Todos se sienten fortalecidos tras la contrarreloj por equipos
Igualdad entre BMC, Sky y Movistar, que aventajaron en medio minuto a Tinkoff y Astana
El Tour es un cuadro de gran tama?o pintado por un impresionista. De su belleza completa, de la luz, se disfruta solo contempl¨¢ndolo con la mirada libre desde una cierta distancia, pero los detalles que lo construyen, las pinceladas, delicadas o agresivas, los brochazos, emocionan tambi¨¦n pues intrigan: c¨®mo es posible que de estos trazos ininteligibles observados de cerca nazca la belleza absoluta que se aprecia en la distancia, sean nen¨²fares o prados de picnic. Para los fab four, Froome, Contador, Quintana, Nibali, el Tour no es una suma de 21 etapas diferenciadas, independientes, sino una narraci¨®n completa y finita, una dial¨¦ctica en la que un d¨ªa determina el siguiente y viene determinado por el anterior, lo que no obsta que de la pincelada aplicada cada d¨ªa, cada etapa, de su color o de su fuerza, dependa la pintura final. Y de ellos se alegraron todos los favoritos el domingo, tras una contrarreloj m¨¢s igualada entre ellos de lo que esperaban.
?Todos? No.
Un portazo. Un juramento. Rabia. La tristeza de haber perdido y saber por qu¨¦. Y una sonrisa en el campo de f¨²tbol de Plumelec, donde los corredores se duchan antes de que los autobuses les lleven al aeropuerto para volar a Pau. Se sientan en corros en la hierba y engullen sus papillas o sus arroces blancos. Dejan escaparse el cansancio entre cada cucharada. Viajan de la frustraci¨®n a la esperanza. Son los corredores del Movistar, el equipo espa?ol que no gan¨® la contrarreloj por solo cuatro segundos, los que le separaron del BMC, los campeones del mundo de la especialidad; que no qued¨® segundo por 3s, los que le sacaron los del Sky, el equipo que ha inventado el ciclismo del siglo XXI; que aventaj¨® en 24s al Tinkoff de Contador, en 31s al Astana de Nibali. Se lamentan por haber perdido una prueba que estaban convencidos de ganar, el detalle del cuadro; se alegran porque est¨¢n seguros de que su Nairo Quintana ganar¨¢ el Tour, la gran visi¨®n.
¡°Cuando Dowsett, a quien no se le ha cerrado bien la herida del brazo, se desenganch¨® del tren del equipo, a siete kil¨®metros de meta, hubo un momento de descoordinaci¨®n que tardamos en resolver porque era justamente el lugar en el que m¨¢s p¨²blico hab¨ªa y en el que menos visi¨®n ten¨ªamos desde el coche de lo que pasaba¡±, dice Jos¨¦ Luis Arrieta, director del Movistar, que no esconde su enfado por no haber resuelto con victoria un d¨ªa que estaban interpretando a la perfecci¨®n: un primer tramo regulado, un segundo tercio desencadenado y la previsi¨®n de un final explosivo en la cuesta llamada de Cadoudal, caudillo de los bretones y contrarrevolucionario realista de herc¨²lea fuerza cuya cabeza acab¨® rebotando sobre charcos de sangre en el empedrado de la Concordia cuando fue guillotinada en 1804,. ¡°Cuando nos dimos cuenta el equipo se hab¨ªa roto, los de delante se pararon un poco y los de atr¨¢s debieron darse un calent¨®n para enlazar, con lo que no llegamos al pie de la cuesta como nos habr¨ªa gustado, y all¨ª perdimos la contrarreloj¡±. ¡°Se nos fueron 10s por lo menos en la descoordinaci¨®n¡±, dice Castroviejo, uno de los cinco que llegaron juntos a la meta en el equipo: a dos kil¨®metros, al pie de la cuesta, hab¨ªan recortado a 1s su desventaja con el BMC, que hab¨ªa comenzado siendo de 13s; en la cima hab¨ªa aumentado a 4s ante el equipo de Van Garderen, en el que Samuel S¨¢nchez marc¨® magn¨ªficamente el ritmo final. Los tres primeros superaron los 52 kil¨®metros por hora de media, con puntas de m¨¢s de 70.
