Cae Lorenzo, Rossi es quinto en Misano
M¨¢rquez gana un gran premio de San Marino que sacude la lucha mundialista y deja debilitado al mallorqu¨ªn
En la costa adri¨¢tica, el cielo se cerr¨® de repente. Y fue ti?¨¦ndose de negro. Como si le tendiera la mano a su embajador m¨¢s ilustre, Rossi, ese que dos semanas atr¨¢s ofreci¨® una lecci¨®n magistral bajo el manto de agua de la lluviosa Inglaterra, ese que sab¨ªa que en Misano le faltaban dos, tres y hasta cuatro d¨¦cimas por vuelta para poder seguir el ritmo de Lorenzo, tan veloz en el asfalto seco y bajo el sol que hab¨ªa caldeado el fin de semana. Y a la que empez¨® a formarse la parrilla de salida de MotoGP cayeron tres gotas. Fueron cuatro cuando pasaron un par de giros. Y reci¨¦n empezada la carrera, se les mostr¨® a los participantes la bandera blanca, muestra de que pod¨ªan entrar a cambiar de moto (y de neum¨¢ticos) cuando quisieran.
La carrera fue tan loca que un piloto que se hab¨ªa ca¨ªdo en los primeros giros, Redding, acab¨® en el podio
As¨ª empez¨® el gran premio de San Marino, con toda la incertidumbre, con el asfalto seco y un cielo que amenazaba tormenta pero apenas dejaba caer algunas peque?as gotas, la peor de las condiciones, dicen los pilotos, la pista m¨¢s resbaladiza que uno se pueda imaginar. Y, lo m¨¢s importante, la peor situaci¨®n para tomar una decisi¨®n, como se vio. El resultado: ca¨ªda de Lorenzo, quinto puesto de Rossi, que goza as¨ª de 23 puntos de ventaja, y victoria de M¨¢rquez, el ¨²nico de los tres que ya no se juega nada.
Mas all¨¢ del talento, la precisi¨®n con el gas, la regularidad, la confianza con la moto, la buena puesta a punto y el trabajo con el equipo, el atrevimiento en un cuerpo a cuerpo o la t¨¦cnica, hay una cosa que se llama toma de decisiones. Y elige a los mejores entre los muy buenos. En esta carrera con tanta carga psicol¨®gica, que se corr¨ªa en casa de Rossi, y en la que Lorenzo se jugaba tanto, el que mejor decidi¨® fue M¨¢rquez. Y por eso gan¨®.
En un momento cr¨ªtico, despu¨¦s de un primer cambio de neum¨¢ticos ¨Cpuestas las gomas de lluvia tras unas pocas vueltas, una primera decisi¨®n que fue f¨¢cil de tomar, pues no cab¨ªa mucho m¨¢s (salvo para Smith, que se la jug¨®)¨C, cuando hac¨ªa ya tiempo que no llov¨ªa y se dibujaba un carril seco sobre el asfalto, los neum¨¢ticos de agua empezaban a resistir con dificultad las vueltas, y el piloto de Honda ¨Cque en la pista, sin radio, sin ¨®rdenes de nadie, estaba solo, como lo est¨¢n todos los pilotos de motos¨C, decidi¨® entrar a cambiar de m¨¢quina, otra vez, aunque no lo hicieran sus rivales, que iban por delante de ¨¦l.
Hab¨ªa aprendido la lecci¨®n M¨¢rquez, que hace un a?o, en Arag¨®n, bajo un chaparr¨®n, resisti¨® y resisti¨®, hasta que se fue al suelo. Cuando opt¨® por cambiar de moto esta vez faltaban once vueltas para el final. Y por entonces Rossi rodaba en cabeza, seguido de Lorenzo (a seis d¨¦cimas), y ¨¦l estaba a un segundo del mallorqu¨ªn. Le quedaron vueltas de sobra para ganar apaciblemente, sin grandes esfuerzos. Con las gomas lisas, de nuevo, recuper¨® el ritmo y a siete giros del final ya era l¨ªder. Sin oposici¨®n. Sin nadie que le persiguiera.
