Demasiados rallies sin cinta roja
El mundo del automovilismo exige m¨¢s seguridad a las pruebas regionales tras la tragedia de A Coru?a: vetar zonas al p¨²blico y en caso de duda, suspender tramos
¡°En caso de duda, cinta roja, prohibido p¨²blico¡±. Tres meses antes de la frenada del primer coche, un t¨¦cnico apunta en el libro de seguridad del rally, la biblia que establece las obligaciones de espectadores y pilotos cuando cae la bandera verde. Las cunetas a menos de 80 metros de curvas, antes y despu¨¦s, est¨¢n vetadas a los aficionados. Quien habla es Daniel Rey, responsable de seguridad en el Rally de Ferrol, seg¨²n la Federaci¨®n Espa?ola de Automovilismo, el mejor del Campeonato de Espa?a en 2014. Rey fue copiloto antes que supervisor de seguridad. ¡°Cuando vas corriendo, miras de la cuneta hacia dentro. Cuando est¨¢s en la organizaci¨®n, miras de la cuneta hacia fuera. Dentro del coche te abstraes del entorno, no sueles ver a la gente, vas leyendo las notas. Cuando est¨¢s en la organizaci¨®n tienes que fijarte en el m¨¢s m¨ªnimo detalle¡±, asegura este hombre, que lleva 30 a?os en el asfalto.
?El libro de carrera del Rally de Ferrol escudri?¨® los 195,7 kil¨®metros de circuito cronometrado, y pint¨® mucha m¨¢s cinta roja que amarilla, la que s¨ª permite aglorameraciones de aficionados, en una prueba que seg¨²n la organizaci¨®n congreg¨® a unas 40.000 personas el pen¨²ltimo fin de semana de agosto, 15 d¨ªas antes de la fatal carrera de A Coru?a, donde murieron siete personas atropelladas por un Peugeot 206 que se desboc¨® tras salir cruzado de una curva por una cuneta de Carral inundada de aficionados. La investigaci¨®n del siniestro revela que algunos estaban tumbados a cent¨ªmetros del asfalto de esa angosta carretera comarcal. All¨ª se congregaban mujeres embarazadas y ni?os, ya que la zona era la m¨¢s accesible desde el pueblo coru?¨¦s, que celebraba esos d¨ªas las fiestas patronales. La foto que ilustra este reportaje revela c¨®mo estaba ubicado el p¨²blico los minutos previos al siniestro, al paso del coche anterior.
El accidente m¨¢s grave en competici¨®n durante la ¨²ltima d¨¦cada ha reabierto el sempiterno debate sobre la seguridad y aireado de paso las diferencias entre la Federaci¨®n Gallega de Automovilismo y la Federaci¨®n Espa?ola que, por no compartir, no comparten ni reglamento: la gallega, como otras cuatro organizaciones auton¨®micas, no siguen las normas que rige la Federaci¨®n Internacional de Automovilismo (FIA), reunida de urgencia el pasado mi¨¦rcoles en Ginebra para prevenir nuevas muertes.
Aman Barfull es el presidente de la Comisi¨®n de Rallyes de la FIA y una instituci¨®n en el mundillo. Define el automovilismo como ¡°un deporte seguro¡± y pide ¡°poner contexto a las cifras¡±: en Espa?a se celebran unos 250 rallies al a?o y en d¨¦cada y media hab¨ªan muerto 14 personas hasta que sucedi¨® el drama de A Coru?a. Admite, no obstante, que falta concienciar al aficionado.
Campa?a de los pilotos
Desde hace dos meses circula por Internet una campa?a de la FIA en la que las manos m¨¢s r¨¢pidas del Mundial, Sebastien Ogier, Ott T?nak y Thierry Neuville, entre otros pilotos, lanzan instrucciones a sus seguidores: ¡°Col¨®cate en las zonas altas¡±. ¡°No dejes basura en los tramos¡±. El c¨¢ntabro Dani Sordo graba mensajes similares para distribuir por las redes sociales antes del Rally de Catalu?a, que se celebra en octubre.
Barfull aspira a que llegue un d¨ªa en que solo existan dos tipos de zonas en los tramos: las prohibidas y las habilitadas para p¨²blico, sin confusi¨®n posible. Y proclama un mandamiento clave: ¡°En caso de duda hay que suspender el tramo¡±. Alude a las pruebas m¨¢s modestas donde compete hacerlo a la organizaci¨®n de la carrera o a la Guardia Civil. Uno de los mandos del Cuerpo que lleva a?os supervisando competiciones asegura que las cancelaciones son habituales. Recuerda el Rally de Nar¨®n de 2008, cuando se suprimieron dos tramos despu¨¦s de que se registrasen tres atropellos, todos sin v¨ªctimas.
Rey, a pie de carretera en Ferrol, apunta que cada vez la gente obedece m¨¢s a los organizadores, pero defiende que es fundamental la previsi¨®n, estudiar metro a metro los trazados: ¡°Luego puede pasar que tengas que reubicar a 500 personas en muy poco tiempo, pero hay que planificar¡±.
Estrella Castrill¨®n se convirti¨® en directora de la Comisi¨®n deportiva de la Federaci¨®n Espa?ola de Automovilismo tras 20 a?os cantando curvas a media docena de pilotos. Est¨¢ convencida de que no hace falta inventar reglamentos de seguridad. Bastar¨ªa, dice, con cumplir la normativa FIA: ¡°La competici¨®n es un deporte de alto riesgo para los que participamos, pero nunca puede serlo para el espectador. Puede haber accidentes y desgracias, una rueda que sale despedida, pero¡¡±. Esos puntos suspensivos callan lo que es un clamor entre los habituales de las carreras: cuanto m¨¢s peque?o es el rally, mayor peligro para los aficionados porque la seguridad cuesta dinero.
