El hombre que descubri¨® a Froome en ?frica
¡°Ten¨ªa ritmo, agilidad y sub¨ªa bien, solo le faltaba fuerza y potencia¡±, dice Claudio Corti que le fich¨® para Barloworld despu¨¦s de seguirle en una Vuelta al Cabo
¡°No ha hecho nada todav¨ªa, ha demostrado que tiene talento, pero en carreras mucho menores. Esto es otra cosa: es el Tour. Tiene 23 a?os y carrera para rato. Es bueno en la monta?a y en las contrarreloj, pero esto no significa que se convierta en un fen¨®meno. Si alg¨²n d¨ªa acaba entre los diez primeros, mejor para todos...¡±. Era julio de 2008. Era el primer Tour de Chris Froome. El que hablaba as¨ª de ¨¦l, en el malec¨®n de Saint Mal¨° era Claudio Corti, su director en el Barloworld. Con Corti, cazatalentos en ?frica, se hizo profesional Froome.
El ciclista del Sky, que ayer celebr¨® su segundo Tour en Par¨ªs, naci¨® en Nairobi, vivi¨® all¨ª hasta los 14 a?os y luego se mud¨® a Johannesburgo. Empez¨® con una bici de monta?a y con 17 a?os descubri¨® la bici de carretera. Subido a una de ellas le descubri¨® Corti. Era 2007. En 2008 se lo llev¨® al Tour. Para que se fogueara.
¡°Le vi en una Vuelta al Cabo. Era una carrera de cinco-seis d¨ªas. Recuerdo que en la etapa con llegada en alto, en una subida bastante dura a Stellenbosch, lleg¨® junto a los m¨ªos, aguant¨® el ritmo de C¨¢rdenas, de Sabido... el ritmo de gente que ya era profesional. Iba bien en la monta?a y ten¨ªa ritmo y agilidad en las contrarrelojes. Como en el equipo ten¨ªa que alinear a alg¨²n surafricano, pens¨¦ que Froome era la mejor opci¨®n¡±, cuenta ahora por tel¨¦fono Corti, actual director del Colombia-Coldeporte.
?Sorprendido por el crecimiento que ha tenido? ¡°Trabajaba duro y ten¨ªa calidad. Pero era joven, ten¨ªa que mejorar en fuerza y potencia. Lo ha conseguido¡±, contesta Corti. Froome dej¨® el Barloworld ¡ªcon el que concluy¨® el 81? el Tour de 2008 a 2 horas y 22 minutos de Carlos Sastre¡ª, en 2009 y fich¨® por el Sky en 2010. Corti, que ha perdido el contacto con ¨¦l ¡ª¡°mi hijo siempre que se lo encuentra me env¨ªa abrazos de su parte¡±, dice¡ª, lo recuerda como un chico educado y respetuoso.
¡°Cuando lleg¨® al Sky era un poco viva la vida... luego empez¨® a cuidarse y a rendir¡±, cuenta Juan Antonio Flecha
¡°Nada caprichoso, como la mayor¨ªa de los j¨®venes en formaci¨®n. Ten¨ªa personalidad y car¨¢cter, hab¨ªa recorrido mundo [viene de una familia de diplom¨¢ticos], hab¨ªa hecho sus experiencias y ten¨ªa claro lo que quer¨ªa. Estaba hecho ya, estaba acostumbrado a vivir solo¡±, cuenta Corti. ¡°Y de hecho, en el cuartel general del Barloworld en Brescia [norte de Italia] Chris se busc¨® un apartamento para ¨¦l, no comparti¨® piso con los dem¨¢s chicos sudafricanos. Era un chaval independiente y ya entonces era muy delgado¡±, relata.
Confesaba hace a?os Froome que, de no haber sido ciclista habr¨ªa sido explorador. Que empez¨® con la bici por diversi¨®n. Porque le hac¨ªa feliz pedalear. ¡°Cuando lleg¨® al Sky era un poco viva la vida... luego empez¨® a cuidarse y a rendir¡±, cuenta Juan Antonio Flecha, compa?ero de Froomie [as¨ª le llaman] en el Sky y uno de sus escuderos en la Vuelta de 2012.
Siempre he admirado su optimismo. Es lo que le permite a algunas personas superar los obst¨¢culos en vez de sufrirlos¡±, le define Davide Vigan¨®, excompa?ero
¡°Cuando el cierre del espacio a¨¦reo por el volc¨¢n island¨¦s en 2010, Froomie no pudo volar a la Amstel Gold Race. ?Cogi¨® el coche desde la Toscana y se hizo 1.400 kil¨®metros! Y al d¨ªa siguiente corri¨® como si nada. Es un tipo que siempre mira el lado positivo de las cosas y al que le gusta hacer grupo. Siempre he admirado su optimismo. Es lo que le permite a algunas personas superar los obst¨¢culos en vez de sufrirlos¡±, le define Davide Vigan¨®, excompa?ero de Froome en el Sky y gran amigo.
"Es m¨¢s fuerte de car¨¢cter que f¨ªsicamente", a?ade. Juntos han compartido muchas horas de entrenamiento. ¡°De puertas adentro Froomie es un tipo divertido, sonriente. Nos contaba siempre muchas historias de ?frica y de su infancia. Recuerdo una de un d¨ªa que estaba pescando y se tuvo que subir a un ¨¢rbol para escaparse de un hipop¨®tamo¡±, cuenta Flecha.
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