El Celta gana cuesta abajo frente al Rayo Vallecano

De 180 minutos que se han jugado de Liga el Celta tan s¨®lo ha disputado doce de ellos contra equipos en igualdad num¨¦rica, un inesperado empuj¨®n para un equipo que tampoco precisa excesivas facilidades para imponerse. As¨ª gan¨® los dos partidos disputados y en el segundo, ante su gente, hasta se percibi¨® un cierto disfrute. El equipo de Berizzo ha iniciado la competici¨®n cuesta abajo. La jornada anterior un futbolista del Levante se march¨® expulsado a los cuatro minutos y en ¨¦sta uno del Rayo se tuvo que ir a los ocho y adem¨¢s con el bal¨®n en el punto de penalti. Casi cualquier decisi¨®n arbitral es discutible, pero en ambos casos no parece posible poner muchas tachas, por m¨¢s que To?o, el meta del Rayo, expresase de manera muy gestual su frustraci¨®n por la decisi¨®n del colegiado. Hab¨ªa derribado a Wass cuando este se encontraba en posici¨®n franca para marcar y la historia se repiti¨® a favor del Celta, que a mayores se puso con el marcador a favor al transformar Nolito el penalti.

?El castigo al Rayo fue el premio a un equipo que sali¨® punzante en ataque porque fue atrevido en defensa. Ajust¨® la presi¨®n como nunca el Celta, recuper¨® bien arriba y busc¨® la respuesta r¨¢pida, desarm¨® al equipo vallecano en la jugada del penalti y expulsi¨®n, pero no dej¨® de hacerlo duranet bastantes minutos. Por ah¨ª pudieron llegar m¨¢s goles si Iago Aspas hubiese atinado en dos mano a mano que tuvo ante Juan Carlos, el sustituto de To?o. No hubo r¨¦plica del Rayo, inc¨®modo sin el bal¨®n, incapaz de aliviarse ante la guerrilla que no dejaba de encimarle, desafortunado tambi¨¦n con avatares como la lesi¨®n de Z¨¦ Castro, que le dej¨® con una ¨²nica de opci¨®n de cambio en el minuto 24, perdiendo y tras haber realizado dos que no eran de car¨¢cter ofensivo.

?Con ese bagaje el Rayo se encontr¨® sin argumentos para disputar el partido con garant¨ªas de ¨¦xito y se aboc¨® a que el desastre no fuera de grandes proporciones ante un oponente al que tampoco le acompa?¨® el don de la contundencia. Pero si con uno arriba estaba c¨®modo el Celta, con dos lleg¨® a un balnerario. Nolito firm¨® un nuevo gol con un disparo que quiso ser colocado y que se envenen¨® en una leve carambola con las piernas de Amaya y su compa?ero Hern¨¢ndez.

?El Rayo siempre es un equipo inc¨®modo para una defensa. Quiso crecer con la pelota y siempre con la l¨ªnea bien cerca de la l¨ªnea de medio campo para llegar bien junto al ¨¢rea del Celta, pero ni era el d¨ªa ni da la impresi¨®n de estar todav¨ªa maduro. Acab¨® agotado y expuesto a la habilidad de los pasadores celestes o a la estrategia, con la que encontr¨® un gol postrero obra de Font¨¤s. Nunca dej¨® de tirar desmarques el Celta, de buscar. Y se fue a la cama l¨ªder. O no. Pero se fue l¨ªder.