Una prueba del Campeonato de Espa?a como la de Ferrol no se monta por menos de 100.000 euros y requiere de la implicaci¨®n de unas 800 personas. Seg¨²n un estudio de la Universidad de Vigo deja en la comarca cuatro millones de euros en ingresos. A cambio recibe 50.000 euros de ayudas p¨²blicas. Una prueba regional o comarcal puede organizarse por 30.000 euros y ah¨ª el que lo puede pagar caro es el espectador.
En las carreteras y pistas de Ferrolterra se ubicaron a mediados de agosto siete ambulancias medicalizadas ¡ªdos por tramo y una tercera en los recorridos de m¨¢s de 25 kil¨®metros¡ª, un par de ellas itinerantes, tres coches R (con pilotos expertos que llevan a bordo un m¨¦dico) y dos camiones de bomberos, adem¨¢s de las patrullas de Guardia Civil, efectivos de Bomberos, voluntarios y personal de Protecci¨®n Civil. Estos ¨²ltimos son los ¨²nicos que cobran del rally: 25 euros, bocadillo y refresco. Ellos y el animador que llega de Madrid y se embolsa 350, hotel y comidas aparte.
195 euros para competir
Pero adem¨¢s de los 10 rallies del Campeonato de Espa?a se organizan centenares de competiciones (m¨¢s de 250 al a?o) patrocinadas por las federaciones auton¨®micas, que no tienen presupuesto para semejante despliegue. Solo en Galicia ¡ªdonde se produjo el accidente, una de las autonom¨ªas con m¨¢s afici¨®n junto con Catalu?a y Canarias¡ª se celebran 46 (casi uno a la semana), entre pruebas de asfalto, monta?a, todoterrenos, autocross...
Cada federaci¨®n auton¨®mica cuenta con su modelo organizativo. Para ponerse al volante de coches que alcanzan los 200 kil¨®metros por hora en carreteras secundarias basta con tener carn¨¦ de conducir y pagar una licencia que da derecho a un seguro, ad¨¦m¨¢s de 700 euros por coche. En la Federaci¨®n Espa?ola, el canon para un piloto es de 195 euros (en algunas regionales supera los 300) y los organizadores (directores de carrera, jefe de seguridad, oficiales) deben pasar un examen. ¡°Algo que no existe en las pruebas menores, donde el primero que pasa se pone a cronometrar con 15 voluntarios de Protecci¨®n Civil¡±, asegura indignado un t¨¦cnico de la Federaci¨®n Espa?ola.
La FIA estudia accidente por accidente en 150 pa¨ªses
El grav¨ªsimo siniestro de Carral (A Coru?a) llev¨® a la m¨¢xima instituci¨®n del automovilismo mundial, la FIA, a convocar de urgencia una reuni¨®n en Ginebra el pasado mi¨¦rcoles. La cita sirvi¨® para analizar uno a uno los accidentes de los 150 pa¨ªses donde supervisa pruebas.
En el ¨²ltimo a?o, la FIA haconstatado 12 v¨ªctimas mortales en todo el mundo, entre ellas dos aficionados. El organismo que preside Jean Todt propuso cambios en los equipamientos de los coches de competici¨®n (se baraja establecer dep¨®sitos de seguridad a ra¨ªz del incendio de un b¨®lido) y no aflojar la exigente normativa que se viene implementando en los ¨²ltimos a?os.
Aman Barfull, presidente de la Comisi¨®n de Rallies del Organismo, aboga por implementar campa?as de concienciaci¨®n entre los aficionados e incide en que las pruebas m¨¢s peque?as vayan tomando ejemplo de los grandes ralliees. La FIA ha pedido a los directores de las pruebas del Campeonato del Mundo que compartan sus experiencias para que esa cultura vaya calando tambi¨¦n en las pruebas regionales.
Los expertos consultados sostienen que los avances son innegables y se constatan al ver los rallies de los a?os noventa, con los aficionados en mitad de la carretera, esperando a los coches. Pero coinciden: ¡°Este deporte de riesgo puede serlo para los pilotos, nunca para el p¨²blico¡±.
Un muerto al a?o en 250 rallies
La Federaci¨®n Espa?ola de Automovilismo organiza cada a?o 135 competiciones, entre rallies de tierra, asfalto, todoterrenos, veh¨ªculos hist¨®ricos, karts... A ese n¨²mero hay que sumar el medio centenar de pruebas que organizan tambi¨¦n anualmente federaciones especialmente activas como la canaria, la asturiana, la catalana o la gallega. Aunque no hay un c¨®mputo oficial, en Espa?a se celebran unas 250 pruebas de motor cada temporada. Hasta que tuvo lugar la tragedia de Carral (en A Coru?a), el pasado 5 de septiembre, en los ¨²ltimos 15 a?os hab¨ªan muerto 14 espectadores.
En julio de 2014 en Cantabria, otro de los territorios donde hay m¨¢s afici¨®n, mor¨ªan en el Rally Sprint de Miengo, una competici¨®n con un ¨²nico tramo, dos aficionados que fueron arrollados junto a otras siete personas por uno de los coches.
En 2012 fallec¨ªa atropellado en el Rally Pr¨ªncipe de Asturias, este s¨ª del Campeonato de Espa?a, un aficionado que sacaba fotos en una curva.
En 2011 dos personas perdieron la vida en Pozoblanco (C¨®rdoba),
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