Cumplida pr¨¢cticamente la mitad de la carrera, pasados los diques, los vientos, las lluvias, el pav¨¦s, los muros y las contrarreloj, el plano general de la carrera se?ala, telegr¨¢ficamente, que a los cuatro grandes se les ha unido un quinto con pretensiones, un americano de Montana llamado TJ van Garderen que aspira a ser algo as¨ª como el quinto beatle, y que entre ellos, entre los cinco que se pasar¨¢n el d¨ªa de descanso repasando el libro de ruta y los perfiles de las tres etapas que les esperan desde el martes en los Pirineos, hay 2m 22s. Froome, de amarillo, se?ala el camino, como desde el segundo d¨ªa: pese a no ser el mejor de los ya cinco en la contrarreloj inicial, no fall¨® en ninguna de las siguientes etapas, ni fue al suelo tampoco. A 12s est¨¢ Van Garderen, que los perdi¨® entre los vientos del dique y el muro de Huy; a 1m 3s, Contador; a 1m 59s, Nairo Quintana, y a 2m 22s Nibali, quien recuper¨® hasta parte de su sonrisa. El d¨ªa solo le fue mal, tal como esperaba, a Purito Rodr¨ªguez, cuyo Katusha, castigado por el positivo de Paolini, perdi¨® 1m 53s con el BMC, y ya est¨¢ a 3m 52s en la general.
Felices y aliviados en el prado
En el prado donde coinciden equipos y corredores en un ambiente casi relajados, los corrillos son distendidos. Terminada la contrarreloj por equipos y el noveno d¨ªa de carrera, en la lucha de sensaciones a la fatiga acumulada le supera el sentimiento de alivio. Todos los grandes est¨¢ enteros y vivas sus posibilidades.
¡°Lleg¨® con una diferencia importante en la monta?a¡±, dijo Contador (quinto en la general, a 1m 3s de Froome) que cree firmemente en su capacidad para ganar su tercer Tour. ¡°Este es eso, un Tour de mucha monta?a. Vendr¨¢n d¨ªas de piernas y d¨ªas de t¨¢ctica. Y la fatiga que hayan acumulado otros a m¨ª me favorecer¨¢. En el Giro ten¨ªa la situaci¨®n m¨¢s controlada, pero aqu¨ª, aunque la reacci¨®n de mi cuerpo es una incertidumbre, estoy seguro de que recuperar¨¦ la segunda semana la chispa que me ha faltado subiendo estos d¨ªas. Queda un mundo¡±.
M¨¢s sonriente que ninguno, pero siempre dejando una sombre de cautela en su mirada, Nicolas Portal, el director del Sky, se sent¨ªa ¡°orgulloso¡± por haber defendido el maillot amarillo de Froome de la amenaza del BMC y por ¡°haber superado al Movistar¡±, equipo al que consideraba m¨¢ximo favorito. ¡°Estamos mejor que hace dos a?os, cuando ten¨ªamos el equipo roto en los Pirineos, pero tambi¨¦n hay m¨¢s rivales, est¨¢ Van Garderen y est¨¢ Quintana, que dar¨¢ guerra en la monta?a¡±. Para frenarlo, el Sky seguramente montar¨¢ el martes, camino de Soudet, su tren negro-azul para llevarle acelerado a Froome hasta el pie del primer gran puerto del 15. ¡°El primer d¨ªa, seguro que falla alguno¡±, dice. ¡°Incluso podr¨ªa fallar el m¨ªo¡±.
Justamente Quintana (noveno, a 1m 59s de Froome) fue el ciclista que se sinti¨® m¨¢s fortalecido despu¨¦s de la contrarreloj, aunque lament¨® no haber recortado algo de tiempo a Froome y m¨¢s a Contador y Nibali. ¡°Pensando en el minuto y medio que perdimos en los diques de Holanda llegar a los Pirineos con 2m no est¨¢ mal, aunque mi idea era llegar a cero. Estoy mejor que hace dos a?os, cuando termin¨¦ segundo y no pude rivalizar con Froome en la monta?a, pero tendr¨¦ que ir recortando poco a poco, recuperando d¨ªa a d¨ªa¡±. Y observ¨¢ndolo desde unos metros, Eusebio Unzue, quien no esconde su rabia por no haber ganado la contrarreloj (¡°lo siento por los chicos, sobre todo¡±, dijo), tampoco puede esconder la admiraci¨®n que siente por su l¨ªder colombiano. ¡°No agotar¨¢ nunca su capacidad de sorprenderme, la manera en que ha gestionado y liderado al equipo esta semana, en su antiterreno, c¨®mo se ha movido¡±, dice. ¡°Ha salido de estas etapas reforzado personalmente¡±.
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