Los Pumas encarrilan su pase a cuartos

Pocos equipos tienen un referente tan claro como Georgia en Mamuka Gorgodze, un pilar omnipresente del que resulta una delicia depender. Como el verdadero impacto de los l¨ªderes solo es palpable en su ausencia, 14 georgianos camparon sobre Gloucester como un telescopio sin estrellas cuando el capit¨¢n fue castigado 10 minutos al banquillo por evitar un ensayo argentino. El marcador reflejaba entonces un incierto 14-9 que Los Pumas estiraron definitivamente con un categ¨®rico parcial de 21-0. Argentina da as¨ª un paso decisivo para ser segunda del grupo C tras Nueva Zelanda y lograr el pase a cuartos, un honor que deber¨¢ revalidar ante Tonga, derrotada por Georgia en la cita inicial, y Namibia.

El cuadro americano crey¨® contar con un encuentro d¨®cil tras mostrarse superior en los primeros minutos. Nicol¨¢s S¨¢nchez estren¨® el marcador con el primer drop del Mundial, una patada m¨¢s pr¨¢ctica que est¨¦tica. Instantes despu¨¦s, el apertura supo leer la ventaja argentina y abri¨® con precisi¨®n al costado derecho para habilitar el ensayo del gigante Tom¨¢s Lavanini.

No se dej¨® intimidar por el 8-0 Georgia, sostenida por su imperturbable Gorgodze. Cuando el capit¨¢n roba el bal¨®n, no lo suelta, por muchos metros que intentaron arrastrarle; cuando arranca en campo abierto, hacen falta cuatro jugadores para placarle, como comprob¨® en sus carnes el ala Santiago Cordero en un esfuerzo tan voluntarioso como est¨¦ril que Gorgodzilla quebr¨® sin inmutarse.

La antigua rep¨²blica sovi¨¦tica impuso su plan y el partido desemboc¨® en una guerra de delanteras que les sonri¨®, provocando tres golpes de castigo de la mel¨¦ argentina en apenas 25 minutos. Eso, y alguna penalizaci¨®n evitable de Los Pumas, como un claro fuera de juego o una falta de Lavanini en la touch, legitimaron la apuesta georgiana, alimentada por la certera bota de su zaguero Merab Kvirikashvili. En ese acontecer de impactos verdaderamente bruscos, Georgia se mantuvo viva.

Tras el descanso, S¨¢nchez volvi¨® a percutir en la l¨ªnea rival para asistir al Chelo Bosch en una jugada con aroma a ensayo; hasta que Gorgodze opt¨® por no liberar al placado y lo pag¨® con la amarilla. Sin capit¨¢n para las tropas enemigas, Los Pumas respiraron. Tom¨¢s Cubelli, uno de los pocos que dijo no a la franquicia argentina para jugar en Australia con los Brumbies, utiliz¨® la mel¨¦ para entrar a placer en la zona de marca. Luego lleg¨® la velocidad del ala Juan Imhoff, convertido a h¨¦roe con tres ensayos en la gesta de Durban ante Sud¨¢frica, y la redenci¨®n de Cordero, compensando la falta de kilos para tumbar gigantes con la velocidad para esquivarlos.

A su regreso, Gorgodze se encontr¨® una retaguardia sin bandera. Mart¨ªn Landajo estir¨® la cuenta albiceleste, redondeada por los dobletes de Imhoff y Cordero. Tras un esfuerzo ag¨®nico ante Nueva Zelanda y m¨¢s de 40 minutos en las trincheras, Los Pumas pudieron al fin rugir.