La Juve y el molde Agnelli
El presidente del club bianconero, el cuarto de la familia, ha conseguido duplicar los ingresos en cuatro a?os y reanimar a un equipo en descomposici¨®n despu¨¦s de calciopoli Su pol¨ªtica: gesti¨®n familiar y gastos contenidos
¡°En verano de 1982 sub¨ª a Villar Perosa [sede de las concentraciones de la Juve] con mi padre. Ten¨ªa 7 a?os, llevaba pantal¨®n corto e Italia acababa de ganar el Mundial. ?Al lado de qui¨¦n quieres sentarte?, me pregunt¨® mi padre. ¡®Paolo Rossi¡¯, le contest¨¦. As¨ª empez¨® todo¡±. As¨ª empez¨® su amor por la Juventus y as¨ª contestaba Andrea Agnelli cuando un d¨ªa le preguntaron cu¨¢l era su primer recuerdo de la Juve. Hoy tiene 39 a?os. Es presidente desde hace cinco. Es el cuarto de la familia Agnelli. Su abuelo Edoardo asumi¨® la presidencia con 31 a?os, su t¨ªo Gianni con 26 y su padre Umberto con 21. Andrea, el ¨²ltimo, lo hizo con 34. En cinco ha reanimado a un equipo en descomposici¨®n despu¨¦s del esc¨¢ndalo de calciopoli y del infierno de la Serie B y ha vuelto a hacer de la Juve un equipo estable, atractivo y ganador. Un equipo que juega en un campeonato m¨¢s bien pobre pero con una direcci¨®n que ha sabido cautivar a dos estrellas como Paul Pogba y Andrea Pirlo.
No soy supersticioso. Si ganar dependiera de ponerse o quitarse una americana, ser¨ªamos campeones todos los a?os"
A Agnelli le describen como una persona educada, preparada y puntillosa. Su mujer, Emma, dice que es celoso y buen cocinero. Diplomado en el Saint Clare¡¯s International College de Oxford y en la Universidad Bocconi de Mil¨¢n, en la Juve empez¨® como ayudante en el sector comercial siendo todav¨ªa un pipiolo. Un tipo tan cercano que cuando volvi¨® al club le llamaban Andrea a secas. Siempre bastante comedido, s¨®lo se dej¨® llevar en el palco del Bernab¨¦u cuando Morata marc¨® el gol del empate y de la clasificaci¨®n para la final. Peg¨® un salto que asust¨® a Florentino P¨¦rez con el que se disculp¨® enseguida cari?osamente.
Agnelli, que trabaj¨® en Ferrari y en Philip Morris y cre¨® en 2007 su propia holding financiera, lucha contra los grandes con la mitad de los ingresos. 530 millones han sido los de Barcelona el a?o pasado, por los 280 de la Juve. Suficientes para armar un equipo competitivo y ganador. En una ¨¦poca en la que los hist¨®ricos del calcio (Inter, Mil¨¢n y Roma) buscan capitales y dinero extranjero para poder sobrevivir y aspirar a competir, la Juve de Agnelli reivindica la gesti¨®n casera.
El club, bajo su mandato, ha duplicado sus ingresos en cuatro a?os y ha reducido las perdidas de 95 a 6,7 millones. Ha pasado de ingresar 154 millones en la temporada 2010-11, a 195 en la 2011-12, 272 en la 2012-13 para alcanzar los 280 el a?o pasado. La estimaci¨®n para esta temporada es de 315 y el objetivo para las 2015-16, de 350 millones. ?C¨®mo se ha hecho? Con una gesti¨®n de los recursos sensata, con la construcci¨®n de un nuevo y moderno estadio (que ha hecho subir los ingresos por explotaci¨®n de 11 a 49 y ha atra¨ªdo un nuevo patrocinador, Adidas, que pagar¨¢ 23 millones, 10 m¨¢s que Nike) y con una direcci¨®n deportiva que no ha cometido locuras. En Italia ning¨²n equipo es due?o de su estadio, salvo la Juve.
