La gabarra varada

La gabarra del Athletic Club lleva 31 a?os varada. La que transport¨® por la R¨ªa las ilusiones explosivas de los bilba¨ªnos cuando gan¨® en los a?os ochenta dos Ligas, una Copa y una Supercopa. Fue un directivo del equipo el que propuso sacar hacer una bajada por el r¨ªo en la embarcaci¨®n hasta llegar al Ayuntamiento para celebrar el t¨ªtulo.

Seguramente, muchos pensaron que era una ocurrencia, de esas que les dan a los ministros cuando se ven acosados ¡ªque no era el caso¡ª, una boutade, si nos ponemos exquisitos, tan acostumbrado como estaba el Athletic al cami¨®n de los festejos. Pero hab¨ªa precedentes. Una canci¨®n narraba el descenso de la R¨ªa por el club Acero tras jugar una final de Copa de aficionados en Madrid. Un club de barrio metido en asuntos aristocr¨¢ticos al que se le hizo hasta una canci¨®n, luego moldeada para todo aquel que ganaba algo inesperado. La idea no era una ocurrencia: Athletic, la R¨ªa, Ayuntamiento, la sant¨ªsima Trinidad bilba¨ªna en unas horas.

Y cuando el Athletic de Javier Clemente gan¨®, baj¨® por la R¨ªa rodeado de embarcaciones, provocando olas como en aquellos tiempos en una gabarra, embarcaci¨®n de transporte de mineral de aquellos tiempos ingleses, tirada primero por mujeres a ambos m¨¢rgenes de la R¨ªa y despu¨¦s por un remolcador porque no tiene ni motor ni remos, solo sirgas que arrastrar.

Todas las tradiciones juntas, ese fue el leit motiv de aquella celebraci¨®n en 1983 que sorprendi¨® a propios y extra?os. Fueron los nuevos tiempos, aunque desde 1984, la gabarra est¨¢ varada en espera de acontecimientos. Descansa en el Museo Mar¨ªtimo de Bilbao, junto al Palacio de Congresos, pintada para la ocasi¨®n y bien vestida, como la Pen¨¦lope de Serrat, en espera de su amante. El tipo de torneo, la Supercopa, y las fechas sobre todo, han impedido que vuelva a navegar. 31 a?os despu¨¦s, sigue intacta en espera de su amante.