Lorenzo: ¡°Mi ambici¨®n fue la respuesta a mis errores hoy¡±
Jorge Lorenzo asumi¨® que no cometi¨® solo un error, el que le sentenci¨®, al caerse en los compases finales de la prueba, sino dos. Porque habr¨ªa podido ganar la carrera si hubiera entrado antes a cambiar el neum¨¢tico rayado, al tiempo que lo hizo M¨¢rquez (a 11 giros del final), por ejemplo, y no a nueve, como hizo, a pesar de que su equipo hac¨ªa tiempo que le marcaba que entrara al box a cambiar de moto.
"Pensaba que el ambiente todav¨ªa estaba demasiado h¨²medo y tem¨ªa que la lluvia volviera; adem¨¢s, viendo que Valentino todav¨ªa no estaba demasiado lejos de m¨ª no me la quer¨ªa jugar a una carta", explic¨®. Lo mismo que el italiano, que no quiso entrar a cambiar de m¨¢quina hasta que no lo hizo su rival. Y hubiera quedado por detr¨¢s de este de haber ca¨ªdo.
Lorenzo termin¨® en el suelo porque se precipit¨® al regresar a la pista con gomas de seco: "Redding me ha adelantado y al ver que iba tan r¨¢pido he pecado de impaciente. Esa curva es una de las m¨¢s delicadas del circuito, con humedad y el neum¨¢tico fr¨ªo, todav¨ªa lo es m¨¢s. Hoy mi ambici¨®n fue la respuesta a mis errores", sentenci¨®.
La carrera fue tan loca que un piloto que se hab¨ªa ca¨ªdo en los primeros giros (vuelta 6), Redding, acab¨® en el podio. Y otro que decidi¨® aguantar ah¨ª fuera toda la carrera, con gomas lisas y bajo la lluvia, caso de Smith, se llev¨® el trofeo de plata: apost¨® fuerte el brit¨¢nico y rod¨® m¨¢s r¨¢pido que nadie en condiciones extremas. Ellos, ni el primero, que fue de los primeros en cambiar su moto, ni el segundo, que no la cambi¨®, ten¨ªan nada que perder, al rev¨¦s. Pero los dos de Yamaha, que se juegan el t¨ªtulo, no ve¨ªan el momento de salir de la pista, no fuera que volviera a arrancarse la lluvia y les pillara a la intemperie, sin el calzado adecuado. No fuera que la decisi¨®n de uno fuera mejor que la del otro, o viceversa.
Fue Lorenzo el que movi¨® ficha primero. Su goma trasera estaba destrozada. Quedaban nueve vueltas. Y ¨¦l ya rodaba a 1,8 segundos de Rossi, incapaz de aguantar encima de su Yamaha: hab¨ªa que reaccionar. Y lo hizo. Eligi¨® bien. Solo que algo fall¨® camino de la meta, ya con la goma nueva. Mientras Rossi decid¨ªa entrar a cambiar de moto un giro despu¨¦s que su rival, ¨¦ste se rebozaba por los suelos. Lorenzo perdi¨® el control de su moto en la pen¨²ltima curva de Misano, la primera a la izquierda de una sucesi¨®n de seis a la derecha: la M1 le escupi¨® y ¨¦l dio unas cuantas vueltas hasta acabar en la gravilla, con la moral hundida y la batalla perdida. Fue un error tonto, provocado por la precipitaci¨®n y la necesidad de subir al podio. Le falt¨® paciencia. El italiano, armado de toda la que le falt¨® a su contrincante, y aunque de los tres que aspiraban a la victoria fue el que eligi¨® peor, el que par¨® m¨¢s tarde, logr¨®, terminar quinto. Y ampl¨ªa su ventaja al frente de la clasificaci¨®n. Fue ese el gran consuelo de los 92.315 aficionados que llenaron el circuito. La mayor¨ªa, claro, iban con su paisano.
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