Kubala debut¨® ante el Sevilla
Kubala lleg¨® a Espa?a tras peripecias de pel¨ªcula. Se escap¨® de Hungr¨ªa disfrazado de soldado ruso, en un cami¨®n militar que le dej¨® en las monta?as. Cruz¨® a pie la frontera de Austria. Firm¨® por el Pro Patria italiano, pero no pudo jugar porque el Vasas de Budapest denunci¨® su fuga a la FIFA. Con varios jugadores del Este europeo en su misma situaci¨®n, y con su cu?ado Daucik como entrenador, se cre¨® un equipo llamado Hungaria, que jugaba partidos de exhibici¨®n. El Partido Comunista Italiano se opuso a que el Hungaria fuera contratado, y el equipo ap¨¢trida se traslad¨® a Espa?a, donde, al rev¨¦s, fue acogido con calor. La primera vez que jugaron fue en Chamart¨ªn y Kubala deslumbr¨®. Les contrataron para m¨¢s partidos, dos de ellos como sparring de la selecci¨®n, que preparaba el Mundial de R¨ªo. En cada partido, Kubala fue el mejor.
Bernab¨¦u quiso ficharle, pero la Federaci¨®n le dijo que no se pod¨ªa. Entre eso y que Kubala le quiso imponer a Daucik de entrenador, Bernab¨¦u desisti¨®. Pero el Bar?a se aviv¨®. Ten¨ªa de su lado al secretario de la Federaci¨®n, Ricardo Cabot, y consigui¨® colar un contrato como amateur por el que le pagaba 1.200 pesetas como ¡°compensaci¨®n¡± m¨¢s 3.800 en concepto de ¡°est¨ªmulo y alimentaci¨®n¡±. Y adem¨¢s fich¨® a Daucik. Todo eso, en el verano del 50. Empez¨® a alinearle en amistosos, el primero el 12 de octubre, ante Osasuna. Marc¨® dos goles. La Federaci¨®n puso al Bar?a una multa simb¨®lica, de 50 pesetas, para hacer como que cumpl¨ªa ante la FIFA. Luego vinieron m¨¢s amistosos: Zaragoza, Frankfurter (dos), Girona y Badalona. En total marc¨® 11 goles.
Bernab¨¦u quiso ficharle pero desisti¨® porque, entre otras cosas, el h¨²ngaro quer¨ªa poner en el banquillo a su cu?ado
Desde luego, era un fen¨®meno. Pero, ?de qu¨¦ le serv¨ªan al Bar?a y al propio Kubala estos partidos? El Bar?a apenas sacaba para pagarle, y el jugador, que ten¨ªa 23 a?os, se com¨ªa los pu?os. Estuvo incluso tentado de enrolarse en la liga pirata de Colombia, en la que por aquellos a?os jugaba Di St¨¦fano. All¨ª hab¨ªan ido varios compa?eros del Hungaria. Tuvo una oferta tentadora del Atl¨¦tico Bucaramanga.
Pero para el r¨¦gimen, Kubala era una pieza ¨²nica. Un fugado del comunismo. Adem¨¢s, un joven semidi¨®s de los estadios, bello, rubio, fuerte, deportivo¡ El 2 de abril del 51 le conceden estatuto de refugiado pol¨ªtico, como ap¨¢trida. Y poco despu¨¦s, la nacionalidad espa?ola, previo bautismo en ?guilas, la localidad natal del presidente de la Federaci¨®n, Mu?oz Calero. Cuando acaba la Liga y va a empezar la Copa, el Bar?a recibe por fin permiso para alinearle. No est¨¢ el tr¨¢nsfer FIFA, que no llegar¨¢ hasta el verano de 1954, cuando al fin el Vasas se avenga a recibir un pago (300.000 pesetas) y renunciar al jugador. Antes, en julio de 1952, el Bar?a le habr¨¢ pagado 12 millones de liras al Pro Patria, que reclamaba sus derechos.
Todo ello muy seguido en Espa?a, por la prensa y por el NO-DO. Al fin iba a debutar de forma oficial. Y la Copa arroja una bomba en el primer sorteo: el Barcelona se enfrentar¨¢ al Sevilla.
El Sevilla estaba en grandes a?os, como ahora, y hab¨ªa desarrollado una firme rivalidad con el Bar?a. En 1946, hab¨ªa birlado la Liga a los azulgrana en la ¨²ltima jornada con un empate en Les Corts. En 1948 se enfrentaron en la Copa Eva Duarte Per¨®n, la Supercopa de entonces, con victoria del Bar?a. En esa Liga 50-51 hab¨ªan jugado a tres jornadas del final en Sevilla, con victoria local por 4-0 que apart¨® al Bar?a de la carrera por el t¨ªtulo.
