Situaci¨®n l¨ªmite en La Masia
La sanci¨®n de la FIFA crea desaz¨®n en el Bar?a y origina situaciones de dif¨ªcil soluci¨®n para los menores afectados, que no pueden jugar ni entrenar ni residir en el club
La FIFA mantiene a raya al Bar?a. El club azulgrana se salt¨® de 2009 a 2013 el art¨ªculo 19 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores, relativo a la contrataci¨®n de menores de 18 a?os, y no encuentra la manera de regularizar definitivamente la situaci¨®n de los jugadores afectados y que resid¨ªan en La Masia. A la entidad azulgrana no solamente le est¨¢ prohibido inscribir a jugadores desde 2014 hasta enero de 2016, aunque se le permiti¨® fichar en verano de 2014, sino que no puede sustituir a ninguno en caso de lesi¨®n grave y adem¨¢s ha sido requerida para que prescinda de las nueve promesas que provocaron en febrero de 2013 el castigo de la FIFA. Los implicados no pueden jugar ni seguir viviendo en la residencia de los j¨®venes valores del Barcelona.
La relaci¨®n inclu¨ªa de salida al norteamericano Ben Lederman, al camerun¨¦s Patrice Sousia, al holand¨¦s Bobby Adenkanye, al japon¨¦s Takefusa Kubo, a los franceses Kais Ruiz y Teho Chendry y a los coreanos Paik, Jang y Lee, considerado el nuevo Messi y que es el origen de la denuncia an¨®nima a la FIFA. A partir de la investigaci¨®n, que prosigui¨® e incluy¨® a nuevos jugadores como el holand¨¦s Fode Fofana y el venezolano Mat¨ªas Lacava, el club intent¨® regularizar la situaci¨®n de los implicados, sobre todo de los ¨²ltimas cinco sancionados que ni siquiera pueden vivir en La Masia.
Ataque reglamentista
El Bar?a se siente superado porque la actitud reglamentista de la FIFA ha acabado por castigar a los jugadores, cuya respuesta mayoritaria ha sido buscarse un nuevo equipo mientras que en otros casos han quedado en fuera de juego, sin saber a qu¨¦ atenerse. ¡°No es nada agradable para sus compa?eros ver c¨®mo a sus amigos se les proh¨ªbe jugar e incluso entrenarse con el equipo. Que les impidan ser compa?eros de habitaci¨®n, de litera, es terrible¡±, cuentan fuentes de La Masia.
Un portavoz autorizado de la entidad azulgrana asegur¨® que ¡°cada vez que tratamos de defender a los ni?os, la FIFA nos amenaza y se muestra a¨²n m¨¢s dura e intransigente¡±. As¨ª las cosas, se imponen respuestas individuales, como la de Danny Lederman, el padre de Ben, uno de los afectados, que ayer se desplaz¨® a Florida para acompa?ar a su hijo, que a partir de ahora vivira en una residencia de la Federaci¨®n de Estados Unidos. Lederman parece dispuesto a llevar el caso ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo), por considerar que la FIFA est¨¢ ¡°destrozando a mi hijo¡±. ¡°Entiendo que la regla fue hecha para proteger a los ni?os cuando se alejan de sus familias, pero la nuestra decidi¨® viajar a Barcelona ?Por qu¨¦ debe decidir d¨®nde hemos de vivir si queremos que nuestro peque?o juegue a f¨²tbol en el Barcelona?¡± se pregunt¨® en una carta al New York Times.
M¨¢s delicada es la situaci¨®n de Patrice. A sus 16 a?os no quiere regresar a Camer¨²n, de donde parti¨® hace cuatro a?os amparado por la Fundaci¨®n Eto¡¯o. A instancias de la FIFA, el jugador ha tenido que abandonar la Masia y ha sido acogido por la familia de un compa?ero de equipo, Jonathan Collado. Aunque Fabrice cuenta con un tutor, no est¨¢ claro que pueda cumplir su deseo de jugar en el equipo de El Prat.
Tambi¨¦n hay un equipo de prebenjamines de nueva creaci¨®n que est¨¢ esperando debutar el 1 de enero. Las mayores expectativas del club, de todas maneras, est¨¢n depositadas en Lee, el origen de la demanda, que aguarda en Corea a cumplir los 18 a?os para poder jugar a partir de enero en el Barcelona.
No se explican en el Bar?a que la situaci¨®n solo se d¨¦ en el f¨²tbol y que a los afectados se les impida entrenar. ¡°Una cosa es no poder fichar a menores¡±, asegura un portavoz, ¡°porque se puede producir una situaci¨®n de competencia desleal, pero no se entiende que se les impida entrenar ni vivir con sus compa?eros en La Masia¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.