¡°Ha habido una renovaci¨®n deportiva y empresarial: cada a?o llegaban diez jugadores nuevos y as¨ª era impensable buscar la estrella que cambiara el rendimiento del equipo. Hoy s¨ª podemos aspirar a hacerlo. Pero hay otra cuesti¨®n: ?vamos a crear desajustes en la plantilla o insertamos un valor a?adido? La respuesta depende de lo que encuentres en el mercado. Una cosa es decir tengo un gasto ilimitado y otra es decir tengo que encontrar al crack que se ajuste al proyecto y que tenga un precio asequible y razonable¡±, explicaba Agnelli en una entrevista en Financial Time.
La de los precios asequibles es la filosof¨ªa que ha seguido la Juve; el equilibrio al que aspira el presidente tambi¨¦n se refleja en los sueldos de la plantilla. El que m¨¢s cobra es Carlos T¨¦vez con 4,5 millones (el capit¨¢n Buffon se baj¨® el sueldo de 6 a 4); lejos de los salarios estratosf¨¦ricos del Barcelona (20 Messi, 14 Neymar, 10 Luis Su¨¢rez). La direcci¨®n deportiva que acompa?a a Agnelli ha hecho el resto. El presidente nombr¨® a Beppe Marotta como director general ¨Chombre de f¨²tbol, educado y con experiencia- apost¨® por Pavel Nevdev como su mano derecha ¨Cel exjugador de la Juve es vecino de Agnelli y compa?ero de equipo en los partidillos de que juegan todos los jueves- y eligi¨® a Fabio Paratici como director deportivo. ¡°El mejor es el que menos se equivoca. Si fichas a cuatro jugadores y dos de ellos son buenos, uno regular y otro malillo pues la has clavado. Eso no es lo m¨ªnimo sino el m¨¢ximo¡±, explicaba Paratici. Y a la Juve, el equipo de los cuatro semifinalistas de Champions, con m¨¢s jugadores de su propio pa¨ªs (16 de 26), no le ha ido mal.
El mayor desembolso de los ¨²ltimos cinco a?os ha sido ?lvaro Morata (20 millones). Pogba, el talento querido por toda Europa, lleg¨® a coste cero. Pirlo, con el que la Juve dio el salto de calidad hace tres a?os, tambi¨¦n. Barzagli, uno de los pilares de la defensa de la Juve y de la selecci¨®n italiana, cost¨® 300.000 euros. Vidal, Lichtsteiner y T¨¦vez diez cada uno. Y el valor de este ¨²ltimo, al que todos menos la Juve daban por muerto hace dos a?os, se ha duplicado o m¨¢s.
En Italia ning¨²n equipo es due?o de su estadio, salvo la Juve. Sus ingresos han pasado de 154 millones en la temporada 2010-11 a 315 este a?o
Agnelli, que cogi¨® a un equipo en descomposici¨®n despu¨¦s del esc¨¢ndalo de la compra de ¨¢rbitros, ha conseguido devolverlo al lugar que ha ido ocupando hist¨®ricamente en Italia y en Europa. Lo ha hecho primero con Antonio Conte y ahora defendiendo contra viento y marea a Massimiliano Allegri, la apuesta personal de Marotta. El s¨¢bado pasado fue el presidente el que dio el toque de queda para poner fin a las celebraciones del doblete (Liga y Copa). ?l, que durante a?os estaba obligado a avisar a su padre Umberto si se retrasaba m¨¢s de quince minutos para la cena en casa, ahora es el que mira el reloj de la Juve. Club del que se define primer hincha y m¨¢nager. Dice que no es supersticioso y que pagar¨ªa una entrada por ver un partido en Anfield Road y escuchar el You will never walk alone.
¡°No soy supersticioso ni tengo rituales. En Tokio, antes de la final de la Copa Intercontinental [la de 1996 que la Juve gan¨® a River con un gol de Del Piero] me compr¨¦ una americana. Me dije: ?me la pongo o no me la pongo? Me la puse. Si ganar dependiera de ponerse o quitarse una americana, ser¨ªamos campeones todos los a?os¡±, confes¨® en una entrevista. Seguro, entonces, que no se la llevar¨¢ a Berl¨ªn.
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