As¨ª que cuando se supo que el 29 de abril Kubala iba a debutar en Nervi¨®n y ante el Sevilla, la ciudad se agit¨®. El sevillismo estaba malhumorado, porque justo una semana antes, el domingo 22, se hab¨ªa escapado la Liga en el ¨²ltimo partido, en el propio Nervi¨®n, ante el Atl¨¦tico de Madrid. El partido acab¨® 1-1, pero el ¨¢rbitro, Az¨®n, hab¨ªa anulado un gol al Sevilla provocando indignaci¨®n general. Fue una llegada al fondo de Ayala, que centr¨® atr¨¢s para que rematara Ara¨²jo. Az¨®n dio el gol, pero luego se ech¨® atr¨¢s porque el linier de ese lado, al que protestaron los atl¨¦ticos, le dijo que el bal¨®n hab¨ªa salido por la l¨ªnea de fondo antes de que Ayala lo centrara.
La Federaci¨®n recibi¨® esa semana miles de cartas de sevillistas indignados. El tema herv¨ªa m¨¢s que nunca el fin de semana, porque el s¨¢bado 21 Marca public¨® en su ¨²ltima p¨¢gina las im¨¢genes en serie del gol, sin duda tomadas del NO-DO (que nunca las exhibir¨ªa, para no dar lugar a alborotos) y cada cual las interpret¨® como quiso. En Sevilla se hablaba de la jugada, de que a Kubala le autorizaban a jugar justo ante ellos¡ y hasta de que el linier que hab¨ªa mandado el gol al limbo, Lucas Saz, era catal¨¢n. Los ¨¢nimos estaban excitados.
Cuando se supo que el 29 de abril Kubala iba a debutar en Nervi¨®n y ante el Sevilla, la ciudad se agit¨®
El Bar?a viaj¨® en avi¨®n directo, tres horas y media desde El Prat hasta Tablada. Se encontr¨® mucho calor en el term¨®metro y en el ambiente: ¡°Hay unas colas interminables en las taquillas¡±, escribe Carlos Pardo, enviado especial de El Mundo Deportivo.
Campanal I, entrenador del Sevilla, tiene una baja, su sobrino, Campanal II, el mejor defensa del equipo. Saca a estos once: Busto; Guillam¨®n, Ant¨²nez, Navarro; Alconero, Enrique; O?oro, Arza, Ara¨²jo, Dom¨¦nech y Ayala. Por su parte, Daucik saca a este equipo: Ramallets; Calvet, Biosca, Segarra; Gonzalvo III, Seguer; Basora, Kubala, C¨¦sar, Aldecoa y Nicolau.
En el Bar?a debuta tambi¨¦n Aldecoa, reci¨¦n fichado del Valladolid. Aldecoa era un ni?o de la guerra, ni?o vasco criado en Inglaterra (no solo fueron a Rusia) y que se hab¨ªa hecho futbolista all¨ª, para luego repatriarse. Y es Aldecoa el que, en el minuto cuatro, env¨ªa con precisi¨®n a Nicolau para que marque el 0-1. El malhumor de los sevillistas aumenta.
Pero todas las miradas est¨¢n puestas en Kubala. A?os despu¨¦s me contar¨ªa el ya desaparecido Dom¨¦nech, que regentaba un peque?o bar en Sevilla, lo que fue aquello:
¡ª Lo nunca visto. Sacaba Ramallets y la mataba con el pecho, o con cualquiera de las dos piernas. Si le entrabas te regateaba en una baldosa. Lo mismo arrancaba que daba la vuelta, para que sus compa?eros se colocaran. La pon¨ªa donde quer¨ªa. Tir¨® una falta que no se hab¨ªa visto aqu¨ª. Adem¨¢s, de cuando en cuando cambiaba con C¨¦sar, se pon¨ªa de delantero centro y C¨¦sar de interior. Nos volvieron locos. El enfado de la gente se fue cambiando por clamores. Est¨¢bamos asistiendo a algo extraordinario. Fue como pasar del cine en blanco y negro al color.
El Bar?a gan¨® 1-2. Kubala hizo un gol en el minuto 13 que le anularon por fuera de juego posicional de Basora, quiz¨¢ cortes¨ªa del ¨¢rbitro, Arqu¨¦, hacia el p¨²blico local. El 0-2 llega en el minuto 31, en un golpe franco suyo que da en el larguero y recoge Nicolau para marcar con Busto batido. Ara¨²jo marcar¨¢ el 1-2 en el 34. As¨ª acaba el partido.
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