Garbi?e y Carla, las supervivientes

La jornada comenz¨® con caras largas. Primero, la de Marcel Granollers, sin opci¨®n (6-2, 7-6 y 6-3) ante un Roger Federer que se despert¨® tempranero y quer¨ªa resolver por la v¨ªa r¨¢pida, aunque al final se enred¨® m¨¢s de lo previsto para firmar su 63? triunfo en Par¨ªs; y despu¨¦s, a eso del mediod¨ªa ya, la de Fernando Verdasco, todo un poema despu¨¦s de caer (6-4, 0-6, 1-6, 7-5 y 10-8) ante el alem¨¢n Benjamin Becker, muy pero que mosqueado el madrile?o porque lo tuvo y al final se le escap¨®, o sea, de vuelta a casa. As¨ª iba el tema para los tenistas espa?oles, complicado.

As¨ª iba hasta que Garbi?e Muguruza pis¨® a media tarde la arena y tuvo que emplearse a fondo para doblegar (6-1 y 6-4, en hora y 17 minutos) a Camila Giorgi. Mucha bola larga de la italiana, "un partido muy inc¨®modo", reconoci¨® despu¨¦s la hispano-venezolana (20 de la WTA), espigada y atl¨¦tica, intentando ahora deshacer el nudo que le ha trabado en el primer tercio del a?o. A buen seguro que una victoria contra la zurda Angelique Kerber (11) en la siguiente ronda le echa una mano, aunque en sus tres careos previos siempre ha salido airosa la alemana.

Y luego vino Carla, con esos andares suyos tan despistados, que le hacen parecer perdida cuando en realidad est¨¢ desgranando el juego para seguir venciendo y volando alto. No tuvo apenas resistencia la canaria en la central, a media tarde, con un mont¨®n de colegiales armando bulla y jaleando a la anfitriona Virginie Razzano. Pero la francesa, batida ya en la primera manga (6-4), tuvo que entregarse a consecuencia de una lesi¨®n en la zona abdominal. Total, que Carla dio otro paso para medirse con Garbi?e en los octavos, aunque antes deber¨¢ resolver su encuentro con Flavia Penetta. Cuidado: cuatro triunfos en seis enfrentamientos a favor de la italiana. Aunque, sobre arcilla, igualdad: 1-1.

Como broche, despu¨¦s de las alegr¨ªas de las supervivientes, el gesto torcido de Pablo And¨²jar. El sol ya ca¨ªa y lo bola se ve¨ªa de mala manera; su pulso con Philipp Kohlschreiber qued¨® en el aire (6-1, 7-6, 3-6, 3-6 y 2-4) y ¨¦l, a unos cent¨ªmetros del precipicio.