Nadal se exprime en la hierba

Nunca antes hab¨ªa llegado Rafael Nadal a la temporada de hierba con una cosecha tan escasa como la de este 2015, en el que el espa?ol no ha celebrado ning¨²n t¨ªtulo en la gira europea sobre tierra; llega, adem¨¢s, despu¨¦s de ceder su trono en Roland Garros, donde cay¨® en los cuartos de final contra Novak Djokovic; y aterriza, pese a que ¨¦l no le quite el sue?o, en el d¨¦cimo puesto mundial, su r¨¢nking m¨¢s bajo desde abril de 2005. Es la nueva realidad de Nadal, intermitente en la primera mitad del curso, pero al que la segunda le brinda un magn¨ªfica oportunidad de engordar su casillero y seguir reconcili¨¢ndose con su deporte. ¡°He vuelto a disfrutar del tenis en este ¨²ltimo mes¡±, dec¨ªa hace unos d¨ªas al pisar Sttutgart, su primera parada sobre hierba.

Atr¨¢s queda el tapiz rojo y por delante queda ahora el verde. Alemania (categor¨ªa 250), Queen¡¯s (500) y partir del pr¨®ximo 29 de junio, Wimbledon. Hasta este a?o, Nadal nunca hab¨ªa programado dos torneos sobre c¨¦sped antes de desembarcar en el All England Tennis Club, marco del tercer major del calendario. ¡°No tengo que defender casi puntos, pero la mentalidad es la de siempre: ganar el mayor n¨²mero de partidos posible. Vamos a intentarlo. Quiero intentar acabar la temporada entre los ocho primeros para estar en la Copa de Maestros¡±, expuso Nadal, que en su estreno en Stuttgart se deshizo (7-6, 6-7 y 6-2 en dos horas y 40 minutos de partido) del chipriota Marcos Baghdatis, veterano de 30 a?os, 63 del mundo.

De junio a noviembre, defiende 370 puntos y no tiene la exigencia de ganar a toda costa como en la tierra

Una buena toma de contacto para ir adapt¨¢ndose a una superficie en la que no vence desde 2010 (Wimbledon), que exige velocidad y determinaci¨®n, afinar con los servicios y potenciar al m¨¢ximo los golpeos. Ante Baghdatis, el espa?ol comenz¨® a remolque en el primer set (2-4), pero fue adquiriendo tono y conteniendo poco a poco el juego plano y directo del chipriota (12 aces, por 7 de Nadal). Atada la primera manga, en la segunda fue el rival quien volte¨® el marcador (1-3) y se llev¨® finalmente el tie-break. No as¨ª la definitiva, en la que comenzaron a pesarle las piernas y en la que Nadal se asegur¨® hasta un 85% de puntos con su primer saque. El de Manacor salv¨® en total 10 bolas de break (de 12, un 83%) y extrajo un bot¨ªn mayor con segundos (51%, por el 41% en el otro lado).

Le espera ahora en los cuartos el ca?onero australiano Bernard Tomic (7-6 y 6-2 a Tommy Haas) y, m¨¢s all¨¢ de Stuttgart, un escenario de menor presi¨®n que en el primer semestre. Ya no existe esa exigencia de ganar a toda costa en su terreno, el polvo de ladrillo, ni de imponer su ley en Par¨ªs. Ahora, el panorama cambia. El ganador de 14 grandes defiende apenas 370 puntos desde junio hasta noviembre: los 180 de Wimbledon (octavos, Nick Kyrgios), 90 de Beijing (cuartos, Martin Klizan), 10 de Shangh¨¢i (segunda ronda, Feliciano L¨®pez) y 90 de Basilea (cuartos, Borna Coric). La irregularidad en el juego y las lesiones le pasaron factura desde que levantase su novena Copa de los Mosqueteros. Mientras, los pesos pesados del circuito defienden de aqu¨ª en adelante un buen saco de puntos, caso de Roger Federer (6.450), Novak Djokovic (5.810) o Andy Murray (2.750).

Es decir, Nadal tiene poco que perder y mucho que ganar. En esa nueva realidad en la que se mueve, la de volver a ser un jugador competitivo y ascender metros para no perder la estela de los m¨¢s fuertes, todo avance, por m¨ªnimo que sea, suma para ¨¦l. ¡°El primer partido en hierba siempre es complicado¡±, se?al¨® Nadal, que sigue exprimi¨¦ndose a diario y que antes de batirse con Baghdatis ya se hab¨ªa estrenado en el dobles junto a Feliciano; ¡°Puedo jugar un poquito m¨¢s agresivo, aunque al principio es duro. Dos horas y 40 minutos son muchos sobre esta superficie, espero estar listo para ma?ana. Intento dar lo mejor de m¨ª en cada torneo¡±.