?Por qu¨¦ nos gusta el Tour?
Nos gusta el Tour porque es violento e inabordable, y vapulea con la mano abierta a los ciclistas. Nos gusta porque los ciclistas utilizan ese castigo para jugar a ser felices. Nos gusta porque en las carreteras todav¨ªa aparece de vez en cuando una pintada a favor de Perico. Nos gusta porque cuando pasen cien a?os y nadie hable de Thierry Marie, ?ngel Arroyo, Dimitri Konyshev, Raymund Dietzen, o Eddy Planckaert, nosotros los recordaremos. Nos gusta porque el pelot¨®n acepta que esta carrera es inaccesible y sin embargo se decide cada a?o a correrla. Nos gusta porque vimos subir a Pantani, del que nos enamoramos perdidamente por el estilo con que se aferraba al manillar cuando atacaba.
Nos gusta porque el corredor utiliza esa multitud que lo rodea en el Peyresourde, el Aubisque o el Alpe d'Huez para estar solo. Nos gusta porque cada d¨ªa, cuando finaliza la etapa, al corredor s¨®lo le cabe hacer una cosa, rehacerse, y es imposible, pero sucede. Nos gusta porque vimos ganar a Indurain en Cauterets. Nos gusta porque cuando la carrera est¨¢ ganada, a veces se pierde. Nos gusta porque Laurent Fignon corr¨ªa con gafas graduadas, como si diese clases de metaf¨ªsica. Nos gusta porque se nos sale el coraz¨®n esperando los tiempos intermedios en la contrarreloj.
Nos gusta porque es como vivir sin estar preparado para la vida, improvisando sobre la marcha, a ver qu¨¦ sale
Nos gusta porque es como vivir sin estar preparado para la vida, improvisando sobre la marcha, a ver qu¨¦ sale. Nos gusta porque crecimos con la voz de Pedro Gonz¨¢lez, y si cerramos los ojos todav¨ªa o¨ªmos sus retransmisiones. Nos gusta porque entretanto el verano transcurre lentamente. Nos gusta el Tour porque entre la felicidad que nos proporcionaba Indur¨¢in encontr¨¢bamos un resquicio para gritar, en silencio, ¡°?Vamos Chiappucci!¡±.
Nos gusta porque al acabar la etapa sal¨ªamos a correr en nuestras bicicletas y los amigos gritaban ¡°yo soy Rominger¡±, ¡°yo soy Bugno¡±, y nosotros, que ¨¦ramos m¨¢s listos, decid¨ªamos que ¨¦ramos Eduardo Chozas. Nos gusta porque cuando el ciclista se cae, y se rompe, se levanta sin ara?azos. Nos gusta porque en 1951, tras 140 kil¨®metros en solitario, Koblet se present¨® en meta, sac¨® su peine, se acical¨® y gan¨®. Nos gusta porque es la mejor pel¨ªcula de la historia del cine.
Nos gusta porque los lunes, de pronto, adquieren sentido y color, aunque a las cinco y pico de la tarde lo pierdan. Nos gusta porque quisimos matar a Perico tras el pr¨®logo de Luxemburgo. Nos gusta porque aprendemos geograf¨ªa. Nos gusta porque le vimos ganar un Giro a Chioccioli destrozando a sus rivales y cre¨ªmos que podr¨ªa hacer lo mismo en Francia. Nos gusta porque un d¨ªa Greg Lemond irrumpi¨® en una contrarreloj con un manillar de triatleta. Nos gusta porque antes se corr¨ªa con visera, y si ten¨ªas clase, la pon¨ªas del rev¨¦s. Nos gusta porque sus leyendas son de m¨¢rmol, como el Miguel ?ngel. Nos gusta porque cuando se acaba nos deja en la miseria, y hoy es el peor d¨ªa del verano.
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