Muguruza tropieza con Safarova
Por segundo a?o seguido, la hispano-venezolana (7-6 y 6-3) no pasa la barrera de cuartos
Quer¨ªa Garbi?e Muguruza, a sus 21 a?os, dar un golpe sobre la mesa en Par¨ªs y avalar esas voces que dicen que, desde que irrumpiera en el profesionalismo hace tres a?os, est¨¢ llamada a hacer algo importante. Quer¨ªa lanzar un aqu¨ª estoy yo, no lo olviden, pero se dio de bruces con una roca llamada Lucie Safarova. Checa, 13 del mundo, con aspecto de Se?orita Rottenmeier y la inercia de un rodillo. Un d¨ªa antes hab¨ªa liquidado a la reina Maria Sharapova y este martes se encarg¨® (7-6 y 6-3) de Muguruza, valiente y brav¨ªsima, pero adi¨®s al sue?o de Garbi?e. Otra vez. La maldita barrera de los cuartos, como hace un a?o.
"Estoy un poco chof", admiti¨® Muguruza luego, en la sala de prensa; "he vuelto a perder en esta ronda, pero me voy contenta, porque he salido de la pista diciendo: lo he dado todo. Ella est¨¢ jugando muy bien y me ha hecho da?o con los restos, sobre todo. As¨ª como hace un a?o me fui pensando que pod¨ªa haber hecho algo m¨¢s, contra Sharapova, esta vez creo que han decidido peque?os detalles ten¨ªsticos. No tengo nada que reprocharme".
El primer set fue la s¨ªntesis de todo. A diferencia de otros d¨ªas, en los que solo mira hacia adelante y no pisa apenas el freno, Garbi?e rumi¨® mucho m¨¢s cada pelota. Encontr¨® la pausa y ese punto medio que, de mantenerlo, de aqu¨ª en adelante le proporicionar¨¢ muchas alegr¨ªas. A pesar de que el tenis actual demanda mucho f¨ªsico, golpes duros y envergadura, no se olvida a¨²n del equilibrio. M¨¢s a¨²n en el circuito femenino, donde a excepci¨®n de Serena Williams y Maria Sharapova, dos figuras con una derecha de acero, los intercambios todav¨ªa predominan en la mayor¨ªa de los partidos.
Garbi?e, pues, hall¨® la pausa e hil¨® un juego inteligente frente a una rival, Safarova, que planifica como la mejor de las estrategas. La checa busc¨® el enredo y Muguruza, en lugar de intentar resolver por la ruta r¨¢pida, por el carril de en medio que acostumbra a elegir y que muchas veces le traiciona, acept¨® la propuesta. Acept¨® y comenzaron los peloteos, intensos y largu¨ªsimos algunos. Tanto que con 3-3 en el electr¨®nico, tuvieron que pasar hasta 11 minutos para que la hispano-venezolana protegiera su servicio. Buen¨ªsima se?al. Nada de prisas, temple y paciencia. Adelante.
Salv¨® entonces hasta cuatro bolas de ruptura (hasta (seis veces en la primera manga) y le envi¨® un recado a Safarova, rostro hier¨¢tico, inalterable, con un juego que est¨¢ exento de ornamentos pero tampoco dibuja aristas. Linealidad, precisi¨®n y eficacia. Una magn¨ªfica f¨®rmula para competir a estas alturas del torneo. La checa avanzaba como una tanqueta, pero al otro lado de la red no decay¨® la resistencia. Garbi?e vari¨® registros, cambi¨® alturas; contuvo ese deseo pecaminoso de castigar la bola y mirar ¨²nicamente al frente, porque va entendiendo poco a poco que en ocasiones es necesario echar un visazo a los lados, o incluso por el rabillo del ojo.
Garbi?e vari¨® registros, cambi¨® alturas; contuvo el deseo de castigar la bola y mirar ¨²nicamente al frente
Sin embargo, en ese plano de igualdad, Safarova fue creciendo y afilando su zurda. El plan le sali¨® a la perfecci¨®n a la checa, que en el tie break sac¨® el cuchillo para adjudic¨¢rselo. Busc¨® las l¨ªneas y los ¨¢ngulos, cambi¨® los ritmos y mantuvo la idea durante todo el segundo parcial. Garbi?e, pese al golpe emocional que supuso perder el primer set, no se rindi¨®. Se defendi¨® como una jabata, con buenas derechas y un rev¨¦s cruzado poderoso, a dos manos, pero sin darse cuenta ya hab¨ªa ca¨ªdo en la red de la tenista de Brno. Esta se medir¨¢ en las semifinales a la serbia Ana Ivanovic (6-3 y 6-2 a Elina Svitolina), apoyada en las gradas por su novio, Bastian Schweinsteiger, futbolista del Bayern de M¨²nich.
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