Nadal, un a?o en el desierto

Dice Rafael Nadal a los periodistas que, de tanto record¨¢rselo, va a terminar por creerse aquello de que no est¨¢ bien. Las preguntas, sin embargo, responden a los hechos del ¨²ltimo a?o, o a los datos si se prefiere. Nadie es ajeno a ese esfuerzo suyo tan encomiable por alzar el vuelo y reverdecer laureles, pero cada rayo de luz que asoma en el horizonte del campe¨®n le sucede una palada de tierra que devuelve el fundido a negro. Y eso, claro, tiene un peaje. Rema y rema Nadal, apeado de Wimbledon cuando muchos esperaban, por fin, una se?al definitiva de que vuelve a ser ¨¦l mismo, pero esta no llega.

Muchos, la mayor¨ªa, apuntan a la mente; otros, los menos, al plano t¨¦cnico; tambi¨¦n est¨¢n aquellos que miran a los dos factores; y hay un ¨²ltimo grupo, entre los que figura John McEnroe, que no se andan con medias tintas. ¡°Rafa tiene que buscarse a un maldito nuevo entrenador. Ya es hora de que entre savia nueva en el equipo de Nadal¡±, manifest¨® el extenista estadounidense, ganador de siete Grand Slams (tres de ellos en Londres: 1981, 1983 y 1984), a la BBC; ¡°Toni hizo un trabajo magn¨ªfico cuando era un ni?o, pero a estas alturas deben aparecer claramente ideas nuevas¡±.

Nadal debe buscarse un maldito nuevo t¨¦cnico. Es hora de savia nueva" John McEnroe, extenista

La radiograf¨ªa del ¨²ltimo encuentro de Nadal es preocupante. M¨¢s all¨¢ de la estad¨ªstica, que demuestra que el rastafari Dustin Brown le desbord¨® en casi todos los campos, est¨¢n las sensaciones. Y estas no fueron nada halag¨¹e?as. ¡°Lo que est¨¢ pasando es un c¨²mulo de circunstancias¡±, contaba tras perder ante el alem¨¢n. ¡°La principal es que vengo de una situaci¨®n complicada de lesiones, perd¨ª varios partidos que no deber¨ªa haber perdido. Hay una ¨¦poca en que uno pierde la fe en uno mismo. A nivel de juego se pueden recuperar cosas, el drive debe hacer m¨¢s da?o¡­¡±, expuso tras caer ante el 102 del mundo.

¡°Mi trayectoria durante el a?o estaba siendo ascendente y lo de hoy ha sido un golpe¡±, reconoci¨® Nadal, que desde que celebrase su ¨²ltima corona en Roland Garros, el 8 de junio de 2014, vive deportivamente entre sinsabores. Desde entonces, tortura f¨ªsica (mu?eca, espalda, apendicitis¡­) primero y despu¨¦s demasiados amagos. Desde el ¨²ltimo ¨¦xito en Par¨ªs ha ganado 41 partidos y ha cedido 17 (el 29,3%); este a?o, el balance es de 34-12 (26,08%). Solo dos t¨ªtulos, menores (Buenos Aires y Stuttgart). Y, frente a los pesos pesados, el de Manacor ha claudicado siempre: seis derrotas en ocho partidos contra miembros del top-10. Solo pudo enviar a la lona a David Ferrer (Montecarlo) y Tomas Berdych (Madrid).

Ha ca¨ªdo contra rivales que nunca le hab¨ªan vencido, caso de Klizan, Berrer, Fognini o el mismo Brown

Hay otro apartado inquietante. A lo largo del ¨²ltimo a?o, el ganador de 14 torneos grandes ha ca¨ªdo contra rivales que nunca le hab¨ªan vencido, caso de Martin Klizan (Pek¨ªn), Michael Berrer (Doha), Fabio Fognini (R¨ªo y Barcelona) y el mismo Brown (Halle 2014 y Wimbledon 2015). Del mismo modo, perdi¨® primera vez sobre tierra, su h¨¢bitat, frente a Murray (Madrid) y Wawrinka (Roma).

¡°Cuando uno hace todo lo que puede no est¨¢ obligado a m¨¢s¡±, expresa durante su recorrido por el desierto Nadal. ¡°Seguiremos creyendo que desde el trabajo las cosas se pueden cambiar¡±. Ah¨ª s¨ª que no hay altibajos.