Hulk asusta al Valencia

El Valencia defendi¨® muy mal y regal¨® la primera parte. Cuando reaccion¨® en la segunda, con la entrada de Alc¨¢cer y de Andr¨¦ Gomes, le pes¨® ir tanto tiempo a remolque a pesar de los presentes del meta Lodygin. El Zenit acumul¨® gente en la retaguardia y aprovech¨® al m¨¢ximo su escasa ambici¨®n y recursos: la potencia de Hulk, favorecida por una zaga incapaz de robarle los espacios. El Valencia pena el pobre estado de forma de Negredo y los vaivenes en la propia porter¨ªa.

El Zenit no ten¨ªa ning¨²n rubor de meterse en su propio campo, esperando acontecimientos. El primero fue una contra muy bien trazada por Danny, que abri¨® a su izquierda. Llegaba Hulk con el tiempo para armar la zurda y cruzar la pelota. La estirada de Jaume fue en vano. Nadie en el mundo del f¨²tbol desconoce la violencia en el golpeo del extremo brasile?o, pero el joven Cancelo le concedi¨® varios metros. Los mismos que poco antes del descanso, cuando de nuevo Hulk, esta vez misil desde 30 metros, bati¨® a Jaume. El portero castellonense, con un solo partido en Primera como bagaje, pag¨® la novatada en este segundo tanto, un disparo a media altura por el centro que debi¨® haber despejado.

El escaso peligro del Zenit estaba muy identificado: el juego entre l¨ªneas del portugu¨¦s Danny y la fuerza desbocada de Hulk. No lo supo frenar un Valencia sin pasi¨®n en el primer tiempo, contagiado por la frialdad de apenas media entrada en Mestalla, la peor entrada en Champions en mucho tiempo, culpa de la insensibilidad del club en los precios y de unos rivales ¡ªZenit, Gent y Lyon¡ª poco atractivos. Hubo much¨ªsimo mejor ambiente en el trofeo Naranja del pasado agosto, con la Roma de invitado, por ejemplo.

El Valencia crey¨® dominar el partido porque dispon¨ªa del bal¨®n y del campo, pero fue un espejismo. Su ataque result¨® muy previsible, atrancado por la falta de movilidad de Negredo, y por la escasa habilidad para actuar de media punta de Enzo P¨¦rez, muy torpe con el esf¨¦rico. Solo Feghouli, en alguna arrancada por la derecha, parec¨ªa capaz de romper la zaga rusa.

Nuno esper¨® al descanso para efectuar unos cambios que clamaban al cielo: Andr¨¦ Gomes y Alc¨¢cer ocuparon los puestos de Javi Fuego y de Piatti. Cambiaba el esquema, a 4-4-2. Negredo mejor¨® al tener a una referencia por delante (Alc¨¢cer), pues el pase s¨ª lo conserva el delantero vallecano. El Valencia se sinti¨® m¨¢s suelto con el nuevo dibujo. Empezaron a encajar las piezas y el lateral Cancelo, harto de que los centros desde la banda fueran rechazados por los zagueros rusos, decidi¨® probar suerte. El tiro desde la esquina derecha se lo trag¨® el portero Lodygin, que esperaba el centro.

El tanto anim¨® al p¨²blico de Mestalla, esperanzado por los regates de Andr¨¦ Gomes y por el instinto goleador de Alc¨¢cer. La grada core¨® el nombre de Mustafi, por las ganas locas de ganar del central alem¨¢n expresadas al poner el bal¨®n r¨¢pido en movimiento cuando se deten¨ªa el juego. El Zenit ya solo dej¨® en punta a Hulk, a la espera de alg¨²n balonazo largo.

El ¨ªmpetu valencianista decay¨® mediada la segunda parte y Nuno trat¨® de reactivarlo con la entrada de Rodrigo en lugar del cansado Feghouli. El efecto, aunque por el otro extremo, surti¨® de inmediato. Andr¨¦ Gomes pis¨® el ¨¢rea por la izquierda, limpi¨® a Javi Garc¨ªa con un regate muy seco con el exterior del pie y bati¨® a Lodygin otra vez generoso con el Valencia. Decisivo en ataque, Andr¨¦ Gomes se equivoc¨® poco despu¨¦s en defensa. Permiti¨® que Witsel controlara al borde del ¨¢rea. El belga eligi¨® el palo por el que marcar. El derecho de Jaume. Con muy poco, el Zenit estaba otra vez por delante. El Valencia cay¨® ante un equipito.