Champions contra el Madrid cuando vestido de amarillo, marc¨® cuatro goles, y meta al equipo en la final de Berl¨ªn.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.